Idiota

40. La verdad sale a la luz.

- ¿Qué haces aquí? - pregunté con el ceño fruncido. - ¿Brad? - pregunté aún más confundida.

No entendía qué hacían el novio de Wen y Cameron en mi casa a las doce de la mañana. ¿Quién coño les había dejado entrar? No tenía ningún problema con Brad, es decir, me caía bien, hablaba con él, era mi amigo. Sólo que con Cameron la cosa cambiaba. No había olvidado todo lo que me había hecho y todo lo que había dicho. Todavía dolía. Dolía porque Cameron a pesar de todo había sido amigo mío desde siempre, y seguía sintiendome traicionada. Y eso dolía.

- Tenemos que hablar contigo. - dijo Brad con tono avergonzado. - Lo siento, Ronnie.

- ¿De qué hablas, Brad?

El novio de mi amiga y Cameron cerraron la puerta detrás de ellos y se acercaron poco a poco. Brad se sentó en la silla que había delante del escritorio y Cameron simplemente se quedo de pie. Tampoco le dije que se sentara.

- Yo era el que te mandaba las cartas. - dijo Brad bajando la vista. - Lo siento.

Mis ojos y mi boca no podían estar más abiertos. ¿Cómo había tenido toda esa información? Las cartas me decían mensajes que sólo les había confesado a mis amigas. ¿Es qué Wen acaso sabía todo esto? ¿Se lo había contado ella a Brad? ¿Qué clase de broma de mal gusto era esta? 

Mi cabeza empezó a dolerme y sentía que iba  desmayarme en algún momento. Tenía la boca seca y me sudaban las manos. Respiré con dificultad y aparté la vista de Brad. No quería mirarle. No quería hablarle. Quería que se marchara.

- Ronnie. - rompió el silencio Cameron. - Fui yo quién se lo pedí.

Fruncí aún más el ceño y levanté la mirada para observarles. Brad se encontraba de pie al lado de Cameron. Su cara reflejaba culpa y vergüenza.

- Quiero... - empecé y en el momento me corregí. - Necesito una explicación.

- Quería que dejaras de salir con el imbécil de Kyle, ¿vale? - empezó Cameron. - No soportaba veros juntos. Y, sabía que seguramente si yo te mandaba las cartas reconocerías mi letra y sabrías que era yo, así que le pedí a Brad que lo hiciese.

- Pero yo me negué. - continuó el novio de mi amiga. - Y Cameron se puso pesado, diciéndome que por favor lo hiciese y que lo necesitaba. Lo siento mucho Ronnie, pero no podía dejarle de lado. - dijo en voz baja. - Cameron es uno de mis mejores amigos. ¿Tú no habrías hecho lo mismo por Wen? - preguntó.

Decidí ignorar su pregunta y miré a Cameron para que continuara.

- La información me la decía tu hermano. - automáticamente fruncí el ceño. - Él no sabía para qué era, pero os escuchaba hablar la mayoría de las veces y la otra parte de ellas en las que no sabía que decíais, Brad le preguntaba a Wen qué era lo que pasaba. Ella obviamente al principio no le decía nada, pero al final acabó contándonos alguna que otra cosilla.  - continuó explicando. - Entre lo que ella nos decía y lo que tú hermano nos contaba íbamos recogiendo información.

- Lo siento mucho, Ronnie. - volvió a disculparse Brad. 

- Yo también. - siguió Cameron. - Al principio sólo era una broma, no queríamos que te afectara tanto. Lo siento mucho. 

Cameron se acercó al borde de la cama y se sentó acercándose a mi. Me era difícil hablar con él después de tanto tiempo y después de tantas cosas. No quería verle. Pestañeé lo más rápido que pude para espantar las lágrimas. Quería dejar de llorar pero a la misma vez estaba cansada. Actuaba como si fuese fuerte y no lo era. Sólo era un chica con miedo al mundo y una llorona.

- No quería que te sintieras así. - dijo cerca de mi. - Lo siento muchísimo, Ronnie. Por todo.

Me giré hacia él y asentí. Estaba cansada de discutir con todo el mundo. Sólo quería paz. Sabía que Cameron me había hecho y dicho cosas que no podría olvidar, pero al fin y al cabo yo había pasado mi niñez con él. Le quería como a otro hermano mayor y no quería seguir enfadada con él.