✧Cap Ⅸ

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Tres meses después.

WooYoung le entregó una bandeja de panes a Yeosang. Esta no pesaba casi nada, así que prefirió pasársela al mayor y él cargar con los pasteles que al contrario de aquello esos si pesaban.

Tres meses. Yeosang recién ese día los cumplía y estaba muy feliz. A la hora del almuerzo pudo comer con WooYoung y después le dieron un chance de salir pues tenía una cita programada con su doctor. Todo estuvo excelente, el doctor lo felicitó pues su bebé había pasado los meses de riesgo por algún aborto natural, ahora oficialmente nadie lo podía separar de su bebito.

Había llegado al trabajo llorando y con una perfecta sonrisa en sus labios. En cuanto entró al lugar la dueña, WooYoung y los demás empleados del lugar lo recibieron con un pastel de su sabor favorito con un bonito mensaje por arriba "Felices tres meses, papi Sangie"

Si antes estaba llorando en ese momento lo hacía más. Todos se dieron un tiempo para disfrutar del pastel y escuchar lo que el padre primerizo tenía por decir respecto a su consulta.

Después de charlar un poco y cuando la pastelería se comenzó a llenar de compradores, todos siguieron trabajando. Estaban casi por cerrar pero tenían que seguir abasteciendo el lugar, sabían que más gente llegaría y al fin los panes y postres de ese día se agotarían.

Yeosang regresó con la bandeja vacía en manos, había terminado de acomodar los postres. Sobó su pancita que se encontraba un poco abultada ahora. La campanita de la entrada sonó, pronto se regresó en sus talones para encontrarse con dos rostros conocidos entrando al local.

Sus ojitos se iluminaron, su sonrisa se hizo mucho más grande mientras agitaba su mano en el aire. Dejó la bandeja en su lugar para caminar hasta ambos chicos.

—Bienvenidos —sonrió.

Mingi se lanzó a sus brazos con mucho cuidado de no golpear su pancita. JongHo lo saludó de igual forma, abrazándolo en cuanto Mingi lo soltó. Las manos de la pareja volvieron a entrelazarse después de saludar al embarazado, ahora siguiendo a Yeosang que los guiaba por todo el lugar mostrándoles lo que vendían.

—Hyung... —WooYoung elevó la mirada encontrándose con dos clientes más, así que guardó silencio mientras su mirada se posaba en el chico castaño que se le hacía conocido.

Era el padre del bebé de su Hyung, por eso se le hacía conocido, Yeosang y él habían ido a comprar un pastel meses atrás. Sonrió, pero su mirada cayó en el otro chico, sus manos estaban entrelazadas con las del castaño ¿Qué estaba pasando?

—Woonie, que bueno que llegas. Déjame presentarte a estos chicos. —sonrió—. Él es JongHo y él Mingi, son pareja.

Los señaló para que WooYoung supiera quienes eran.

—Pero hyung ¿No él es el padre de su bebé?

Los ojos de Mingi se abrieron grandes. Yeosang y JongHo negaron rápidamente.

—No, WooYoung. El día que nos conocimos creo que te hicimos pensar que éramos pareja por como actuamos con respecto al bebé, tampoco lo aclaramos porque no lo vimos necesario pero la verdad es que JongHo es solo mi amigo. Lo quiero mucho pero no más allá que un amigo o un hermano.

—Lo siento —susurró. Sus mejillas estaban rojitas y se encogía lentamente en su lugar.

¿Qué hubiera pasado si la pareja de ese chico pensaba que había pasado algo con ellos dos que él no sabía? Diablos, que bueno que lo explicaron enfrente de él también.

—Tranquilo Woonie, fue nuestro error no aclararlo antes.

—Está bien —sonrió tímido.

Los cuatro chicos se quedaron en silencio por unos minutos hasta que Mingi rio un poquito y después habló.

—¿Cuáles eran los postres deliciosos de los que nos hablas siempre, Yeosang hyung?

Los chicos sonrieron tranquilos, dejando atrás ese incómodo silencio para comenzar a caminar hasta donde Yeosang los guiaba. WooYoung estaba por seguirlos cuando escuchó la campanita de la tienda sonar, anunciando que un nuevo cliente había entrado.

Se regresó en sus talones, sonriente para el pelinegro que acaba de entrar con algo de apuros.

—Buenas noches, señor ¿Busca algo en específico?

Las orbes del pelinegro lo miraron, pronto asintió ante él al notar que era un empleado del lugar.

—Sí, por favor. Mi pareja está teniendo antojos, nuestro bebé a esta hora comienza a querer cosas muy extrañas y a todos los locales donde voy están cerrados o no hay lo que mi bebé y pareja quieren... ¿Tienen pastel de zanahoria con chocolate y mermelada de fresa? —el chico sonaba y se veía desesperado.

WooYoung sonrió divertido, sabía que a la hora de los antojos todo era de lo más raro y aunque no vendían pastel de zanahoria con chocolate y mermelada de fresa, no era nada que WooYoung no pudiera hacer por ese cliente y ese bebé.

—No vendemos el pastel con esos dos ingredientes pero puedo agregarlo para que cumpla con lo que tanto quieren comer su bebé y pareja ¿Le parece bien?

El hombre sonrió agradecido y aliviado, asintiendo mil veces para el rubio. Siguió a WooYoung por todo el local en busca de ese pastel de zanahoria y todos los antojos que su pareja y bebé tenían.

Del otro lado de la pastelería se encontraba Yeosang junto con sus jóvenes amigos. Ellos miraban los postres, escogiendo el que más se les antojaba. El mayor los dirigió a la caja en cuanto terminaron de escoger, metiendo los postres en sus contenedores para entregárselos al mismo tiempo que les cobraba.

—Gracias, hyung, te estaremos esperando afuera —sonrió Mingi.

Les agradeció con una sonrisa mirando a la pareja salir del local tomados de la mano. Yeosang echó un vistazo a la tienda encontrándose con esta ya un poco vacía, solo quedaban algunas cuantas personas pero que ya se encaminaban a pagar. Caminó hasta la puerta de la pastelería para cambiar el cartel de 'Abierto' por 'Cerrado' Despidió a las personas que estaban saliendo para caminar a la caja registradora. Había sido un día pesado, sus pies dolían. Tomó un descanso de unos cuantos minutos ya que WooYoung se estaba encargando del último cliente. Los miró reír juntos mientras el más risueño llegaba con algunos de los ingredientes de los postres. Lo miró decorar el pastel con eso, después ambos chicos caminaron juntos a la caja.

El pelinegro pagó sonriente, agradeciéndole a WooYoung por lo que había hecho. El menor le sonrió tan grande mientras agitaba su manita en el aire. Ese chico era un angelito.

 Ese chico era un angelito

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𝐁𝐚𝐧𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐄𝐬𝐩𝐞𝐫𝐦𝐚 // ʸᵘⁿˢᵃⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora