𝐁𝐚𝐧𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐄𝐬𝐩𝐞𝐫𝐦𝐚 // ʸᵘⁿˢᵃⁿᵍ

✧Cap ⅬⅩ

Yunho ingresó a casa del castaño con sus llaves, llevaba un bulto en uno de sus brazos, ahí mantenía su laptop y un cuaderno donde escribía. Recién salía del trabajo y justo como le prometió a Yeosang, llegaría para la cena.

Su mirada cayó en sus pies mientras intentaba sacarse los zapatos para colocarlos cerca de la entrada cuando unos brazos y una cabellera castaña interrumpieron su visión. Yeosang estaba colgado de su pecho hundiendo su rostro en su cuello mientras dejaba besitos en esa zona.

Yunho se tensó, podía sentir que algo malo había pasado. Envolvió el cuerpo del castaño en sus brazos para caminar con él lentamente hasta el sillón de la sala.

Yeosang nunca lo soltó, ni cuando Yunho se sentó en el sillón. El castaño logró sentarse en su regazo de una forma en la que él y sus bebés no la pasaran mal.

—¿Qué pasó? —intentó sonar tranquilo pero tenía miedo.

—Perdón, Yunho... —lo escuchó llorar—. No te mereces esto... Ni siquiera somos novios, todavía estamos en proceso de serlo pero ya lo arruiné todo.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del pelinegro, tenía miedo, mucho miedo.

—¿Puedes explicarme que sucedió? —intentó que su voz sonara tranquila y no tan asustada como lo estaba.

—Youngmin vino hoy... Y me besó —lloró fuerte entre sus brazos.

Yunho pareció helarse, su corazón casi lo sintió parar de latir mientras pensaba en muchos escenarios donde Yeosang prefería al padre se sus hijos y se alejaba de su lado.

No tenía nada por decir, las palabras no salían de su boca, tenía un nudo increíblemente grande y fuerte dañándole la garganta, impidiéndole que algún sonido saliera de ella.

—Perdón, Yun... Lo arruiné todo, perdón... Por favor, te pido que me des una segunda oportunidad, te juro que ahora será diferente.

Yunho negó, los ojos de Yeosang se abrieron grandes para pronto llorar a cascadas.

—No... No te perdono... Porque no hay nada que perdonar ¿Qué fue lo que sucedió?

—Él... Llegó, sabes como es, bromeó y dijo tantas cosas para después besarme, intenté separarlo pero ahora si que no podía hacer mucho, sabes que no puedo esforzarme. De verdad lo intenté pero pensé en mis bebés, no quería que ellos sufrieran daño y solo esperé a que se alejara pero te prometo que lo golpeé para que parara.

—Ese hijo de pu...

—Perdón, Yunho.

Yunho volvió a negar mientras tomaba el rostro del castaño para llenarlo de besitos y concentrarse en los gruesos y esponjosos labios del menor intentando hacerlo olvidarse de los de Youngmin, intentando borrar ese beso para que solo los de él se quedaran y Yeosang dejara de sentirse fatal.

Después de una hora en la que solo se besaron porque Yeosang decía que no era suficiente con los besos que el pelinegro de le había dado, al fin se pusieron de pie cuando el vientre del castaño sonó. Cenaron juntos y después Yunho llevó a Yeosang a la cama, no vivían juntos, a veces Yunho se quedaba pero ya se había quedado el día anterior y no sabía si en algún momento era una molestia para el embarazado.

—Buenas noches, amor, recuerda que no tienes la culpa de nada, Youngmin y yo arreglaremos esto, no me gusta llegar a los golpes pero lo haré si es necesario.

Yeosang recibió el beso que Yunho le dio después de hablar, para luego mirarlo con un puchero. El pelinegro lo notó y sonrió un poquito aunque ni siquiera sabía a que se debía ese puchero.