Cortos ShiIta: Fallas en la mente de Shisui

Solo te estoy haciendo una pregunta

Estaban en el transporte público volviendo de un día pesado en la universidad. Itachi estaba recargado en el hombro de su novio y este lo rodeaba con su brazo por la cintura, acurrucándolo a su lado.

–¿Ves esos edificios de ahí, mi amor? ¿Cuánto crees que cuesta un departamento en esta zona? –.

Itachi abrió un ojo; estaban en una zona media alta de la ciudad.

–No lo sé, Shi –. Y cerró su ojito de nuevo, esperando que su novio lo dejara seguir durmiendo –o al menos descansando porque tenía que llegar a casa a hacer tarra–.

–Vamos, baby, tira un número al azar. ¿Medio millón? ¿Más de un millón? –.

La comadreja suspiró y se acomodó en el asiento. Miró a través de la ventana los edificios cafés con un acabado feo y respondió:

–No lo sé, Shisui. No soy buena estimando precios. Es una zona cara, pero los edificios son feos –.

–¿Y cuánto crees que cueste un departamento? –.

–No lo sé, Shi… –. La comadreja empezó a perder la paciencia. No solo lo había despertado su novio de su sueño reparador, estaba haciendo la misma pregunta a la que ya había respondido un par de veces.

–Solo di un número –.

–¡PTM, que no lo sé! –. Y finalmente la persona pacífica que estaba a su lado alzó la voz.

–Tranquilo, baby, solo te estoy haciendo una pregunta –.

–Y yo ya te respondí que no lo sé al menos tres veces. Deja de insistir. No lo sé ni me importa cuánto cuesta un departamento feo en esta zona. Seguramente es muy caro y de cualquier manera no lo puedo pagar con mi beca. Así que no lo sé y no me importa –.

Shisui estuvo callado el resto del camino.

–Shi… ¿Estás enojado? –.

–No lo sé, tú dime –.

PTM, pensó Itachi. Ahora tenía que buscar una manera de contentar a su novio o seguirle el juego, y ninguna opción le gustaba porque él estaba seguro de que el enojo del otro no era su culpa.

A veces, Shisui no se da cuenta de lo que dice. Habla antes de pensar; y cuando dice algo, ya es muy tarde para reflexionar al respecto.