LVII- Promesa rota

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-Limón, Limón. ¿Estás aquí?- dijo alguien tocando la puerta.

-¿Qué?- preguntó sorprendida al despertar.

-Limón, abre por favor- repitió esa persona. El Limón obedece y abre encontrándose con un ANBU.

-Limón, Tsunade-sama te espera. Recoge tus cosas, yo te escoltaré-

El Limón aun adormilada se apresuró a recoger todas sus cosas y salió detrás del anbu, conforme avanzaban descubrió ya era más de media noche, además que toda la aldea estaba en silencio.

-Oye, tu sabes sí

-Guarda silencio, por favor- dijo el ANBU, ella obedeció, ni siquiera lo cuestionó cuando en lugar de ir a la masión hokage fueron a lo que al parecer era una construcción anexa al edificio de interrogación, ingresaron a una oficina, sólo hay una una mesa y dos sillas.

-Espera aquí- dijo el ANBU al salir, ella no supo como reaccionar hasta que escuchó lo que parecía ser un suspiro muy suave, se asomó y detrás de la mesa, en el piso había un moisés.

-¡Kumo!- gritó el Limón al verla, de inmediato la sacó de ahí y cargó, la bebé había estado llorando hasta cansarse, pues sonaba un poco ronca, eso molestó al Limón, pero decidió tranquilizarse, lo último que quiere es quedarse ahí más tiempo por una estúpida discusión.

-Tranquila Kumo, ya estoy aquí, ya nos vamos- le dijo a la niña y comenzó a arrullarla, ella en cuestión de minutos se quedó dormida.

Casi una hora después entró Shikamaru, al verlo el Limón no desconfió pues detrás iba Tsunade, incluso le sonrió.

-Ahí está tu hija, para poder llevártela tienes que cumplir con una serie de condiciones- dijo el chico, la mirada que le dirigió al Limón le hizo saber que algo había cambiado, era el mismo de antes, su tregua se acabó ¿pero por qué?

-¿Qué condiciones?- dijo sintiendo un escalofrío que la obligó a acercar más a Kumo a su pecho en un intento de protegerla, pero Shikamaru no respondió, entonces entró un anbu a la habitación, le dijo algo a Shikamaru y el sonrió perversamente, el Limón vio a Tsunade pero ella estaba más entretenida bostezando.

-Te irás de aquí, te llevarás a tu hija, no podrás contactar a nadie, entregarás todas las joyas, propiedades y dinero que ganaste como prostituta, además tu hija tiene prohibido desarrollar sus habilidades ninja-

-¿Estás loco? no puedes obligarme a entregarte nada. Todo eso me lo he ganado yo, no importa cómo- el Limón no puede creer lo que dice el Vago, ahora se arrepiente de no haber esperado a Daikuro, pero no importa, si eso quieren los de la Hoja ella les entregará todo.

-Tranquila, Limón. Mi padre pensó en todo. De esta reunión saldrás casada y tu hija tendrá un apellido para que puedas empezar tu nueva vida... pero tienes prohibido acercarte a las aldeas ninjas-

-¿Qué?, ¡no!... estás loco-  dijo mientras miraba a Tsunade quien seguía indiferente a todo lo que pasaba, estaba tan concentrada intentando entender qué pasaba, ¿una trampa?, claramente lo era y lo confirmó cuando vio a Shikamaru abrir la puerta y vio entrar a Daikuro escoltado por tres anbus, está muy herido, para contenerlo lo envolvieron en hilos de chakra y papeles bomba.

-¡Shikamaru qué!!!- el chico sonrió y encendió un cigarro y comenzó a tirar la ceniza a lado de Daikuro, el Limón comenzó a llorar, si una chispa lo alcanza será el fin de Daikuro.

-Shikamaru, estás loco. ¡Deja a Daikuro en paz!, sabes que él no tiene nada que ver-

-Vamos, deja de defender a tu padrote-

RefugiadaWhere stories live. Discover now