CAPÍTULO 10

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La familia Williams no podía ser más afortunada, en una hermosa tarde de primavera fueron bendecidos con dos hermosos bebés rubios con ojos celestes tan claros como el agua.

Con el pasar del tiempo ambos pequeños se manifestaron como omegas dominantes lo que trajo mucha más alegría y orgullo a su abuelo. Maya y Elián Williams eran la exacta manifestación de la belleza, dignos herederos de una distinguida familia.

Toda aquella alegría pronto se vio empañada por un desafortunado giro del destino. Elián y su padre sufrieron un terrible accidente automovilístico el cual cobró la vida del padre.

Elián quedó atrapado en los restos de automóvil y apenas sobrevivió, estuvo varios meses sin despertar casi al borde de la muerte, aquellos días Maya solía quedarse junto a él noche y día esperando que abriera los ojos y poder volver a escuchar la voz de su hermano.

Cuando por fin despertó, Maya y su madre estaban a su lado, pero su abuelo no.

La terrible razón por que el abuelo dejó de visitar el hospital fue que los médicos le informaron que su amado nieto había recibido un daño irreparable en la zona del vientre, un gran vidrio se había incrustado en el cuerpo del joven y había destruido por completo el útero del chico y jamás podría embarazarse, tambien habia un gran daño en el cuello y tampoco podría producir feromonas, todas sus características de omega habían sido destrozadas.

Aquella mañana en la cual Elián despertó, no solo tuvo que enterarse de la muerte de su padre, también que se había convertido en un omega seco e inservible y del abandono de su abuelo. El dolor que sintió ese día dejó una gran cicatriz mucho mas grande de la que había quedado en su pubis.

"¿Ese viejo miserable no se quedó a acompañarte en tu cumpleaños?"

"No quiero hablar de eso... este cumpleaños fue un fiasco"

Maya se sentó en la cama y se cruzo de brazos como una niña malcriada

"Bueno eso es evidente puesto que estás encerrada aquí conmigo y tus invitados aún están en la casa"

"Espere toda noche a alguien especial, pero no llegó"

"Es posible que exista en el mundo un hombre capaz de dejar plantada a la virtuosa Maya Williams?"

La expresión de Maya parecía triste, aunque fue criada como una princesa no era caprichosa y de verdad se sentía desilusionada.

"¿Te gusta mucho esa persona?"

Los ojos de la muchacha se iluminaban con solo recordar a aquella persona. Maya fue criada para ser la heredera de toda la fortuna de la familia Williams, toda su vida fue organizada por su abuelo y ella siempre hizo todo lo que su abuelo le ordenó sin reclamo alguno, pero esta vez era la primera vez que había puesto sus ojos en una persona en la cual sabía que tendría toda la aprobación de su abuelo, pero aquel hombre no mostraba interés alguno en ella.

"Hermano debes ayudarme, no se como hacer que esa persona se fije en mi... Es tan distante, a veces parece que es inalcanzable"

Elián tomó las manos de Maya y las acarició tiernamente.

"No existe en el mundo alguien que pueda rechazar a mi hermana... dime quien ese ciego imbécil"

"Su nombre es Oliver... Oliver Dunne. ¿Lo conoces?"

El nombre de Oliver retumbo en el corazón de Elián, por supuesto que conocía a ese hombre. En su mente instantáneamente se proyectaron imágenes de sus cuerpos enredados en pasión, pero aquello era algo que no podía contarle a su hermana, al parecer no solo tenia que seguir escapando de Oliver, si no que tendría que desaparecer completamente, aunque su corazón se rompiera después.

"¡Elian! ¿Qué le paso a tu mano? Estas sangrando..."

"No te preocupes, no es mi sangre" 

La Búsqueda de la Mariposa ( Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora