Capítulo 45

168 41 6
                                    

Vesta permanece petrificada mientras Stolas le transmite aquella cálida y familiar sensación que había estado buscando desde hace poco más de tres años.

—¿Qué está pasando? —Fey intenta acercarse; pero la garra de Borja lo detiene —Pero...

—Vesta... —Balbucea el demonio al ver cómo la joven y el niño permanecen sin moverse mientras una ligera brisa cálida se deja sentir ante todos.

—¿Qué es esto? —El joven parece nervioso, y la expresión del demonio no parece tranquilizarlo en lo absoluto —Dime qué es lo que está pasando, Borja.

—Stolas le está devolviendo su magia a Vesta. Pero...

Todos ven cómo la leve y cálida brisa comienza a disiparse hasta que todo vuelve a estar en calma. Pero ver el pequeño brazo de Stolas hace que Vesta se alarme demasiado.

—¿Stolas? —El pequeño no responde —Stolas, háblame —La joven nota que el cuerpo del pequeño comienza a perder temperatura; pero su corazón aun continúa latiendo —¡Borja!

El demonio se apresura en acercarse a Vesta, quien le entrega al pequeño sin dudarlo para pedirle que lo abrigue con su pelaje.

—Por favor —Lo mira a los ojos con suma preocupación —Cuídalo bien.

—¡Vest...!

El demonio no consigue detener a Vesta antes de simplemente desaparecer en un tornado de fuego que se disipa rápidamente.

—¡¿A dónde se fue?! —Exclama Fey.

—Fue tras Raksha —Dice Remena —La magia de Vesta es mucho más fuerte que la de nosotras. Ella ya había hecho un salto como ese antes cuando creó un demonio.

—¿Un demonio? —El joven se muestra sorprendido. —¿Qué debemos...? ¿Qué? —Borja se acerca al joven para entregarle al niño y continuar caminando —¡¿A dónde vas?!

—¿A dónde crees? —Pregunta con ironía antes de transformarse en un lobo de tamaño colosal y comenzar a correr en una obvia dirección.

—Va por Vesta —Murmura Ryuka.

—Tenemos que ir a ese lugar. —Dice Fey —¡Vamos!

—¿Cómo planeas seguirle el paso a semejante demonio? Nos tomará más de un día llegar a ese lugar, Vesta y Raksha ya deben estar allá, y ese demonio llegara en cuestión de horas. Por más que lo intentemos, no llegaremos antes que nadie. Lo siento.

—Vesta... —Dice el joven mientras combate con la impotencia de no poder hacer nada para ayudar a la chica.

***

Alejado del resto, el enorme demonio corre a paso descomunal como lo había hecho hace tres años cuando perdió a Vesta. En el fondo lamenta no cuidar al niño como ella se lo habia pedido, pero está más preocupado por lo que pueda pasar si algo sale mal.

—No quiero que eso se repita —Dice luego de que un vago recuerdo de hace varios siglos atrás pasa por su mente —Vesta, no hagas lo mismo que Rynna pasa ayudarnos...

—¿Otra vez corriendo como si nada? —Esa voz lo saca de sus pensamientos. —Te gusta llamar la atención ¿no?

—Gob ¿Qué haces aquí?

—Me quedé en el bosque de las brujas; pero me aburrió estar solo, así que salí a ver qué pasaba y te encuentro corriendo como si nada ¿Dónde está Vesta?

—Se fue al bosque de los demonios.

—¿Sin ti? Que raro.

—Recuperó sus poderes. Ahora ella y la otra bruja están solas esperando a que llegue quien quiere destruir el bosque.

—Humanos, nunca saben cuándo rendirse ¿verdad?

—Es un caza demonios. Han matado a muchos de nosotros, incluyendo a brujas.

—¿Crees que Vesta pueda con él?

–No me preocupa si puede o no puede vencerlo. Sé que sí podrá. Lo que me preocupa es lo que hará después.

—Lo que hará por el bosque.

Borja retoma el camino a toda prisa hacia el bosque mientras el demonio menor permanece montado en su lomo.

***

En el interior del Bosque, Raksha camina cuidadosamente como si tratara de no llamar la atención. Pero lo que menos se espera es que cierta joven aparezca de la nada.

—¡¿Qué estás haciendo aquí?! —Pregunta irritada —¡¿Cómo es que...?!

—Stolas me devolvió mi magia —Responde Vesta —Tenía que ayudarte, no podía dejar que enfrentaras al sujeto tú sola. Yo solo...

—Eres igual a Rynna. Siempre queriendo hacer las cosas a su modo...

—Yo...

—Dime, Vesta. ¿Cuál es tu plan? —La joven guarda silencio —Eso pensé.

—¿Cuál es el tuyo? —Los ojos de Raksha se humedecen —Por eso vine, tía. A él no le gustaría que tu camino acabara de esta manera —Vesta toma las manos de su tía mientras sonríe de manera condescendiente —No todo tiene que terminar de esa manera. No siempre tienes que ser dura para que los demás vean que eres fuerte.

—Ya no lo volveré a ver... Y aunque lo he vivido en vidas anteriores... Con él era diferente. Yo...

—Lo amabas de verdad ¿No? No es necesario que lo olvides o que te obligues a olvidarlo...

—Eres igual a tu madre, Vesta.

Raksha se acerca a su sobrina para darle un cálido abrazo, el cual es correspondido por la joven.

—Gracias, Vesta.

—Siempre estás ahí para mí. Yo también lo estaré cuando lo necesites. —Raksha la mira con una sonrisa mientras acaricia su mejilla.

—Vamos, veamos qué podemos hacer por tus demonios —Vesta sonríe —Andando.

—Vamos, veamos qué podemos hacer por tus demonios —Vesta sonríe —Andando

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El Bosque De Los demonios (3): La Búsqueda De Vesta Where stories live. Discover now