𝐌𝐲 𝐬𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐌𝐨𝐦𝐦𝐲 // 𝙲𝚑𝚘𝚗𝚒

Capítulo 20

- llevé mi mano hasta tu muslo, muy cerca de tu entrepierna -

- Cher - se quejó mientras cruzaba sus piernas. Bien, ya está lubricada.

- Quitate las bragas - dije firme. Se bajó las bragas muy rápido y me miró con un puchero. Me acerqué a ella y tomé su mejilla.

- ¿No quieres seguir? - dije al ver su puchero. Ella me miró nerviosa y negó rápidamente. - No es eso... No quiero tocarme, ¿podrías hacerlo tú? ¿Puedes hacer lo del restaurante? U-un oral, Cher - Tenía a Toni desnuda en mi cama y bastante lubricada, es un gran esfuerzo el que hago para no hacerla mía de una vez por todas.

- No Toni, tienes que aprender, bebé - por mucho que quiera volver a chuparla no puedo. Ella jugó con mis dedos un poco y me volvió a hacer un puchero.

- Te voy a comer entera si logras tener un orgasmo por tu cuenta - dije para después besarla. El beso se volvió desesperado y la tomé por las mejillas, ella me empujó un poco hacia ella, decidí por terminar el beso con una leve mordida en su labio inferior.

- Eres muy sexy - mordí mi labio inconscientemente mientras veía su cuerpo. Le volví a pedir que se acostara y así lo hizo.

- Lleva tu mano derecha a tu entrepierna - y así lo hizo. Dejó su mano en su intimidad y me miró con curiosidad. - Estás mojada ¿verdad? - ella asintió con la cabeza y me mostró su mano llena de su lubricante natural.
Definitivamente ver a Toni así me iba a matar..

Me alejé más y cerré mis ojos por unos segundos intentando controlarme.

- Bien... Con tu mano izquierda toma uno de tus senos - tocó su pecho e hizo unas cuantas caricias.
- ¿Que sientes? - pregunté. - Nada... No me gusta como lo hago - volvió a hacer un lindo puchero y me miró..

- Tranquila, es normal que no sientas algo si te tocas tú - dejó de tocar su pecho y me miró. - Toca tu abdomen, deja leves caricias, no seas brusca -  llevó su mano izquierda a su abdomen y hacia pequeños dibujitos sin sentido.
Cerró sus ojos y su mano derecha comenzó a moverse en su intimidad.

- Lo haces muy bien... Ahora abre tus piernas y sigue tocandote - casi muero al ver como abría sus piernas dejando ver su brillante intimidad.
Sentí como me mojaba y suspiré.

- Frotate de arriba a abajo - su espalda se arqueó y su mano iba a una velocidad muy rápida.
- No tan rápido, bebé - dije. Lo único que se escuchaba en el cuarto eran jadeos pesados junto con el sonido que hacia su intimidad al frotarse.

Bajó la velocidad de su mano y su pierna comenzó a temblar.

- Ahora frota tu clítoris en círculos, con cuidado -  fue frotándose en círculos  y llevó su otra mano a su boca, callando los gemidos que estaban saliendo.
- Quita tu mano de tu boca y dejame escucharte, Antoniette - dije sin aire. Quitó su mano lentamente de su boca y fue gimiendo bajito.

- Mete un dedo en tu entrada - dije jadeando. Siguió frotándose y negó con la cabeza.
- Ah m-me va a d-doler - me acerqué a ella y me senté en la orilla de la cama, a una distancia considerada.

- Ven tu mano - dejó de frotarse, y me dió su mano llena de fluidos. Tomé su mano y la ayudé a meterse la punta del dedo medio.
La solté de inmediato o sino haría una locura y follarla hoy es lo último que quiero.

Su dedo entró muy rápido en su entrada y Toni me miró sorprendida.

- Necesitas estar muy lubricada para meter tus dedos... Ahora, sacalo y metelo lentamente - hizo una mueca al meterlo y sacarlo.

- ¿Te incómoda? - ella asintió con la cabeza y movió más rápido su dedo. Fue sacándo y metiendo su dedo a una velocidad ¿normal? Bueno, no era tan rápido.

- Intenta meter otro dedo - dije al ver como su lubricante caía por todos sus pliegues. Se metió su segundo dedo y dejó de moverse.

- Cuando te sientas cómoda, puedes sacarlos y meterlos - duró unos segundos y sacó sus dedos lentamente, fue moviendolos un poco rápido y los jadeos volvieron.

- Más rápido, Toni - me hizo caso y los movió muy rápido. Sus piernas temblaron y en un abrir y cerrar de ojos, su orgasmo se hizo presente.
Sus fluidos llenaron la cama y ella me miró cansada y asustada.

- Ya bebé, lo hiciste bien, mi amor - la abracé y ella escondió su cabeza en mi cuello - Muy bien - susurré.

- Mi amor ¿Estás cansada? - ella asintió levemente y sonreí. La cargué y la llevé al baño, puse a llenar la tina y acaricié la espalda de tee-tee.

- ¿Puedo bañarme contigo? - pregunté. Escuché un " de acuerdo " por su parte y cogí un poco de jabón para echarla a la tina.
La tina se llenó y las burbujas estuvieron listas.

Me quité mi bata aún con Toni en mis brazos y con cuidado nos sentamos en la tina.

Hice que se sentara en mis piernas y sus pechos quedaron al descubierto ya que las burbujas no alcanzaban a taparla.

- ¿Puedo bañarte? - ella asintió con una sonrisa. Y comencé a pasar el jabón por su cuello y pecho.
He notado que cada vez que ella tiene un orgasmo, se cansa mucho y se vuelve callada.

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