𝐁𝐚𝐧𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐄𝐬𝐩𝐞𝐫𝐦𝐚 // ʸᵘⁿˢᵃⁿᵍ

✧Cap ⅬⅨ

(Al teléfono)

—De verdad quería estar con ustedes... Perdón amor, me surgió un cliente importante.

Yeosang caminó lejos del celular hasta el cajón donde guardaba la ropa de bebés que había estado comprando durante los siete meses, para volver a la cama donde la llamada se mantenía.

—Tranquilo Yun, estamos bien. Los bebés se han mantenido tranquilos, solo se mueven cuando tenemos hambre... O cuando te extrañamos.

Hizo puchero mirando la pañalera enfrente de él.

—Bebé, te quiero demasiado... A ti y a los pequeños, me pone muy feliz saber que me extrañan.

La felicidad en la voz de Yunho hizo a Yeosang sonreír sintiendo su pecho estallar de amor y a sus pequeños moviéndose.

—Nosotros también te queremos.

—Eso es bueno, me alegraste toda mi existencia con solo decir eso.

Yeosang se rio un poco para seguir en lo suyo.

—Bien... Me tengo que ir ahora, mi cliente terminó de ver las coreografías que arme, deséame suerte, bebé... También porque se que San quiere salir de su trabajo y pasar más tiempo con su hijo así que estoy pensando en proponerle trabajar conmigo, sería bueno pero será cuestión de que acepte ser mi aprendiz para luego ayudarme a crear coreografías.

—No la necesitas cariño, eres tan genial y produces tan bien que estoy seguro que a tu cliente le encantará y por lo de San me alegra saber que lo quieras ayudar con eso, tienes un corazón increíble, mi amor.

—Si miraras como están mis mejillas ahora te estarías riendo... Ahora si te dejo, cuídense mucho, nada de hacer fuerza o salir a calle, les dejé mucha comida chatarra en la alacena y en el refrigerador, probablemente me tarde unas cuantas horas más en mi estudio pero llegaré justo para la cena.

—Eres un hombre muy tierno, Yun. Siempre tenemos mucho cuidado bebé, no te preocupes por ello y gracias por la comida, de hecho mientras hablamos se me antojó un pedazo de pizza pero me conformo con mis papitas en forma de pececitos.

Se rio un poco para después escuchar la respuesta de Yunho y al fin colgar. Ese día Yeosang se encontraba alistando la pañalera de los bebés, estaba a dos meses de que sus bebés nacieran, el doctor Lee ya le había recomendado alistar la ropa de los bebés, incluso la suya para cuando el momento llegara y eso estaba haciendo. Yunho quería ayudar con ello pero algo le surgió en el trabajo que no se pudo quedar con el castaño.

Yeosang al fin cerró la pañalera, todavía le faltaban algunas cosas más por alistar pero esperaría a al pelinegro, él en verdad se miraba emocionado con la idea.

La puerta de casa sonó, sus hinchados pies lo dirigieron a esta para abrir y encontrarse con Youngmin y un ramo de flores. Yeosang suspiró, nuevamente era él y nuevamente regresaba con flores.

Youngmin pasó de un ágil movimiento logrando arrastrar a Yeosang al mismo tiempo que él entraba, cerrando la puerta con uno de sus pies.

Yeosang abrió los ojos demasiado grande, iba a caer y no iba a ser bueno. Youngmin logró atraparlo antes de que tropezara, con rapidez lo dejó en el sillón para después sentarse muy cerca del castaño que se mantenía asustado y con el corazón latiendo al mil.

—Hola, Yeosang ¿Cómo han estado? —preguntó sonriente.

Y la cabeza de Yeosang dolió, Youngmin se había vuelto irritante, el embarazado con mucho esfuerzo lograba escuchar su voz sin tener jaquecas o sentir como su sangre hervía.

—Estamos bien —contestó sin importancia.

—¿Te encuentras bien? Siento que te interrumpí en algo importante.

—Estaba haciendo mi maleta, pronto tendré a mis bebés y tengo que tener todo listo.

Youngmin se levantó con rapidez y una sonrisa gigante mientras intentaba levantarlo del sillón.

—Vamos, te ayudaré con ello.

—¡No! —gritó al recordar que Yunho lo ayudaría—. Perdón. No, estoy esperando a Yunho.

Youngmin dejó de sonreír para suspirar. Yeosang regresó al sillón para suspirar de la misma forma.

—¿Qué pasa con ustedes?

—No pasa nada, Youngmin

—Pero... Siempre están juntos, hacen todo juntos, siempre está en tu casa, bueno las veces que he venido él también está aquí...

—Perdón Youngmin pero eso no te incumbe....

—Entonces.... Tampoco le incumbe a Yunho enterarse de esto.

Yeosang intentó alejarlo de él en cuanto sintió sus ásperos labios en los suyos. Youngmin movía su boca con rapidez mientras Yeosang solo podía golpear sus hombros intentando alejarlo, sin causarle daño a sus bebés.

El chico al fin se alejó sonriendo para pronto decir algo pero las palabras se quedaron en su boca cuando recibió un golpe en su rostro por el enfadado embarazado.

—¡Vete de mi casa! —gritó, estaba rojo y no por la vergüenza, se sentía tan molesto con el chico.

—Pero nos hemos besado antes ¿Por qué te molesta ahora?

—Eres un idiota Youngmin, en los besos anteriores yo tampoco quería, me besabas y te dejaba porque no sabía cómo decirte de la manera menos dolorosa que no me interesas ¿Pero sabes qué? Se acabó Youngmin, estoy saliendo con Yunho, te prohíbo que te acerques a mí, no te quiero cerca nuevamente ¿En serio no miras a tu alrededor? Desde el primer momento te dejé en claro que esto no pasaría pero insistías e insistías aún cuando mis repuesta eran no, estás tan empeñado en que seamos algo que no notas a la magnífica persona que te ama y perdón por decirlo pero esa persona no soy yo, porque no te amo, amo a otra persona y eso no cambiará solo porque me beses sin mi permiso.

Youngmin lo miraba con la boca abierta y con una mejilla ardiendo por el golpe. Se puso de pie en silencio y se marchó del lugar. Yeosang se quedó en el sillón temblando por la furia que sentía en su cuerpo pero pronto intentó calmarse, estaba a nada de tener a sus bebés, un paso en falso y estaría en labor de parto, no quería eso, el mes pasado se había llevado el más grande susto de su vida al pensar que sus pequeños se habían adelantado a su tiempo, ahora no permitiría aquello nuevamente.