Cap. 11: En la boca del lobo

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- ¡¡Rin, despierta!! - La llamaba su amiga desde la puerta de su habitación.

- Mmmh ¿Qué pasa? - Preguntó aún sin abrir los ojos.

- ¡Es sábado, tenemos que ir a trabajar, estás atrasada!

- ¡Mierda! - Dijo saltando de la cama y corriendo al baño. - Mi alarma no sonó, espérame un segundo, salgo enseguida.

Se vistió y se arregló rápidamente y salieron juntas de su casa.

- Parece que alguien no durmió anoche... - Le dijo pícaramente. - ¡¡Ya cuéntame cómo te fue!! Quiero saberlo todo.

- No te diré nada, Kagome. - Le dijo riendo.

- Vamos Rin, me lo debes...

- Sólo puedo decirte que... Uff. Ni te imaginas. - Rio sonrojada de sólo recordar.

- Y tú que no querías meterte en la boca del lobo...

- No sé con qué cara lo voy a ver el lunes cuando llegue a la oficina.

- Bueno, ahora que ya se conocen enteros quizás es todo más fácil.

- Eso espero... Sólo quiero dejar de sentir esa sensación electrizante cada vez que se me acerca.

- Rin, no me digas que... ¿Te gusta? ¿Sientes cosas por él?

- ¿Qué? ¡No! Por supuesto que no. O sea, me gusta... pero no me gusta, ¿me entiendes?

- Nop.

- Ahg, no importa, sólo fue cosa de una vez... no soy tonta, sé que no puedo tener sentimientos por él ni nada por el estilo, ya aprendí mi lección. En fin. ¿Y tú qué hiciste?¿Te fuiste con Koga? ¿Alguien dijo algo porque desaparecimos de la nada?

Kagome miró a su amiga con sospecha, sus palabras no la convencían del todo, pero prefirió dejarlo pasar. 

- No, estaban muy borrachos para darse cuenta. Koga me trajo a casa y quedamos de vernos algún día... quizás, quien sabe. - Le dijo levantando los hombros. - Fue bastante caballero, ¿Sabes? No lo esperaba.

- Koga es simpático.

- Si, es lindo...

 ***

- Hola Rin - La saludó Kagura, que fue a hablarle hasta su cubículo.

Últimamente, era mucho más amable con ella. Quizás Rin era una de las pocas personas con las que se relacionaba en la oficina, la mirada amable de Rin la hacía sentir a gusto.

- ¡Kagura! Hola, ¿Cómo estás?

- Bien, ¿y tú? ¿Cómo estuvo tu fin de semana? - Rin no pudo evitar ponerse algo nerviosa con esa pregunta. Sabía que Kagura y Sesshomaru no tenían nada, pero el sólo hecho de intuir que a ella le gustaba, de alguna forma la hacía sentir culpable.

- Ehh, bien, tranquilo.

- Que bueno, yo pasaba a decirte que Sesshomaru te necesita en su oficina... y hoy está más idiota que de costumbre, así que suerte. - La castaña soltó una risita nerviosa ante su comentario.

- Bueno, gracias por avisarme. - Le dijo y rápidamente se encaminó hacia la oficina de su jefe.

- Buenos días señor Sesshomaru. - Saludó al entrar, mientras le rogaba a todo su cuerpo que se comportara frente a él, pero aún así no pudo evitar el sonrojo de sus mejillas al verlo de nuevo. 

DestinadosWhere stories live. Discover now