Capítulo 7

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Pasaron 2 meses desde el último encuentro de ____ y Camilo, sin embargo entre esas semanas, las bromas entre ellos no faltaban, hablaban de vez en cuando con sus hermanos, a veces ellos solos, ya que la chica iba a diario, excepto los fines de semana, los cuales pasaba con su madre.

La relación de los chicos mejoraba, ya eran buenos amigos debido a la presente interacción entre ambos, Camilo no perdía la oportunidad de hablarle y ____ tomaba la iniciativa también, eso hizo que se volvieran unidos, sin embargo al ____ estar aprendiendo a cocinar, no le quedaba mucho tiempo para reunirse como lo hicieron la última vez, aunque después de la fiesta le quedaría algo de tiempo libre.

Un día, estaba aquel cambia formas en su habitación, y una visita le había llegado por sorpresa. Aquella amiga de hace mucho tiempo decidió tocar la puerta de su habitación.

-Pase- dijo el moreno, sin más.

María abrió la puerta y este la recibió con un abrazo, algo muy común entre ellos.

-Vine por ti...- dijo la chica estirando su mano hacia el moreno.

-Tenía entendido que yo iba a tu casa, o en eso quedamos ¿no?- dijo el chico ignorando la mano de María ya que este recogía algunos juguetes de su hermano del suelo, hace muy poco se había marchado este.

-Claro, pero quería pasar a saludar a tu familia y bueno, no siempre debe ser el chico quien pasa por la chica- dijo aquella chica con cierto tono coqueto. Camilo lo entendió enseguida-por cierto, no había visto aquel camaleón en tu pared.

La chica no entraba hace mucho en aquella habitación de gran tamaño y grandes espejos. 

Camilo solo pensaba en cómo se pondría si se diera cuenta a quién pertenecía anteriormente, así que decidió decir una pequeña mentira.

-En estos días me parecieron extraños los camaleones de mi ruana, nunca los había visto detenidamente, así que decidí retratar uno- dijo con una sonrisa un poco nerviosa, que por suerte María al estar de espalda no alcanzaba a percibir.

-Oye, no sabía que dibujaras- después la chica se dio vuelta y puso una cara de súplica- ¿Me lo das?, después de todo no tengo ningún recuerdo de tu parte.

"Mierda" solo pensaba aquel chico, sabiendo que iba a perder su dibujito. 

-Sí claro, ¿por qué no?- decía el chico mientras por dentro ardía de molestia.

-¡¡Gracias!!- dijo la chica y lo abrazó nuevamente.

"¿Para qué vivo?" pensaba el chico una y otra vez. "Menos mal guardé el dibujo que era de mí, ahí si María se convertía en fiera" otro pensamiento del Madrigal.

A lo lejos, en otra parte de la casa, ____ y Julieta estaban viendo a Dolores reír, quien las acompañaba mientras tomaba un café.

-¿De qué ríes?- le preguntó aquella jovencita mientras limpiaba el mesón donde acababa de cocinar.

-Digamos que mi don a veces me permite escuchar cosas realmente divertidas- dijo esta mientras se marchaba- adiós tía, adiós ____.

-Camilo, que mala idea pegar aquel dibujo allí- decía por el pasillo de la casa mientras trataba de llegar a las escaleras.

Un rato después, María y Camilo se dirigieron a la casa de la chica, a dejar unos tamales que habían preparado la tía del chico y su nueva amiga. Era muy común darse entre familias de aquel pueblo comidas que no se hacen tan casualmente.

~Este don no te define~{Camilo Madrigal y tú}Where stories live. Discover now