Blyana {El Señor De Los Anillos ~ Legolas} // #PGP2023

Capítulo 13

Tras algunas horas de descanso para algunos y tormento para otros, la Compañía retomó la marcha.

Poco se alteró su ruta a la del día anterior, resultando idéntica. Ninguno de ellos parecía distinguir la diferencia entre los distintos caminos y simplemente seguían resignados la senda marcada por el mago.

Por otro lado este les había rogado permanecer más alerta, teniendo todavía presente los misteriosos ruidos de la noche anterior. Desconocían quienes habitaban en la oscuridad de las minas, ajenos hasta ahora de su presencia, pero eso era algo que podía cambiar en cualquier fatídico momento. De esta forma, los hobbits volvían a resguardarse en el centro del grupo mientras el resto los flaqueaban.

Ninguno osaba decir palabra, temerosos de causar algún estrago. Así pues a su alrededor sólo se escuchaba el martillear de algunos de sus corazones y la respiración errática de los medianos.

Llegó cierto punto en el que una extensa escalera casi vertical apareció en su camino, siendo su única ruta a tomar. Viéndose entonces obligados a subirla, los integrantes de la Compañía acomodaron los fardos y los equipajes sobre sus espaldas y comenzaron el ascendente recorrido. Les llevó más tiempo del esperado, e incluso algunos resbalaron en el camino, pero por gracia de los Valar lograron llegar todos a la cima y suspirar de cansancio y alivio.

Sin embargo, no tardaron en encontrarse de frente con un nuevo problema, aunque este solo supondría un quebradero de cabeza para uno de ellos: una trifurcación.

Gandalf, que había sido el primero en incorporarse tras subir el suplicio de las escaleras, se encontró frente a tres posibles caminos que se internaban en la montaña. Uno de ellos, el de la derecha, parecía continuar recto; el de la izquierda se elevaba en una cuesta ascendente que se perdía en la oscuridad y el del medio descendía también hacia un final desconocido. Frunció el ceño.

Los tres tenían un marco tallado con runas, apenas inteligibles a causa del desgaste, y resultaban exactamente iguales a la vista.

¿Cuál era el camino correcto?

No creía recordar aquella zona y un ligero y volátil sentimiento de pánico se apoderó de él. No sabía cual era el camino correcto y tampoco podía permitirse cometer el error de elegir uno de los erróneos. La vida de todos sus compañeros dependía en ese momento de su decisión y sintió una punzada atravesarle la cabeza. Gruñó por lo bajo.

—¿Ocurre algo? —la voz cansada de Frodo obligó a que el mago se girara para encararlos.

La mayoría de ellos ya habían conseguido subir, y al fondo solo quedaban Aragorn ayudando a subir los últimos escalones a Merry y Blyana a Gimli. Legolas parecía otear la inmensa oscuridad tras ellos con recelo, y Boromir se acercaba a él junto con el resto de hobbits. Vaciló antes de contestar.

—No tengo recuerdos de este lugar— respondió, tajante. Se sentía frustrado por ello, y no pudo más que fulminar de nuevo a los tres caminos.

—¿Eso significa que no sabemos por dónde seguir? —Sam sonó igual o incluso más afligido a como se sentía el resto al escuchar la declaración de Gandalf. El Istari asintió.

—¿Qué hacemos entonces? —rezando para que no volvieran a encomendarle la tarea de elegir camino, Frodo se situó junto al mago y lo miró desde su reducida altura.

—Esperar, mi querido Frodo, esperar. Tal vez el tiempo me ayude a recordar.

Fue así como, tras varias horas de camino, la Compañía aprovechó para descansar.

Gandalf se había sentado en una de las rocas más cercanas a la trifurcación, alternando la mirada entre los caminos y observando con atención las tres posibilidades. Por su parte, el resto se había refugiado tras un pequeño apartado en la roca, justo nada más subir las escaleras. El lugar les permitía recostarse sobre terreno liso y vigilar cualquier presencia que pudiera ir tras ellos desde la altura y la distancia. Los hobbits habían convencido al resto de hacer un pequeño fuego para calentarse. El ambiente era cada vez más gélido y la fría roca no resultaba tampoco de ayuda. De esta forma, Pippin, Merry y Sam admiraban satisfechos el crepitar de las llamas mientras el resto también se hallaba reunido alrededor de la hoguera.