CAPÍTULO 17

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Los ojos pesados apenas podían abrirse, a los lejos podía escuchar algunos ruidos, pero por más que intentaba abrir los ojos estos pesaban enormemente.

Noah intentó una y otra vez poder incorporarse y después de un tiempo pudo abrir los ojos y observó el lugar.
Se encontraba en una pequeña cabaña en un lugar desconocido, con mucho cuidado se puso de pie y observo su cuerpo magullado, al parecer su abuelo antes de dejarlo en ese lugar le dio una gran paliza.

“Viejo demente

Caminó unos pasos hacia la ventana de la habitación. Solo había muchos arboles y mucha vegetación, al parecer la cabaña estaba en medio de un bosque.

“Maldito viejo psicópata”

La rabia se había esparcido en el cuerpo de Noah y ya había logrado despertar por completo.

Caminó lentamente por la cabaña con dificultad, algo pesaba y molestaba en su pierna. Cuando revisó su tubillo descubrió una tobillera idéntica a las que utilizan con los delincuentes. 

“Maldito viejo de mierda” grito eufórico.

Su abuelo lo había encarcelado en una gran cárcel en medio de un bosque perdido y además monitoreaba todos sus movimientos, la frustración envolvió todo su cuerpo.

Su espíritu siempre fuerte parecía cansado ¿Qué había hecho mal? ¿Enamorarse es un pecado tan grande? Al parecer se atrevió a mirar muy alto. El dolor le apuñalo en corazón, recordó a Oliver y su corazón no quería más que llorar por estar lejos de su calor.

“Jamás pensé que se podría ser más miserable”

De repente la puerta principal de la cabaña se abrió y entró una pequeña joven de grandes ojos grises y grandes dientes blancos.

“Oh, ya despertó… pensé que se iba a morir… lleva como tres días durmiendo”

Noah miró con gran enfado a la pequeña mujercita que acababa de entrar.

“¿Quién eres tú?”

“Disculpé, no me presenté… mi nombre es Geny. Yo soy su carcelera”

Noah miró a la mujercita con mucha desconfianza, más que carcelera parecía una maestra de jardín de niños. De pronto su atención se fijó en la mano de Geny. Llevaba una gallina tomada de cuello, la pobre criatura se tambaleaba intentado escapar.

“Lo siento, debí matarla antes de entrar, pero cuando vi la luz en la cabaña vine muy rápido”

Geny apretó con fuerza el pescuezo del ave y la estranguló con solo una mano hasta que el animal ya no se movió.

La Búsqueda de la Mariposa ( Finalizada) Where stories live. Discover now