5.

123 25 2
                                    

ese día renjun estuvo muy ocupado en el trabajo, incluso la muchacha que atendía en la cafetería le hizo el comentario mientras le pasaba su orden habitual. por tercer día de seguido fue a ese parque, incluso sintiéndose decepcionado al no ver a ese chico ahí de nuevo. pero tomándose el tiempo para merendar solo y sacar fotografías para su carpeta de invierno tratando de disfrutar el estar solo como siempre, dejó las fotos por un rato para empezar a dar vueltas por su lista de contactos pensando en a quién podía llamar.

— ¡taeyong hyung! ¿te gustaría pasar la navidad conmigo este año? —preguntó en su primera llamada.

—lo siento, injun, seulgi y yo iremos de viaje para pasar las fiestas en otro lado. aún así espero que pases una maravillosa navidad.

—¿qué te parece pasar la navidad juntos, mark? —ya era la quinta llamada que hacía y sus mejillas de nuevo estaban empapadas en sus lágrimas.

mark también tuvo que rechazar, dongyoung, yerim, sooyoung, jaehyun y jungwoo hicieron lo mismo, jeno y sungchan ni siquiera pudieron contestar y cuando trató de seguir haciendo llamadas se dió cuenta de que se había quedado sin crédito en el celular, se levantó de donde estaba tirando los desechos de su merienda a la basura y pasó el resto de la tarde llorando con su rostro enterrado en una almohada, cenando una aburrida tostada con mermelada de fresa regresando a su cama pronto para una vez más llorar esta vez viendo una serie de asesinos seriales en la televisión haciéndole compañía durante su molesta soledad.

y el día siguiente fue igual, jaemin ignorando a todos menos a su familia y renjun deseando no ser ignorado por el resto de personas a su alrededor pero ignorando a todas las llamadas de su preocupada madre en china. regresó a ese parque luego del trabajo, sin poder evitar sonreír animadamente al ver a ese chico de nuevo sentado en esa banca, realmente se había imaginado que el pelinegro se había hartado de él pero sus ojos parecieron brillar al verlo llegar con esa bolsa colgando en su mano como siempre.

—¿y..cómo te llamas? —preguntó el chino, estaban bebiendo de los vasos de chocolate caliente con calma ambos observando hacia el hermoso cielo de invierno, no faltaba demasiado para el anochecer.

—na jaemin..—el de cabellos oscuros habló luego de un largo trago al delicioso chocolate caliente llevando después su mirada al chico con gafas, prestando atención a sus facciones antes de hablar nuevamente, creyendo que su interés era fingido. —¿y tú nombre cuál es?

—huang renjun, mucho gusto. —acomodó sus gafas mientras hablaba y volvió a sonreír con comodidad, bebiendo un poco más de su vaso y sacando el postre de la bolsa pensando en comerlo pero al ver que el ajeno miró directamente hacia aquel pequeño contenedor de plástico por lo que volvió a sonreír extendiéndole el postre. —puedes tenerlo, jaeminnie.

na se sintió cálido por primera vez en muchísimo tiempo, aquel apodo era el que su madre solía usar para el cuando era muy pequeño, tomó el postre y empezó a comerlo con tranquilidad completamente enamorado de ese sabor. renjun se sorprendió un poco por la reacción que tenía el contrario, se veía animado al comer el postre que el comía todos los días para tratar de tapar su constante malestar emocional, pero sus ojos volvieron a parecer tristes cuando su celular empezó a sonar así que rápidamente se levantó yéndose sin despedirse pero sosteniendo la mitad del postre en su mano. el chino abultó sus labios pero rápidamente volvió a sonreír, su corazón palpitaba con energía después de hablar con alguien nuevo después de tanto tiempo.

WINTER THINGS. |RenMin|Where stories live. Discover now