Killer Queen | John Deacon

17 | Mala idea

La banda se había juntado a ensayar porque en dos semanas había surgido un concierto que Freddie había organizado.

En el momento de descanso, John y Roger salieron a la calle a fumar un cigarros y John aprovechó a contarle todo lo ocurrido hace dos días con Quinn.

- Cielos, Deaky. - exclamó su amigo. - Entonces las cosas no acabaron.

- No lo sé, no se si volvieron a empezar... - habló mirando hacia el horizonte. - De todas formas, la manera en que se fue de casa no me gustó para nada.

- Tiene 21 años John. - le recordó pensativo.

- Lo sé, pero estas cosas no van conmigo. Y sé que ella las puede cambiar. - se hizo un silencio por unos minutos.

- Esa muchachita Quinn... Es una asesina. - espetó. John al notar la expresión rió, "Killer Quinn" sonaba como "Reina Asesina". Freddie salió al patio.

- Killer Quinn... - observó Freddie pensativo, uniéndose al par. - ¡Killer Queen! - exclamó como si una gran idea hubiera ocurrido en su mente. - ¡Eso es, Killer Queen! ¡Es un gran nombre para una canción!

- Claro, qué coincidencia. ¿Quiere alguien pensar en lo que me está ocurriendo a mi? - preguntó John por lo bajo irónico, e inhaló de su cigarro.

- ¡No es mala idea! No lo había pensado, siempre digo cosas al azar y después me doy cuenta que serían excelentes nombres para canciones. - le respondió el rubio a Freddie.

- Cielo santo Deaky, tú y tus idas y vueltas con aquella mujer me dieron una gran idea para una nueva canción. Lo anotaré antes de olvidarlo.

Freddie corrió hacia adentro nuevamente, mientras Roger lo observaba estallado en risas.

- Maldito Freddie, siempre me saca las ideas y después termina haciendo lo que él quiere. - negó con la cabeza. Volteó a ver a John. - ¿Qué te ocurre?

- Hay algo en Quinn que me gusta, Roger - confesó mirando hacia el horizonte, sin prestar atención siquiera al tema de la canción.

- ¿Estás seguro?

- Lo estoy. Hay algo que me atrae como loco. - negó con la cabeza. - Pero veremos cómo sigue la cosa, no voy a tolerar demasiado éstos berrinches solo por decirle las cosas como son.

- Manos a la obra entonces. - Roger se encogió de hombros.

• • •

- ¿Y no vas a llamarlo? - preguntó Miranda obvia, después de escuchar lo que había ocurrido entre su amiga y John.

- ¿Estás escuchándome? ¿De qué lado estás Miranda? - Preguntó Quinn frunciendo el ceño, mientras cenaban sushi en su casa.

- Del tuyo, obviamente. Pero piénsalo Quinnie, él no ha dicho nada que tu ya no sepas. ¡Aquella coraza no es real! Siempre volvemos a lo mismo. Si quieres saber mi opinión, ahí está. Deberías darle una oportunidad.

- No lo sé. No se quién se cree que es para hablarme así. - se cruzó de brazos.

- ¿El si te interesa, verdad? - preguntó sonriendo burlonamente. Quinn la miró anonadada. - Si no te importara, no me estarías contando las nuevas cada vez que se ven. Y ni siquiera estarías así de enfadada... ¿A qué fuiste aquella última noche, para ser sinceras?

Quinn no supo que responder. La verdad es que no se acordaba, pero muy en el fondo sabía que de seguro había escuchado por primera vez a su vocecita interior, ella que le recordaba lo bello que John era, lo amable y bueno que era con ella. Lo lindos gestos que tenían, la manera en que la hacía reir y la manera en que la hacía enojar. Sus besos, sus caricias, su ronca voz, sus verdes ojos...