Capítulo. 51

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Ashton.

Su increíble cuerpo adorna las sabanas azul de seda, tiene una pierna flexionada que permite ver el cuerpo con perfectas curvas que se carga, su cabello se exparse por las almohadas y tiene las mejillas levemente sonrojadas gracias al frío.

Observarla es como ver una pintura creada por el mejor pintor de estos tiempos, es tan perfecta que la quiero a mi lado por el resto de mis dias.

Medio se mueve dejando ver los pechos redondos y rosados que hacen que imagine mil escenarios diferentes.

Me eleva demasiado.

Me siento al borde de la cama y por instinto propio mis nudillos recorren sus mejillas.

—Te amo...

—¿Mucho?

Abre los ojos dejándome apreciar las perlas color café que posee.
Asiento y la tomo del cuello juntando nuestros labios.

Sigue atontada gracias al sueño pero eso no impide que me acaricie el torzo con las pequeñas manos.

Se sienta en la cama sin dejar de besarme y en menos de 3 segundos la tengo a horcadas de mi. Esta desnuda y yo con solo un boxer que pronto desaparecerá. La tela empieza a estorbar cuando se balancea de atrás hacia adelante, el roze me pone mas duro y ella sonrie como una pequeña traviesa cuando nota la excitación.

—Quiero montarte.

Su susurro en mi oído me pone a salivar, sus manos viajan a la pretina del boxer y en menos de nada tengo la polla afuera esperando por ella.

Me besa obligandome a que la tome de las caderas tratando de metersela de una vez por todas, lo cual solo hace que me muerda lod labios mientras se aparta molesta.

—Lo haré a mi modo.

Se sigue contoneando y el balance de sus caderas hace que me desespere, quiero follarla ya y ahora.

Me prendo de los pequeños senos que parecen hechos a medida de mi boca, los lamo, muerdo y saboreo como el mejor de los manjares mientras jadea ansiosa.
No se cual es el maldito juego que se tiene de no dejar que la coja de una vez.

—Lucía....—La quiero ya.

—Shhh—Pone el dedo en mi boca y se muerde los labios mientras alza la pelvis dejándose caer sobre mi.

El extasis que produce hundirme en su coño humedo es algo que jamás voy a superar. Se la mete toda, sin dejar tregua que nos separen.

Me toma del cuello yéndose hacia atras cuando salta de arriba hacía abajo follandome como hembra en celo, buscando calmar la sed que tiene.

Las tetas le rebotan ante el movimiento que emite y la imagen es viagra para mi cuando echa la cabeza hacia atrás y busca autocomplacerse con mi miembro.

Mi nombre se escucha en pequeños susurros y la tomo del trasero para moverla y enterrarsela toda, no quiero que salga nunca.

—Asi...

Mueve la pelvis mientras la embato y siento como su coño me succiona, palpita y chorrea sobre mi, esta ida en el extásis mientras los ojos se le ponen en blanco.

Se sigue moviendo como la mejor pornografía hecha realidad que hace que mis musculos se tensen y mi agarre en su trasero sea mas duro cuando la clavo una vez mas dejándome ir.

Jadea mientras vuelve a mi boca besándome los labios, sigue sin salir de mi interior y me aparto de su boca para bajar a su cuello y llegar a sus pechos mientras los marco.

Inefables [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora