Capítulo 9

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Ya era un nuevo día, pobre Camilo, ya todos estaban enterados de su salida secreta, y literalmente todos sabían, incluyendo a los del pueblo. Podría decirse que hasta los animalitos del pequeño Antonio sabían que su hermano se había hecho pasar por él para no recibir un castigo.

-Pequeño, ¿me perdonas?- le decía el chico a su hermanito, ya que este había decidido hacerle la ley del hielo.

Antonio dudó, un buen rato... pero aceptó mientras este le comprara conos de helado por una semana.

Por otro lado, teníamos a aquel cambia formas lavando los platos y ollas que se habían usado para el desayuno.

-Está difícil lavar todo eso- dijo ____ poniendo la cabeza al lado de la de Camilo, quien estaba concentrado lavando platos y tratando de no quebrar ninguno. La chica acababa de llegar a la casa Madrigal, puesto que Julieta la había citado para practicar una comida fuerte como lo es un almuerzo- pobre de ti, pequeño Madrigal. 

El chico inmediatamente volteó la cara al escuchar aquel apodo, teniendo muy cerca a ____, sabía perfectamente quién lo llamaba así. Este se sobresaltó al notar lo cerca que estaban y soltó aquel vaso que procuraba no soltar. Su cara se tornó roja, aunque este no tenía idea. 

La cara de la chica también se puso roja ya que también sintió que quedó realmente cerca de él y el contacto visual los puso aún más incómodos.

-Camilo, podrías dejar de avergonzarte frente a ella ¿sabes?- entró aquel tipo de dudosa higiene, pero que realmente era atractivo.

El tío del chico podía notar a leguas que a Camilo le interesaba ____, sin embargo, a pesar de saber un futuro, este no se interponía para nada. Dejaba las cosas fluir.

-¡Tío Bruno!- decía el chico avergonzado.

-¡Señor Bruno!- corrió ____ a darle un abrazo de saludo. Ustedes no lo saben pero la amistad entre ____ y Bruno destacaba notablemente. Se llevaban a la perfección.

-Por favor, creo que puedes decirme Bruno con total confianza- decía el tío del chico mientras ponía la mano en la cabeza de la chica, desordenando su cabello a modo de saludo. La chica solo sonreía.

Camilo aún no entendía la relación de ellos, y poco sabía de que se llevaran tan bien. 

-¿Qué?, bueno no sabía que tuvieran tan buena relación- dijo el chico mientras se empezaba a agachar para recoger las piezas rotas del plato.

-¡Espera te ayudo!- dijo ____ mientras se agachaba también ya que por ella, Camilo se sorprendió ya que lo había "asustado", sí eso pensaba ella.

-Sin celos, sobrino- dijo Bruno revolviendo los rizos de Camilo, este lo miraba totalmente rojo y nervioso- d-de amistad claro.

Dijo este guiñando el ojo a su sobrino, mientras ____ no veía ya que este estaba a sus espaldas. Camilo por supuesto quedó perdido con aquella expresión de su tío, no entendía nada.

La chica solo sonreía, no había dicho casi nada pero estaba tranquila. Ya había pasado aquel día.

De repente el chico con ruana amarilla no notó como una pieza de cristal se había clavado en la madera del suelo, así que al pasar rápidamente su mano en aquella zona, se hizo un corte un poco profundo, la sangre salió de inmediato. ____ lo notó de inmediato, ya que este soltó un pequeño quejido.

-Vaya que si eres un niño por dentro- dijo la chica mientras tomaba su mano- y dicen que los mayores tienen más cuidado.

La chica parecía muy tranquila en realidad, pero por dentro realmente le preocupaba el chico, así no fuera más que una cortada.

~Este don no te define~{Camilo Madrigal y tú}Where stories live. Discover now