Capítulo 23 - Amor

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-Natalie, yo... - sin dejarlo pronunciar alguna palabra, me lancé sobre él, dándole un gran abrazo colocando mis brazos alrededor de su cuello atrayéndolo hacía mí. -Oh, pequeña...

-No te vuelvas a ir, por favor.. - murmuré enterrando mi cara en el hueco de su cuello, cerrando mis ojos con fuerza, como si todo esto fuera un sueño y si abría mis ojos todo desaparecería.

-No lo haré. - acarició mi espalda.

Él estaba aquí, y me gustaba la idea de creer que estaba aquí sólo por mí, aunque no podía estar 100% segura de que eso era cierto ya que no conozco lo que la apretada agenda de One Direction tiene planeada.

Aunque Liam recién había salido del hospital, no creo que le hayan tenido algo planeado cuando él estaba mal ¿o si?

-Pero, ¿qué haces aquí? Acabas de salir del hospital. - me separé unos pocos centímetros de él colocando mis manos en sus mejillas, acariciandolas con mi pulgar.

-Necesitaba verte. - se encogió de hombros como si fuera la cosa más normal del mundo viajar 22 horas sólo para ver a alguien. -No volviste al hospital luego del sábado, me sentí algo decepcionado ¿sabes? En serio quería volver a verte y solucionar las cosas. - agachó la mirada.

Se me estrujó el corazón.

-Pero algo que siempre lograba sacarme una sonrisa era recordar aquél beso que me comprobó que aún me quieres, pero no tanto como yo a ti. - volvió a mirarme y tenía una leve sonrisa en sus labios.

Mi corazón estaba latiendo a mil por segundo.

Acercó su rostro al mío, quedando a milímetros.

-Pero necesito escucharlo de tus labios. - murmuró. -¿Aún me quieres?

Si tan sólo supieras, Liam...

-Más de lo que debería. - confese agachando la mirada. La volví a subir y pude ver en sus labios una sonrisa.

Colocó su mano debajo de mi barbilla e hizo que elevará mi cara para segundos después sentir finalmente sus labios sobre los míos.

Me besaba con lentitud, tiernamente. Pasé mis brazos alrededor de su cuello y él colocó sus manos detrás de mi espalda, acariciándola con su pulgar.

A medida que pasaban los segundos, la intensidad del beso aumentaba hasta que desgraciadamente, el aire comenzó a faltarle a mis pulmones y no tuve otro remedió que separarme de él.

-Tengo que traer mi maleta. - murmuró con la respiración entre cortada y su frente sobre la mía. Besó mi frente antes de separarse de mí.

Salió de la habitación y tomó la meleta, entró y cerró la puerta y luego dejó la maleta en la cama.

Una vez que soltó la maleta me acerqué a él y lo abracé, él correspondió a mi abrazo mientras se le escapaba una risita. Y sencillamente no podía evitarlo, lo había extrañado mucho.

Él fue dejando besos por mi cuello y creó un camino hasta llegar a mi mejilla, continuó su camino y besó mis pómulos, besó mi nariz, frente, alrededor de las cejas e incluso mis ojos cerrados para después finalizar su camino de besos en mis labios.

Coloqué mis manos en sus mejillas y él colocó las suyas en la parte trasera de mis rodillas, incitandome a rodear su cintura con mis piernas y así lo hice. Me cargó y fue avanzando hasta llegar a la otra cama, dejandome ahí colocándose encima de mí.

Enrede mis dedos en su cabello y lo seguí besando. Pude escuchar el sonido de sus zapatos chocar contra el suelo. Descendió sus besos de mis labios a mi cuello y sentí sus manos en la abertura de mi franelilla.

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