Capítulo 20 -Celebración-

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Dos meses después.

Nahia y yo, cumplimos hoy cuatro meses de andar, le tengo una sorpresa, voy a comprarle su vino favorito que es el Pinot Noir de Cavit, iremos a cenar a un restaurante, pasaré por ella, a las 8:00pm

Mientras tanto iré a comprar unas cosas que necesito para esta noche, me dirijo al super, luego al museo, justo voy entrando. Escucho una voz que reconozco de inmediato.

—¡Hola, Candela! — volteo, es Elian, me saluda cordialmente, le regreso el saludo, no pensé toparme con él.

—Te ves muy bien, — articula con amabilidad, continua; —ya que te encuentro, no he tenido la oportunidad de agradecerte por lo que has hecho por mí, me enteré lo que ha pasado, no soy quién para juzgarte y lo que ocurrió hace unas semanas con Adler, está fuera de sí, desde que te fuiste de la casa de Ian, no ha vuelto ser el mismo, ha pasado por mucho, su madre adoptiva murió hace un mes, se ha distanciado de Alek Ferretti y ha negado hablar con su padre, se ha alejado de todos, excepción de Vlad y yo, es nuestro amigo y no lo queremos ver mal. —expresa con preocupación.

—Por esa razón me atrevo a pedirte, por favor que hables con él, arreglen las cosas entre ustedes, sé que se aman, comiencen de nuevo, han pasado por mucho, te necesita, te ha buscado desesperadamente, por varios meses, dense una oportunidad por favor. —formula.

Recuerdas la forma en que me trató con lo de Madison, lamento lo que le pasó pero que venga a culparme y a asegurarse que fui yo y dices que está muy mal, lo siento mucho, pero yo no puedo hacer nada por él.

—Dime Elian, ¿él te mandó a seguirme y que me dijeras todo esto, o están planeando algo en contra mía acaso? — pregunto

—Claro que no— responde

—Elian, lo siento al decepcionarte, pero no quiero saber de Adler, estoy tratando de empezar de nuevo con otra persona, él ya es pasado, no puedo hacer nada, tiene a Madison, que sea feliz con ella o con quien quiera. Eres un buen amigo Elian, pero...

—Por favor, por lo menos déjale saber que ya estas bien, con lo de Madison están averiguando quien fue, efectivamente no fuiste tu y eso lo hace sentir mal por lo que te había dicho, ha cambiado mucho estos últimos meses, ya no es el Adler que conocemos, él está muy mal, hay cosas que deberías saber, pero solo a él le corresponde decir.

—No me chantajees Elian. — profiero

—Claro que no, ¿dime que debo de hacer? te suplico que hables con él, una sola vez, te prometo que no vuelvo a pedirte nada, por lo menos piénsalo. —responde Elian.

—No sé, lo que me dices, no sé qué pensar—

—Por favor Candela, sin saber de ti estos meses se ha peleado con todos, no quiere hablar, sale todos los días a buscarte para pedirte perdón por lo que te dijo, ya ni va al trabajo, designo a un empleado a que lo reemplazara.

—De hecho, contrató a el detective Scott para buscarte y un centro de rehabilitación para ayudarte.

—¿Qué dices, el quien se cree para hacer eso? Es un idiota.

—No, Candela, el solo quiere ayudarte, él está arrepentido y quiere apoyarte, por favor en nombre de la ayuda que me has dado y el buen corazón que tienes piénsalo por favor.

—Está bien, lo pensaré, pero no te prometo nada. — le indico.

Me da un abrazo y se despide. Entro al museo a recoger el cuadro que siempre ha querido Nahia, me dirijo a mi auto para llevárselo. Veo de retroceso, hay un auto que me está siguiendo, esto no es la primera vez, pero le daré un escarmiento. Me dirijo a un lugar apartado y alejado de la ciudad, aparco el auto y bajo del carro, salen dos tipos y me siguen, le salgo a la tangente con el arma, apuntándoles.

Les pregunto —¿Quién los mandó? —

Sonríen con burla, —¿Quién crees perra loca? —Ya veo, Kristen, y que los mandó hacer, — interrogo

—¿Qué crees? —responden, vienen hacia mí, uno con un arma de fuego y el otro con un arma blanca.

Casi me atrapan, giro y le doy un golpe al tipo grandulón con cara de pocos amigos, justo donde más le duele, logro correr, el otro me logra atrapar, viene otro tipo, son tres, me agarran del pelo, forcejeo, pero son tan fuertes que ni lo sienten, me dan una golpiza que siento como pierdo el equilibrio, me dejan botada y se largan, pero logro dispararle a uno de ellos, en el brazo derecho.

—Maldita perra, dispárale— dice uno de ellos, baja uno del auto y van por mí.

Logro levantarme, justo viene el tipo, me agarra del pelo y me arrastra varios metros, logro sacar un spray y le rocío gas pimienta en los ojos, mientras gritaba, le meto un golpe en el peroné y en otras partes del cuerpo y logro escaparme de ellos, uno de los tipos recibe una llamada, logro escuchar.

—Dile a la jefa que la perra logró escapar, — dos compañeros están heridos, ya la estamos buscando y termina la llamada.

Corro lo más que puedo, salgo del lugar silencioso y subo a mi auto y voy a toda prisa en la comisaría y llamo a Nahia para avisarle, pero no me contesta.

—Candela ¿qué te pasó? necesitas que te atiendan de emergencia— exclama el inspector Castello.
—Unos tipos me estaban siguiendo y me atraparon, me dieron una golpiza, son enviados por Kristen, espero que esta vez me crea inspector. — declaro

—Quédate aquí, necesito informarle esto a mi quipo, ahora vuelvo. —indica

Sigo insistiendo en comunicarme con Nahia, pero no me contesta, llamo a Nina su madre y tampoco me contesta.

Aparece el detective Scott, —necesitas declarar, antes pasa a enfermería, para que te curen esas heridas. — Asiento y hago lo que me dicen, pero estoy intranquila, por Nahia, pasan las horas, y nada, me estoy preocupando, justo salgo de la comisaría, aparece Ian.

—Candela, por favor.

—No, Ian, déjame en paz, — respondo

—Necesitamos hablar— pronuncia con arrepentimiento en su voz y mirada.

—¿ahora que quieres con la asesina, maniática? Le digo.

—Salte de mi camino o no respondo —le respondo a Ian. Salgo y el agente Scott se ofrece a llevarme, por seguridad, acepto y nos vamos.

SUEÑOS EN LA REALIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora