Capitulo. 41

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Ryan.

Me amarro las botas de cuero para luego ponerme las porta pistolas en las piernas, el abdomen y la espalda mientras me veo al espejo. El vestuario es negro igual que todo, no pierdo tiempo en peinarme lo único que importa son las armas que están mas listas.

Veo por el rabillo de ojo a una de las trabajadoras de la fabrica cuando termino de poner la ultima pistola en mi pierna.

La chica se muerde el labio reparándome de pie a cabezas y me volteo hacia ella.

—¿Quieres que te folle o ? —Se le caen las cosas de limpieza de las manos y niega rápidamente mientras tartamudea no se que cosas.

—Jefe yo...

—¡Largo!

Sale casi corriendo del lugar y tomo el celular marcando el numero de la persona que me ayuda desde afuera.

—El chico están saliendo del colegio justo ahora...

—Sabes lo que tienes que hacer, a mi señal lo tienes en el lugar acordado.

Cuelgo el celular y camino hacia afuera cuando las aspas del helicóptero se escuchan. Veo a los hombres en fila y les hago una seña, cada uno aborda el helicóptero. Vamos 15 en total y el grupo que nos espera en América es mas que suficiente, el imbécil de Rocco es pan comido.

Lo que no deja de preocuparme es Lucia, Rocco es un innato que se mete con gente indefensa y se que con ella va a tratar de desquitar todo lo que no me puede hacer a mi.

Solo espero llegar antes que sea mas que tarde, no soy estúpido se que la debe estar pasando muy mal y lo que es peor se que puede estar culpándome a mi por eso, es la razón principal por la cual necesito llegar cuanto antes, no puedo vivir sabiendo que me odia.

Llegamos a la altura mas alta y empieza el transcurso, la noche de Moscú es helada como casi siempre y el frio se cuela por todos lados, recuesto la cabeza tratando de dormir porque se que lo que se viene es feo.

Jamás he sido de tenerle miedo a la gente y con Rocco no es la excepción, desde que lo conozco demostró ser un cobarde, se interpuso en mi relación con su hija de la manera mas estúpida, simplemente porque su odio hacia mi creció desde que le quite todo, no es mi culpa haber crecido tan rápido en estos negocios y que el no lo soportara, mato a la mujer que realmente quería, la mato con un tiro en la frente a sangre fría como si fuera un animal y no su propia hija.

Lo que me lleva a pensar, si le hizo eso a su propia sangre que no quiero imaginar que le hará a Lucia.

El plan es simple, van a morir todos y cada uno de esa familia y es por ello que ya los envié a cazar.

El, su esposa, su hijo y su madre están en mi lista y de mi lista no se salva nadie.

Va a pagar haberse metido con lo único importante que tengo ahora. Voy a pelear con el que sea necesario con tal de tenerla, mía y únicamente mía.

Lucia.

Sus manos acariciando mi cabello me hacen sentir como que estoy acostada en pompas de algodón, con la cabeza puesta en su abdomen y el sonido de su respiración de fondo se repite en mi mente lo mucho que lo extrañaba. No se cuantas horas llevamos así pero no quiero quitarme.

Aun estando secuestrada y con una bomba de tiempo andante lo que Ashton produce es una cosa, simpe y sencilla; paz.

—¿Por qué no podemos estar así siempre? —Me dice y levanto la vista encontrándome con sus ojos verdes.

—Por que estas casado, no confiaste en mi, me trataste mal, te revuelcas con Danna y... ¿Sigo?

Rueda los ojos y echa la cabeza hacia atrás.

Inefables [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora