2 | John R. Deacon

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John Richard Deacon, nacido el 19 de agosto de 1951 era un muchacho bastante "común y corriente" a comparación de Quinn.  1.80, contextura delgada, cabello esponjoso típico de la época y unos hermosos ojos verdes grisáceos.

Tuvo una infancia y adolescencia muy feliz, fue un niño criado con mucho a amor a pesar de la perdida de su padre cuando tenía tan solo doce años. Su madre le recordó siempre "Haz el bien, y la vida te recompensará con cosas buenas".

Hoy en día era aquel hombre amable y bondadoso que su madre siempre deseó que fuera, estaba orgullosa de que su trabajo estaba realizado.

John era el típico buen amigo, buen hijo, buen hermano... Aunque su tímida e introvertida personalidad le había sido un problema por muchos años, a veces hasta en la actualidad. Era un hombre de pocas palabras, y al no expresar demasiado su cabeza era un sinfín de pensamientos constantes volviéndolo también un hombre muy nervioso.

Pero como tenía sus defectos, tenía sus virtudes. Sus amigos lo describían como el muchacho más humilde y bondadoso que habían conocido. Freddie, Roger y Brian eran sus mejores amigos desde sus primeros años de universidad, con quiénes había formado su primer banda y aún tenían de pasatiempos.

John hoy en día (1980) trabajaba en la famosísima compañía de Microsoft london como ingeniero electrónico (diseñador de circuitos). Se había recibido de ingeniero electrónico- con todos los honores, siendo la mejor calificación de su promoción - hace cinco años, y a penas termino había obtenido un puesto de diseñador de circuitos para gadgets en la empresa. Su trabajo era básicamente eso, diseñar circuitos digitales a medida o configurables, a nivel de arquitectura.  Diseñaba circuitos de computadoras, disquetes, radios, máquinas de escribir, impresoras, y cientos de gadgets más que comenzaban a ser un furor en los 80's.

Era un muchacho muy feliz puesto que tenía todo lo que siempre había soñado, un trabajo en el que ganaba un sueldo excelente, una banda local de pasatiempos, un grupo de amigos sinceros, una familia... Pero había algo que le faltaba, algo que había soñado desde pequeño, y algo por lo que su madre y sus amigos siempre preguntaban. Una novia.

Siempre había soñado con casarse y formar una familia numerosa, pero después de su última novia de la universidad Verónica, que fue una de sus relaciones más largas de 4 años, las cosas simplemente no habían resultado y ahora se encontraba nuevamente solo hace cinco años. Con treinta años, aquello era más o menos una patada en el trasero para el, puesto que ya todos sus amigos tenían esposa, habían formado una familia, o Freddie ya tenía su vida más o menos hecha con Jim y sus cientos de gatos.
Pero él... Solo seguía siendo él, y su propia compañía.

. . .

– Tierra llamando a Deaky. ¿Me estás oyendo? – Preguntó su amigo Roger sacando a John de sus pensamientos.

Se encontraban en la gran casa del rubio los tres, John, Roger y su primer hijo Félix que a penas tenía tres años. Mientras Roger le daba de comer, John lo ayudaba a preparar el almuerzo para ellos dos, hoy Dominique había salido con sus amigas.

– Lo siento, me perdí en mis pensamientos. – confesó el castaño, volteando mientras dejaba de cortar vegetales.– ¿Qué decías?

– Que Freddie hará una fiesta en su casa por su cumpleaños número 34. – le repitió su amigo mientras Félix tomaba el plato de plástico y lo tiraba al suelo. – ¡Hijo qué haces! Debes comer éstos vegetales, o tu madre va a matarme.

– ¡No me gusta eso verde! – se quejó Félix cruzándose de brazos en su vocecita infantil.

– Ah si, me llegó la invitación ayer. – recordó John mientras Roger recogía los brócolis del suelo.

– Mira, se parece al cabello del tío John.– se burló el rubio moviendo el brócoli frente a su hijo, el niño al darse cuenta de la comparación comenzó a reír a carcajadas señalando a John.

– Muy gracioso Roger.– John rodó sus ojos, pero le fue inevitable reír al escuchar la risita de su querido Félix. Se acercó a él juguetón. – ¿Así que no vas a comer tu comida? Éste brócoli te hará cosquillas hasta que pruebes bocado! – lo amenazó comenzando a hacerle cosquillas mientras Roger iba a lavar lo que el niño ya había tirado por todo el suelo.

– ¡No, tío Deaky! ¡Basta por favor! – se quejó entre risas. John paró riendo y suspiró .

– Bien, pero comerás un poco de spaghetti, ¿Prometido?

– Prometido. – sonrió juguetón.

– Éste niño va a sacarme canas verdes, yo no sé cómo hace Dominique para que con ella si quiera comer verduras. ¡A mí me las arroja por la cabeza! – exclamó él rubio perdiendo la paciencia, provocando que Félix ría ante la desesperación de su padre.

– Tranquilo, es normal. Los niños no aman los vegetales, es un milagro que con Dominique si los coma. No es tu culpa. – lo tranquilizó su amigo palmeando su hombro.

– En fin. ¿Irás? – preguntó Roger suspirando.

– Si, por supuesto que iré. Sólo no se qué regalarle. – dijo pensativo mientras volvía a cortar vegetales para saltearlos en un wok con spaghetti.

– Algo extravagante, ya sabes cómo es Fred. – comentó mientras ayudaba a su amigo a cocinar. – ¿Recuerdas que mencionó aquel extraño brazalete de Graff?

– ¿Aquella costosa joyería? – preguntó John burlón, Roger rió asintiendo con la cabeza.

– Repitió como unas mil veces que lo quería para su cumpleaños, podríamos ir a ver cuánto está. A menos que Bri se lo haya comprado antes...

– Buen punto... Podemos darnos una vuelta supongo. – se encogió de hombros.

Killer Queen | John DeaconWhere stories live. Discover now