Cap. 35: Mentiras y verdades (Parte II)

Start from the beginning
                                    

- ¿Qué? ¿Golpeo a quién?

- Al idiota de Kobayashi, su profesor de las ayudantías... El muy imbécil intentó abusar de ella en su oficina, al parecer había bebido... Menos mal no pudo hacerle nada, la chica supo defenderse y le dejó un ojo morado.

- ¡¿Qué?! Dime que lo despediste, Irasue...

- Hay algunas cosas que están fuera de mi alcance. Lamentablemente no puedo despedirlo... Menos ahora que está amenazando con demandar a Rin por haberlo golpeado. El maldito supo escudarse bastante bien.

- ¡¿Qué mierda me estás diciendo?! - Preguntó enfurecido, golpeando sus manos contra su escritorio. - ¡¿Demandarla?!

- Tranquilízate ¿Quieres?... Ya te lo dije, hay cosas que están fuera de mi alcance. Lamentablemente no hay pruebas de lo que Kobayashi intentó hacerle a ella, en cambio él si tiene pruebas suficientes de que ella lo agredió.

- ¡¿Qué clase de imbéciles tienes trabajando en tu universidad?!

- ¿Y a ti desde cuándo te importan tanto estas cosas?

- Pasé dos meses con ella, Irasue. Que no tengamos nada no quiere decir que sea indiferente. ¿Cuándo pasó esto?

- Hace un par de días, ayer hablé con ella.

- ¿Y por qué la acabo de ver dando sus ayudantías? No debería acercarse a él... No puedo creer que permitas que tus estudiantes se relacionen con ese tipo de enfermos, mientras tú te quedas en tu oficina de brazos cruzados.

- No me hables así, Sesshomaru. Rin renunció a sus ayudantías, pero quiso hacer la de hoy porque sus compañeros tienen examen esta semana y no los quiso dejar a la deriva. Es responsable. Además, no me he quedado de brazos cruzados, me encargaré de que Kobayashi deje el tema de la demanda, pero es todo lo que puedo hacer.

El peliblanco llevó una mano a su cabeza, mientras intentaba asimilar lo que su madre le había dicho. Recordó el día que chocaron en la universidad, Rin salía de una oficina y traía los ojos llorosos, ¿También había sido por culpa de ese imbécil? ¿Qué le hizo? ¿Por qué nunca se lo preguntó?

- ¿Cuál es la oficina de Kobayashi?

- Mira Sesshomaru, si quieres ayudarla lo mejor que puedes hacer es no involucrarte en esto. Kobayashi te desprecia y no lograrás más que causarle más problemas a la pobre.

- Responde, Irasue.

La mayor suspiró. Era inútil, finalmente él siempre terminaba haciendo lo que quería.

- La tercera antes de llegar a esta.

Era él... 

Sesshomaru apretó sus dientes casi con desesperación. Decir que quería matarlo era poco. Y lo peor de todo, es que Irasue tenía razón. Tenía que pensar las cosas con frialdad, no se lo perdonaría si terminaba haciendo algo que pudiera perjudicarla aún más... Menos ahora que había perdido su trabajo de ayudante.

Salió de la oficina de su madre con una desagradable sensación. Pasó por afuera del salón y miró hacia adentro, pero su castaña ya no estaba ahí. Se detuvo y miró hacia los alrededores intentando encontrarla, pero no logró dar con ella, hasta que alguien interrumpió sus pensamientos.

- ¡Hola! ¿Usted es... Taisho Sesshomaru, verdad? - Le preguntó una joven que lo miraba insistentemente. Él la miró de reojo sin prestarle mayor atención.

- Si. - Respondió secamente siguiendo su camino y dejándola atrás.

La joven intentó caminar rápidamente para alcanzarlo.

DestinadosWhere stories live. Discover now