𝐁𝐚𝐧𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐄𝐬𝐩𝐞𝐫𝐦𝐚 // ʸᵘⁿˢᵃⁿᵍ

✧Cap ⅬⅩⅠⅠ

•Octavo Mes •

Los ojos de WooYoung se abrieron grande mientras se reincorporaba en la cama. Su cabeza daba vueltas, Hongjoong estaba llorando. Como pudo se levantó para tomarlo en brazos. Estos temblaban, se sentía muy mal.

Sus piernas flaquearon débiles, su cuerpo dejó de responder, se iba a caer con Hongjoong en brazos pero alguien frenó su doloroso impacto.

—¡Estás ardiendo! —San casi gritó mientras acercaba más a WooYoung a su cuerpo.

Como pudo lo dejó en la cama para tomar al pequeño que se acurrucó en su pecho para dejar de llorar.

—Tenemos que ir al hospital, estás ardiendo en fiebre.

La voz de San era preocupada mientras WooYoung temblaba en la cama con pocas fuerzas, pero todo llegó a su mente haciéndolo tomar el rostro de San para hablar.

—Se la verdad.

Yunho dejó un besito en la piel que había sido estirada a causa de los bebés, Yeosang se rio un poquito debido a las cosquillas que ese beso le transmitió. Mingi estaba en la cocina haciendo su receta secreta para el embarazado mientras JongHo regresaba del supermercado.

Era el octavo mes, un respiro más y estaría por tener a sus bebés, estaba demasiado feliz y no solo el embarazado lo estaba, también los demás chicos, era por eso que Mingi estaba en casa del castaño, desde que cumplió los ocho meses la semana pasada no se había separado del castaño, sabía que pronto las contracciones llegarían y si Yunho no se encontraba, él si lo estaría para ayudarlo a regular su respiración y a relajarse en la espera del pelinegro o de JongHo. También era porque estaba poniendo en práctica sus clases de comidas sanas para embarazos.

Yunho y Yeosang se sentían un poco relajados, desde que Mingi pisó la casa los había felicitado por lo que fuera que ellos tuvieran, haciéndolos sentir más seguros y tranquilos por ello, era por esa misma razón que se encontraban en su propio mundo de amor sin importar que Mingi estuviera mirándolos con una sonrisa alegre.

—¿Hyung, sabes a que hora llega WooYoung y San? —el menor salió de la cocina con un bowl en manos mientras mezclaba algo.

—WooYoung me envió un mensaje y decía que vendrían después de la siesta de Hoonie ya que si lo despiertan antes sus horarios se cambiarían y no les conviene tener a un bebé de cuatro meses frustrado y fuera de sus horarios.

Yeosang contestó, Mingi se rio un poco mientras asentía comprensivo.

—Son buenos, amo que tengan todo en orden con el pequeño.

—Sí, San protege mucho a su bebé y WooYoung hace todo lo que está en sus manos para que el pequeño no se sienta mal mientras papá está en el trabajo.

—Es cierto, Yun hyung, ¿Cómo va San hyung? Me enteré que renunció a su antiguo trabajo para trabajar contigo.

—Le ofrecí trabajo en mi estudio como aprendiz pero me sorprendí porque San es realmente bueno, no sabía que le gustaba ese ambiente, tampoco sabía que llevaba clases de danza  cuando era más joven, entonces para él fue una dicha en cuanto le ofrecí el puesto.

—Entonces está todo bien —sonrió—. Me alegro que al fin le esté yendo todo bien, después de la muerte de Hongjoong hyung pensé que San ya no volvería ser el mismo, se que donde sea que hyung esté, está haciendo todo lo posible para que San hyung esté bien, el bebé y WooYoung que claramente es una gran ayuda.

Los mayores asintieron con una sonrisa ante el recuerdo del solcito para después mirar a Mingi regresar a la cocina. Ellos siguieron en lo suyo hasta que el celular de Yunho comenzó a sonar. Sus ojos se abrieron grandes al leer el nombre de WooYoung en la pantalla. Tomó su celular y lo llevó a su oreja.

(Al teléfono)

—¿Si?

—Y-yunho...

—¿N-necesitas alg-go?

—Yo... ¿Podemos encontrarnos en la cafetería que está cerca de la casa que compartíamos?

—S-sí ¿Sucedió algo? ¿San y Hongjoong están bien?

—Lo están, esto no tiene relación con ellos, es solo que quiero decirte algo, te prometo que no nos llevará más de veinte minutos.

—Bien... Le diré a Yeosang y a Mingi que saldré y nos vemos allí en diez minutos.

—Gracias, nos vemos pronto.

Yunho dejó su celular de lado en cuanto WooYoung terminó la llamada, Yeosang sobaba su vientre justo donde los mellizos se movían. Suspiró para ponerse de pie y robarle un beso rápido.

—Tengo que salir por un momento —dijo.

—¿Qué pasó? ¿Era algún cliente?

—No, era WooYoung, dice que tiene que hablar conmigo de algo importante.

Yeosang lo pensó por un momento pero luego asintió. Era hora, estaba seguro de que WooYoung le confesaría que ya sabía sobre el paradero de su muestra pérdida.

Se levantó del sillón para enredar sus brazos al rededor de su cuello y besar sus labios, lento y profundo, sintiendo como las manos de Yunho tomaban su hinchada cintura con cariño y seguridad.

Yeosang se separó primero dejándolo ir a su encuentro y pidiéndole a todo el cielo que esa situación no se saliera de control y que todo estuviera bien para su próxima confesión.

Lo miró salir de casa para ahora él con gran esfuerzo caminar a la cocina con Mingi.

WooYoung llegó a la cafetería antes de tiempo, San se había quedado en casa cuidando del pequeño mientras dormía, por ello no se preocupó tanto. Los escalofríos de su temperatura alta en la madrugada todavía lo hacían temblar y sentirse fatigado pero ahora era menos. Después de lo que pasó se negó a ir al doctor, San le insistió pero al final terminó ganando WooYoung, lo único que pudo hacer San fue tomar paños con agua fría, tomar a WooYoung y al pequeño para llevarlos a su habitación donde compartieron cama, el mayor cuidando de ambos menores que se habían quedado dormidos después de unos momentos. San no pegó un ojo hasta que la fiebre bajó y WooYoung dejó de temblar.