¿Estoy Loco? Es por Amor | 707 yandere x MC

《CAP 63》La locura de Seven

(Una semana después de Mint Eye)

Narra Seven

No me siento diferente. Después de matarla, no siento que nada haya cambiado. No me siento mejor, tampoco peor. En realidad, ni siquiera sé qué es lo que siento. Pero eliminé a lo que más odiaba, esto debe ser felicidad.

Ese maldito dolor de cabeza no desaparece. Incluso intenté tomar píldoras, pero es inútil. Lo mismo pasa con el insomnio, pero es mejor si no duermo, no habrán pesadillas si no cierro los ojos. Y MC tampoco parece dormir mucho estos días, a veces la he escuchado sollozar a mitad de la noche... Parece que le gusta llorar, ¿acaso es divertido?

Esta sensación es muy extraña, es como si no hubiese luz, ni color. No se siente como ninguna emoción, ¿eso tiene sentido? No importa, el alcohol ha sido buena medicina contra ese malestar.

—¡Seven! ¡Despierta ya!

—¿Ehh? ¿Qué...?

El agua estaba jodidamente fría. De todas las formas en las que pudo despertarme, ¿por qué diablos tenía que meterme a la regadera?

—Agh... Maldición, MC. ¿Por qué hiciste eso?

—Volviste a emborracharte hasta perder la consciencia— MC me tomó de la mano y me ayudó a ponerme de pie. —Por favor, ya deja de hacer eso, no despertabas por más que te llamara...

—Pudiste dejarme ahí y esperar a que despertara por mí mismo, no bañarme en agua helada. Ugh...

Salí del baño y subí a la habitación a buscar ropa seca para vestirme. Después de unos minutos bajé; fui a la nevera en la cocina y tomé una cerveza, la abrí y tomé un trago.

MC apareció en la entrada de la cocina. Tenía una mirada de preocupación, una mirada que ya estoy acostumbrado a ver.

—Seven, ¿qué hacías con un arma? Esto estaba a tu lado cuando te encontré— sostenía mi arma en su mano de una forma muy cuidadosa.

—No lo sé, tal vez haya intentado jugar a la ruleta rusa.

—¿Qué...?

—Relájate, es solo un chiste estúpido— tal vez. —Me gusta llevar un arma conmigo, ¿cuál es el problema? Saeran no dejaba de joder anoche, quizá pensaba en dispararle.

Odio a Saeran. Me tiene harto con sus estupideces y su mirada detestable. Hice justicia por él, pero parece que no es suficiente. Vaya imbécil.

—No deberías de tocarla, dame eso— le arrebaté el arma y me acerqué a ella. —Solo un “bang” y alguien muere. Es peligroso, podrías jalar el gatillo por accidente y matarme. Pero... Descuida, te perdonaré.

—¿Qué? No digas cosas así...

Ella actúa extraño cuando me ve con un arma, pareciera sentir miedo. Me hace pensar que está dudando de mí y eso me molesta.

—MC— la empujé contra una pared y la acorralé, apoyando mi mano que sostenía el arma en la misma pared al lado de su rostro. —No estoy de muy buen humor...

Jalé su blusa hasta descubrir sus hombros y comencé a besar cuello.

—¿Crees que podrías hacerme sentir mejor?

・・・

—Ahh... S... S-Saeyo... Ung...

—MC... Ah... Bésame.

—S-Sae... T-te...

Su piel es tan suave como siempre, tan fácil de herir. Los mismos delicados brazos y piernas que podrían romperse sin mucha dificultad.