Capítulo. 55

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Antes de comenzar les voy a pedir encaresidamente que luego de esto (lo que sea que se venga) que se que disgustara a mas de una lo tomen con calma, este no es el final del libro, me pidieron trilogia y QUIERO una trilogia asi que para ello se vienen COSAS. Disfruten la lectura y recuerden que todo puede cambiar.

Psdta: Dejen de decirme que odio a mis personajes y los dejo como malos o quse los hago sufrir demasiado o innecsariamente, son mis creaciones y los amo pero todo pasa por algo.

Lucía.

El día me toma en su despacho, viendo el gran ventanal que tiene al frente por donde la luz del sol empieza a verse.

El duerme sobre el largo sofa color negro, tiene la camisa desbotonada y la cicatriz se marca sobre el torso marcado hasta llegar a su pecho, se ve tan tranquilo que desearia preguntarle la historia tras esa herida. Sus ojos ya estan mejores, crei que necesitaría lentes pero no, con unas gotas y cuidados fue suficiente.

Se mueve y aparto la vista concentrandome en el amanecer, lo veo desde la silla de su despacho, dándole la espalda y concentrandome en la belleza de la naturaleza.

Es raro pero estos momentos dan paz, se que no soy a la unica persona que una amanecer color morado y celeste puede darle tranquilidad pero en este estado es como una cura, ver esos colores y tanta perfeccion me hace olvidarme de lo que sucedió.

Lastima que estos momentos sean fugaces, que los minutos pasan y el cielo vuelve a ese color azul característico y yo vuelva al dolor.

—¿Si quiera dormiste algo?—Lo siento detras de mi y niego sin verlo.

—No tenia sueño—Levanto la cabeza para lograr verlo. Aun esta somnoliento, tiene el cabello desarreglado y los ojos pequeños gracias al sueño—Pero parece que tu si y mucho.

—Es agotador verte y escucharte llorar tanto.

Ruedo los ojos y una pequeña risa brota de su garganta.

—¿Como te sientes? ¿Mejor?

Camina hasta posarse delante de mi y se agacha sosteniéndose de mis piernas.

—Trato de estarlo—No miento—Pero sería una mentirosa si te digo que se como superarlo, no tengo idea de que hacer.

—Tienes que enfocarte en otra cosa.

—¿En que? Mi trabajo me recuerda a el, mi carrera también, hasta mi maldito departamento. No hay nada que pueda hacer Ryan, es mi fin.

— No digas eso—Se pone serio— Se que piensas en todo lo malo que pasaste pero ese es tu problema Lucia, piensas en lo que te paso pero no te das cuenta que lo superaste, estas viva después de un maldito secuestro, eres medico sin ayuda de tu familia y ahora ese hombre tiene casi todo gracias a ti.

Me deja callada y me acomodo para verlo a los ojos.

—Eres fuerte y me molesta que no lo veas.

—Puede ser pero en estos momentos no me siento de esa forma—Lo tomo de las manos haciendo que ambos nos levantemos al mismo tiempo—Asi que dame mi tiempo, déjame vivir el luto y luego veremos que hago.

Asiente y tocan la puerta.

Habla en ruso y una mujer mayor entra.

—¿Señora que quiere de comer?

—No me digas así—Ryan rueda los ojos.

—Te debe respeto, deja que lo haga.

Lo ignoro—Me gustaria desayunar pesado—Murmuro sin importar que el escuche mi para nada sofisticada dieta—Cereal con frutas, avena, cirope de uva y unos panqueques acompañados con huevos revueltos y... ¿Tienes bacon?

Inefables [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora