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CAPÍTULO 44
Las manos.
Olivia.

Camila ya no se sentaba con nosotros, bueno, cuando venía a clase, que quizás máximo eran tres días a la semana, siendo sincera comenzaba a estresarme, a la salida me iba con Susan, no volví a ver al padre de Camila esperándonos en la entrada, siendo sincera todo eso se me hacía muy extraño, este viernes tendríamos el primer examen, me sentía mal, me molestaba ver a Camila tan alejada, se suponía que éramos tres, no dos. A Susan parecía que ya no le importaba, con Lina era con la única que podía hablar sobre el tema y tampoco era como si me pudiera ayudar tanto, no sabía que decirme, yo lo había intentado, me había acercado a ella y me había ignorado por completo, como si no existiera.

—¿Te pasa algo?—preguntó Charlie.

Aquí estaba el otro problema, a pesar de que Charlie y yo ya no éramos pareja él seguía ahí, me hablaba como si no hubiera pasado nada, me trataba exactamente igual, solo que ya no tomaba mi mano en los pasillos, ni me besaba, pero sus palabras tiernas y preocupadas seguían ahí y comenzaba a sentir como asfixiada, ninguno le había dado la noticia a nuestros padres, siento que la excusa era que no habíamos tenido ninguna cena con ellos como antes, ni siquiera después de ir a la iglesia juntos cada sábado.

—No, no pasa nada.—le sonreí.—¿Cómo van con el proyecto de química?

—Bien, Susan es una buena compañera.—comentó y yo asentí.—¿Te juntarás con Lina y Valentina hoy?

—Sí, de hecho quedé con ellas en una cafetería del centro.—le respondí, ambos terminamos el recorrido hasta la salida del instituto y yo me detuve s esperar a Susan que venía detrás de nosotros con Álvaro.

—Las saludas de mi parte, hoy no las vi.—Charlie besó mi mejilla, movió su mano en forma de despedida hacía la pareja que venía a pocos metros, metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.—Nos vemos.

No le contesté y él siguió su camino alejándose de mi, pronto Susan y Álvaro estuvieron a mi lado, ambos hablaban de una serie que yo no tenía ni idea y después de unos minutos, él se despidió de nosotras y se fue.

—¿Y Lina?—me preguntó Susan mientras miraba a nuestro alrededor.

—Se tuvo que ir antes, tenía cita médica.—le contesté.

—Oh, ¿está bien?

—Sí, es rutinaria.—le respondí, ambas nos acercamos a la acera a esperar que algún taxi se detuviera.—Deberías sacar una cita nosotras también.

—¿Para qué?

—No sé, es importante.—le dije, saqué mi celular de mi bolso y sonreí al ver los nuevos mensajes de Lina.

Lina: ¿Puedes llegar antes a la cafetería?
Lina: Vine antes porque tenía que hablar con un chico, el ex de Jordan.
Lina: Pd: Me debes tres besos más, los estoy contando, recuerda.

Al leer el tercer mensaje sentí mis manos sudar, Lina y yo durante estas semanas habíamos pasado mucho tiempo juntas, en algunos recesos me iba con ella a sentarnos en algún pasillo, hablábamos mucho, bueno, quizás yo hablaba un poco más que ella y varias veces en los baños yo le “pagaba” con cortos picos en sus labios por contestarme cada pregunta tonta que tenía o por algún consejo, siendo sincera me sentía bien, me gustaba esto que las dos teníamos, no lo podía explicar, pero se sentía bien, no habían sido días malos.

Olivia: ¿Voy ya? Ni siquiera me he cambiado el uniforme, apenas estamos esperando un taxi. 
Olivia: ¿Cómo te fue en la cita?
Olivia: ¿El chico malo entendió?

Nothing Like UsWhere stories live. Discover now