Capítulo 40

170 41 1
                                    

Durante el camino hacia Vesta, en el interior de Borja se desata una pelea por el control del cuerpo.

—Sabes que soy más fuerte que tú —Gruñe Borkoff —De no ser por mí, aun estarías dormido y lo sabes.

—No discutiré eso. Pero estoy tan seguro como tú, de que también te importa esa chica. —La expresión de sorpresa de Borkoff hace que Borja sepa que tiene razón —En el fondo la aprecias.

—No seas ridículo. Esa mocosa es...

—Quien nos ha salvado muchas veces. De no ser por ella habríamos caído junto con el bosque esa vez hace décadas.

—No vas a vencerme con tanta facilidad...

—No es necesario pelear contigo o conmigo mismo —Borkoff lo mira confundido —Perdiste el encuentro en cuanto te diste cuenta de que también te importa.

Sin dejar de correr, Borja esboza una sonrisa por lograr controlar su parte más oscura; pero más por lo que tiene en frente a varios metros de él.

—Ahí está —Dice Remena —Ves...

—¡Vesta! —Exclama el demonio, haciendo que la joven voltee; pero no está bien y Borja se da cuenta de ello.

***

En cuanto oye la voz del demonio, Vesta voltea sorprendida. Pero así como Borja, ella también tiene su pelea interna con algo más poderoso.

No tiene caso que te resistas. Yo te mantendré con vida así como lo hice con Stolas. Ciertamente eres mucho más útil que ese sujeto y...

—No te dejaré. No dejaré que me controles a tu antojo. Yo no soy Stolas; y yo no te pertenezco.

—Eso lo veremos...

Por un breve instante, Vesta parece dirigirse hacia Borja, quien se detiene lentamente frente a Vesta.

—Sabía que regresarías —Dice la joven mientras estira su mano hacia el demonio —Sabía que regresarías a mi lado.

El demonio se deja acariciar mientras disminuye su tamaño y cambia su forma a la de un licántropo. Entonces sujeta a la chica del brazo y la cintura para atraerla a él.

—Dime quién eres —Dice Borja con seriedad —Tú no eres Vesta.

—Bastante listo. Descuida, la chica está siendo protegida ¿no es eso lo que quieres? ¿Protegerla de todo peligro?

—¡Fehu! —La voz del hombre llama la atención de las brujas —¡Fehu!

—Fey —Borja se sorprende al escuchar el tono dulce de la voz de Vesta. Es ella —Borja... —Sus ojos se llenan de lágrimas —Tengo miedo...

—¡Fehu! ¡No entres! —La voz de los hombres hacen que Vesta comience a sollozar.

—¡Suéltenme! ¡Arak, Ruja, déjenme! ¡Fehu!

—Fey... —Dice la joven comenzando a desesperarse.

¡Remena! —Grita Ryuka al ver a su hermana correr hasta cierto lugar para comenzar a usar su magia

—¡Papá!

—¡Mi hijo! ¡No...!

—¡Fey! —Grita Vesta antes de simplemente caer desmayada en los brazos de Borja.

—¡Vesta!

El demonio parece desesperarse al ver que la chica comienza a quejarse y a retorcerse, aparentemente de dolor.

—Vesta... —Dice el demonio —¡Despierta!

  ***

En su interior, Vesta se ve rodeada de llamas azules que le impiden ir a cualquier lado.

—¡¿Qué estás haciendo?!

Nunca antes había tenido un portador que no se dejara controlar por mí —Dijo la voz proveniente de algún lugar —Si no cooperas, no tengo más opción que obligarte a hacer que solo seas una vasija como lo era ese estúpido.

—Stolas nunca... Stolas nunca debió ser así. ¡Siempre eras tú!

—Debiste quedarte en el bosque, mocosa. Ahora nadie puede protegerte de mí. O más bien, nadie podrá protegerse de "ti".

***

Desde el exterior, Borja se siente cada vez más impotente por no poder ayudar a Vesta. Está seguro de que llegó tarde; y que si ella muere, buscará la forma de desaparecer con ella.

—¡¿Aun no?! —La voz de la bruja lo saca de sus pensamientos y ve a Ryuka negar en silencio —Vamos demonio, hazla despertar pronto.

Un hecho importante llega a la memoria de Vesta. Aquel momento no fue agradable ni para él ni para Vesta; pero si así puede ayudarla, al menos hará el intento.

—Me prometí no volver a hacer esto contigo. Perdóname, niña —Dice Borja, antes de recostarse junto a Vesta para luego abrazarla hasta hacer que deje de retorcerse y solo parezca que duerme.

Ryuka obserca nerviosa a la joven y al demonio aparentemente dormidos sin hacer ninguna otro movimiento más que el de su respiración.

—Espero puedas encontrarla, demonio...



—Espero puedas encontrarla, demonio

Deze afbeelding leeft onze inhoudsrichtlijnen niet na. Verwijder de afbeelding of upload een andere om verder te gaan met publiceren.
El Bosque De Los demonios (3): La Búsqueda De Vesta Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu