Cap. 35: Mentiras y verdades (Parte II)

836 93 36
                                    


El Taisho entraba en la universidad robándose todas y cada una de las miradas, como siempre. Caminaba con dirección a la oficina de la decana, con esa indiferencia, determinación y seriedad que tanto lo caracterizaban, pero esta vez, parecía intranquilo por algo... Como si estuviera buscando algo con su mirada, hasta que finalmente lo halló.

Se detuvo justo afuera de un salón y miró hacia adentro para encontrarse con su castaña explicando algo frente a la clase con esa gracia y delicadeza tan únicas de ella. Se aprovechó de que estaba tan concentrada en lo suyo que no lo veía, para poder admirarla por unos cortos segundos, que se sintieron insuficientes.

Por alguna razón, llegaron a su mente los recuerdos del día en que la vio pintar en su habitación y no pudo evitar pensar en que sin duda alguna, ese era el mejor recuerdo que tenía. Pero finalmente era eso, un recuerdo. Un recuerdo que no hacía más que gritarle que había sido el más idiota de los idiotas.

Antes de que Rin pudiera percatarse de su presencia, el peliblanco siguió su camino a paso rápido hasta la oficina de su madre.

- Traje lo que me pediste. - Le dijo mientras dejaba tres hojas sobre su escritorio.

- Hola hijo, tanto tiempo, ¿Cómo has estado? - Preguntó mientras tomaba y revisaba los documentos. 

Aunque no lo demostraba, no podía negar que se sintió emocionada al ver las evaluaciones de Kohaku y Ken: "aceptables", pero al ver la última hoja, le fue inevitable abrir sus ojos con sorpresa, por primera vez en su vida Sesshomaru había evaluado a alguien con la nota perfecta.

Dejó los documentos sobre la mesa y levantó su mirada.

- ¿Esto significa que el convenio sigue en pie?

- Supongo.

- Y dime Sesshomaru, ¿Qué opinas de Rin?

- Es... Brillante. - Respondió sin pensarlo.

- ¡Te lo dije! ¿Ves? Te dije que sería de ayuda, deberías hacerle caso más seguido a tu madre... - Irasue calló por un segundo y se quedó mirándolo fijamente. - Espera... ¿Qué dijiste?

- Lo que escuchaste.

- ¿Estás bien? Es la primera vez que te escucho halagar a alguien... No me digas que tienes algo con esta niña...

- No y eso no es verdad... No es la primera vez que halago a alguien.

- ¿A quién más?

- Totosai.

- Por favor, Sesshomaru, Totosai te ayudó a levantar esa empresa prácticamente desde cero antes de jubilar y lo único agradable que te escuché decir de él fue "hizo un trabajo decente."

- Lo hizo.

Irasue frunció su ceño y lo miró con incredulidad y sus ojos entrecerrados.

- ¿Hay algún motivo por el que deba cuestionar la evaluación de esta niña?

- No. Y si te deja más tranquila, te puedo asegurar que ella no quiere saber nada de mi.

- Te diría que me extrañaría más que alguien quisiera saber de ti aún después de pasar dos meses enteros a tu lado... Pero por alguna razón, esta vez no creo que eso sea cierto. Dime la verdad, Sesshomaru, ¿Hay algo entre Rin y tú?

- Ya te lo dije, no hay nada entre Rin y yo.

- Bien, te creeré... Finalmente esa chica resultó ser todo un caso. Tengo que admitir que me agrada bastante, primero golpea a Kobayashi y ahora resulta ser la única merecedora de un halago tuyo... Me salvó de tener que buscar otra empresa para las pasantías.

DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora