Capítulo 25

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Atención: en la nota de autora os he dejado una propuesta, si queréis saber de qué trata os animo a leerla si no soleis hacerlo. ¡Disfrutad del capítulo!

Legolas y Blyana tenían razón, algo no andaba bien en ese bosque

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Legolas y Blyana tenían razón, algo no andaba bien en ese bosque.

Aragorn caminaba con premura pero alerta, consciente de que algo estaba por ocurrir. Podía sentirlo en el aire, en sus huesos. Podía sentir esa anticipación que se adquiere tras mucha experiencia en el campo de batalla. Pero había un ligero problema. Aquello no era un campo de batalla.

Dio un paso tras otro y avistó una pequeña ruina. Parecía poseer una sencilla escalera y una escultura de piedra negra que brillaba con la luz del sol. Escuchó un grito acompañado de un ruido sordo. Apretó el paso al reconocer la voz de Frodo.

—¿Frodo? —corrió hasta la cima y, para su alivio, vio la pequeña figura del hobbit agazapada en el suelo. —Frodo.

Los rizos negros volaron, y pronto Aragorn pudo ver la mirada teñida de pánico que portaban los iris azules. Se abrazaba a sí mismo con fuerza, con temor y desesperación.

—Frodo, ¿qué ha ocurrido?

Dio un paso al frente, Frodo se encogió sobre sí mismo.

—Ha cautivado a Boromir— el hobbit dejó escapar el aire, soltando las palabras torpemente.

Aragorn dio otro paso, preocupado, aunque no sorprendido con la declaración. Frodo dio un paso atrás, vigilando cualquier movimiento del hombre.

—¿Dónde está el anillo?

El pánico estalló en los temerosos ojos del hobbit.

—¡Aléjate! —corrió, en un burdo intento por huir de Aragorn, pero este le siguió.

—Frodo— el hombre parpadeó, confuso. ¿Tan terrible había sido Boromir? ¿Acaso Frodo le temía también a él? Una parte de él se sintió verdaderamente dolido. Se acercó, con las palmas en alto en signo de paz —Frodo, juré protegerte.

—¿Incluso protegerte de ti mismo?

Aquello sí que hirió a montaraz. Sintió como si una roca lo hubiera golpeado y derribado.

El silencio serpenteó entre ellos, a la paciente espera de ser quebrado.

Frodo extendió la mano, mostrando el reluciente anillo de oro que resplandecía desde su palma. Aragorn no fue capaz de arrastrar la mirada fuera de él.

Sintió la llamada, sintió el magnetismo. Escuchó el murmullo colarse seductor por sus oídos. Sintió la tentación acariciar su templanza y sacudirla. Sintió la debilidad acechar sonriente, ansiosa y esperanzada. El oro parecía brillar con más fuerza, su presencia parecía abarcar en ese instante toda la existencia de Aragorn.

Blyana {El Señor De Los Anillos ~ Legolas} // #PGP2023Where stories live. Discover now