Nos dicen de pequeños que los lazos mas fuertes son los que tienes con tu familia, pero ¿Qué sucedería si ese lazo es lo que mas deseas destruir?
Adrien era un chico que paso la adolescencia deseando algo que se le era prohibido, mientras que Marine...
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Desequilibre
Han pasado dos días desde que Adrien se había perdido por exactamente dos horas. Se suponía que cenaríamos en cuanto papá y yo llegáramos a casa. En lo que entre, mi madre me dijo que Adrien había salido sin avisarle, pero ella pensó que tal vez se le había olvidado algo en la casa de Luka o tal vez fue a comprar helados por el enorme calor que hacía. También que le pareció bastante extraño que saliera corriendo sin cerrar la puerta. Cuando fue a ver todo el jaleo que armo al bajar por la escalera, vio la puerta de nuestro hogar hasta atrás. Le parecía extraño, sin embargo, no se preocupó.
Es Adrien después de todo, de su hijo del cual estamos hablando y conocemos lo descuidado que es en ciertas veces.
Aunque nada de eso me convenció. Fui directamente a mi habitación luego de cenar, y marqué a Luka a su teléfono. Mientras marcaba, empecé a calzarme las deportivas en caso de malas noticias. Adrien no había aparecido en horas, ni siquiera para cenar su comida prefería.
Estaba preocupada y no saber donde esta o que no responda mis mensajes, sabiendo lo insistente que es para hablar por teléfono, me llenaba de ansiedad.
—¿Hola? —menos mal Luka atendió.
—Luka, ¿Adrien está ahí contigo? —pregunte, rogando a mis adentros que estuviera ahí.
—¿Adrien?, no, no se encuentra aquí, lo último que supe de él fue que iba a ayudar a papá Tom con la panadería —por poco el teléfono se cae de mi oído en cuanto me tambaleé. Mi corazón se acelero y no quise pensar lo peor al pensar en una horrible situación—. ¿Todo bien, princesita? ¿Te encuentras bien?
—Te llamo después —lo oí llamarme, pero corté de inmediato.
Corrí escalera abajo para ir a buscarle. Si Adrien no aparecía en casa a estas horas solo significaba que posiblemente le sucedió algo malo, más por el hecho de no estar con Luka. Estaba muy preocupada y puede que estuviera exagerando, pero dentro de mi corazón había un mal presentimiento. Necesitaba verlo. Ver que estaba bien, sano y salvo. Abrí la puerta de golpe y doble en la esquina.
