Cap. 45: Idiota enamorado

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Estiró su brazo y notó que estaba sola en la cama, con pereza frotó sus ojos con sus manos, miró hacia la ventana y no pudo evitar sonreír; jamás podría aburrirse de esa hermosa vista...

Se levantó y se puso una camiseta de Sesshomaru, le llegaba un poco más abajo de su trasero. Fue hasta el baño y después, cuando se dirigía hacia la cocina escuchó la voz de su peliblanco en su oficina y al parecer sonaba molesto. Así que sin pensarlo mucho se encaminó hacia él. Casi inconscientemente mordió su labio al verlo sentado frente a su escritorio hablando por teléfono, al parecer había tenido alguna reunión, porque estaba vestido de traje y se veía jodidamente delicioso.

Algunos pensamientos indecentes cruzaron por su mente, se acercó a él y sintió un cosquilleo en su cuerpo cuando esa intimidante mirada dorada la recorrió de pies a cabeza y no pudo evitar sonreír traviesa y juguetonamente cuando pensó en ayudarlo a liberar algo de tensión.

Caminó hasta llegar a él y se sentó a horcajadas en su regazo, mirándolo de frente. Él sonrió de lado con esa sonrisa que la hacía fantasear y la saludó con un silencioso beso en sus labios mientras seguía en su conversación, con una mano sostenía el celular pegado a su oreja y la otra bajaba peligrosamente hasta su trasero.

Aprovechándose de su situación, la castaña comenzó a repartir besos húmedos sobre su cuello mientras le sacaba lentamente la corbata y abría su camisa, él llevó su cabeza hacia un lado, dándole más espacio y libertad para que siguiera con esos besos que lo volvían loco. Rin soltó una risita traviesa y silenciosa cuando lo sintió ahogar un jadeo por la suave mordida que escapó de su boca mientras lo besaba.

Se separó levemente de él para mirarlo a los ojos y puso su dedo índice sobre sus labios, en señal de que continuara con su llamada mientras ella hacía de las suyas. Sesshomaru la miró con sus ojos entrecerrados por su atrevimiento y no pudo evitar sonreír levemente mientras negaba con su cabeza. 

Era perfecta. 

Rin siguió besándolo desde su cuello hasta el lóbulo de su oreja, el que mordió suavemente y no pudo evitar dejar escapar un suave gemido al sentir como el miembro de Sesshomaru reaccionaba ante sus atenciones, endureciéndose y creciendo bajo ella. Movió sus caderas sobre él, sintiéndolo y bajó sus manos lentamente por su pecho y su abdomen marcado hasta su cinturón, lo abrió y metió una mano juguetonamente hacia adentro, la comenzó a mover de arriba a abajo, por toda su longitud y no pudo evitar morder su labio al sentir como la respiración de su peliblanco se agitaba, se acaloraba y tosía levemente intentando aclarar su garganta para mantener la seriedad en su llamada.

Terminó de abrir su camisa y comenzó a bajar sus besos por su cuerpo, se arrodilló frente a él y abrió su pantalón por completo. Sesshomaru abrió sus ojos con evidente sorpresa al verla sacarse su camiseta y dejarla caer al suelo y darse cuenta de lo que ella pensaba hacer. Le dio una mirada de súplica que Rin supo interpretar como "por favor no sigas o por favor no te detengas" o probablemente ambas a la vez. 

Rin le entregó una sonrisa inocente y coqueta al mismo tiempo, de esas que hacían su miembro palpitar, antes de bajar por completo y tomarlo con su boca. Jugueteaba con su lengua mientras lo chupaba y se sintió humedecer cuando lo escuchó soltar un ronco gruñido que salió desde su pecho. 

- ¡Joder! 

- ¿Disculpe? 

- Nada... ¿Qué...? ¿Qué me estaba diciendo? 

Rin rio internamente y sintió la mano del peliblanco sobre su cabeza, haciéndola tomar más de él en su boca.

Sesshomaru sentía como la castaña lo estaba llevando a su límite, realmente tenerla ahí, desnuda, arrodillada frente a él, con esos exquisitos labios alrededor de su polla lo calentaba a un extremo inimaginable. Inconscientemente dejó caer su cabeza hacia atrás, ya no escuchaba a la persona al otro lado del teléfono, no podía concentrarse en nada más que no fuera Rin bombeando deliciosamente de arriba a abajo en su miembro y llevándolo al cielo con su lengua.

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