El lado no-divertido del TDAH (19)

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POV Shisui

Durante la universidad empecé a tener muchos problemas, más difíciles de sobrellevar de lo que me gustaría admitir. Problemas con la carga de materias, problemas con mi familia y sus creencias, problemas con lo que comía y con lo que dormía.

Mi única salvación era Itachi.

Un día desperté dándome cuenta de que tenía veintitrés años y seguía sin avanzar por la vida. Mis amistades estaban terminando sus estudios, los que no estudiaron estaban emprendiendo negocios, viajando o teniendo hijos; y yo solamente estaba ahí, tratando de cursar la universidad mientras intentaba no perder la cabeza sobre mis hombros.

Estaba atravesando la crisis de los veintes desde hacía cuatro años, y estaba en el apogeo del asunto donde sentía que si no hacía algo en ese momento, nunca iba a hacer ni lograr nada. Y la idea me atormentaba demasiado. Constantemente. Día con día. Quería avanzar lo más rápido posible y comerme al mundo, pero sabía que si lo intentaba iba a terminar mandando todo al demonio en cuanto empezara a sentirme abrumado.

Llegó un punto en que transicioné de pasar hambre porque no tenía la oportunidad de comer por mi caótica y apresurada vida, a pasar hambre por gusto, porque era lo único que sentía que podía controlar. Sentía que controlar lo que me llevaba a la boca era controlar una pequeña fracción de mi vida. Y el único que se dio cuenta de eso fue 'Tachi.

Ahora sé que estaba desarrollando un trastorno de la conducta alimentaria.

—Estás más delgado —me dijo, pegando mi ropa holgada a mi torso.

—Siempre he sido delgado —le refuté, tratando de ocultar las pistas de nerviosismo en mi confianza. Trataba de restarle importancia al asunto, no quería hablar de esto con nadie.

—¿Estás comiendo bien? Últimamente he notado que no quieres comer durante el almuerzo. Estamos casi todo el día en la universidad.

—Como en casa, 'Tachi.

Pero Itachi no me creyó.

Al día siguiente llegó a la escuela con el almuerzo más grande que no había llevado nunca, y me invitó a comer con la tonta excusa de "Oh, ¿Y ahora qué haré con tanta comida? Deberías ayudarme, Shisui". Y empezó a tomar sus almuerzos conmigo o me acompañaba los primeros minutos de mi descanso para verme comer; no le importaba que lo regañaran en su casa.

—Come conmigo, Shi. Traje suficiente para los dos.

Gracias a él, mi problema no siguió desarrollándose.






♥♥♥

Noventa y seis capítulos después me di cuenta de que abordé a Shisui y su TDA-H con todas las vertientes posibles jajaja (ya saben, rio por no llorar xd).

Y bueno, en este capítulo quiero hacerles una pregunta seria:
¿ObiKaka o SasoDei para un libro así con otro trastorno (bipolaridad)? Yo me iría por ObiKaka porque -aunque no soy fanática del shipp- siento que el kks aguantaría más; pienso que Sasori dejaría a Deidara a la primera jajajaja.

Por cierto, ¿Les gusta el T/ObiDei? Yo lo odio, aunque visualmente es atractivo (porque hay que admitirlo: Obito es sexy xd).

¡No les aseguro nada! Tampoco estoy queriéndome echar flores encima por hablar de esto o lo otro, saben bien que en este libro estoy compartiendo mi experiencia y si todo sale bien (o mal jajaja) una nueva psiquiatra especialista en TB me dará un diagnóstico o me dará de alta, ah.

Por cierto, gracias infinitas a las personas que leen estas notas finales mías uwu, me hacen sentir escuchada/leída, no sé, es como si validaran mis pensamientos (?).

Cortos ShiIta: Fallas en la mente de ShisuiWhere stories live. Discover now