14

730 60 7
                                    

CAPÍTULO 14

Momentos amargos.

Lina.

Camino de un lado a otro por el pasillo del hospital, papá está sentado en una de las tantas sillas que hay en el lugar, su rostro muestra preocupación, cansancio y tristeza, Fiorella había tenido una recaída en la madrugada y aún no teníamos noticias sobre ella, a pesar de pasar tantas veces por, no logramos acostumbrarnos, ¿cómo se podía? En cada de esas recaídas corría el riesgo de perder a mi hermana y me negaba a perderla, una persona como ella no merecía morir.

—Sientate.—Escucho su voz pero lo ignoro y sigo caminando de un lado a otro, incluso muerdo una de mis uñas, mi ansiedad no me permite estar quieta.—Siéntate o vete, Lina el ruido que haces me está estresando demasiado.

No le contesto y me empiezo a alejar, saco mi celular y le envío un mensaje para que me avise si tenemos nuevas noticias, no contesta, pero se que lo ha visto, así que guardo mi celular en el bolsillo de mi pantalón y sigo caminando hacía la salida del hospital, estar entre paredes blancas, rodeada de personas angustiadas, gente corriendo, dolía.

—La próxima avisa, me enteré gracias a tu vecina.—Me giro al ver a Jordan fuera del hospital, está sentado sobre un muro bastante pequeño.—No revisas tus mensajes, no en que parte del hospital estaban.

—Lo siento, lo siento.—Ambos acortamos la distancia entre nosotros y nos abrazamos.—Sabes que prácticamente me olvido de los demás cuando ella está mal.

—Sí, incluso de ti misma.—Jordan niega con su cabeza y golpea mi frente con una de sus manos.—¿Has comido algo tan siquiera? ¿Cómo está?

—Aún no tenemos noticias, salí porque empezaba a estresar a papá.—Lo veo asentir, baja la mirada a mis manos, están temblando, al igual que uno de mis pies no para de moverse.

—Ven, vamos a buscar algún lugar para desayunar, seguro tu padre te avisará si hay noticias.—Jordan toma una de mis manos entre las suyas y empezamos a caminar.—Mira, creo que eso es una cafetería.

Alzo mi mirada y miro el lugar donde está señalando, está en lo cierto, parece un restaurante, ambos en silencio nos acercamos está ahí, buscamos una mesa vacía y nos sentamos, se que no paro de temblar, incluso aún sigo mordiendo las pocas uñas largas que quedan en una de mis manos, agradezco, como siempre Jordan lo ignora para no incomodarme, él pide por nosotros cuando llega una mesera a tomar nuestra orden, me mantengo en silencio, Jordan habla y trato de concentrarme en lo que dice, ambos ya algo acostumbrados a esto, una forma de ayudarme y una forma en la que él no se volvía loco.

—Y Marcus nos mandó un meme genial, en serio, fue muy gracioso, luego te lo enseño.—Asiento, la mesera regresa con un té rojo y un café negro, coloca el té frente a mi y frunzo eelceño hacía Jordan.—Créeme, te hará bien.

—Los té son asquerosos, Jordan.

—Bueno, si me contestas así, voy a creer que ya estás mejor.—Él toma un sorbo de su café y luego apoyó su cara sobre una de sus manos.—¿Y? ¿Ha pasado algo con Olivia?

—Joder, superalo.—Rodé mis ojos.—Es un amor platónico del pasado, ahora somos amigas o eso creo.

—Un amor platónico a la que incluso le diste un regalo.—Me recuerda, halzo la palma de mi mano y me doy un golpe en la frente, maldigo el día en el que se me ocurrió hablarle sobre Olivia a Jordan.—¿Por qué él eso crees?

—No lo sé, no somos amigas normales supongo.—digo, mi celular empieza a sonar, lo saco y rápidamente contesto al ver que es papá.

—¿Cómo está Fio? ¿Pasó algo?—le preguntó.

Nothing Like UsWhere stories live. Discover now