Capítulo 24

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En cuanto Vesta deja de llorar en brazos de Borja, llega la hora de decirle a Fey todo lo que merece saber.

—Fey...

—¿Qué eres? ¿Que son ellos? —Pregunta el joven alterado.

—Yo... Soy una bruja —Dice tocando la punta de sus dedos —Y ellos son demonios. Son mi familia

Fey continúa mirando a Vesta y a las demás criaturas a su alrededor. En verdad no lo puede creer. ¿Brujas? ¿Demonios? Definitivamente debió haberse vuelto loco en algún momento.

—Marcus debió haberme golpeado muy fuerte. En algún momento despertaré y estaré tirado en el callejón ese mientras ustedes me esperan en el hostal y...

—Fey —Vesta se acerca y toma sus manos —Te digo la verdad. Esto es real.

—Claro...

Fey hace que la chica suelte sus manos para comenzar a caminar torpemente hacia cualquier lado.

—Se lo está tomando bastante bien —Dice Lonch.

—A ver si entiendo —Fey voltea nuevamente —Ellos no son gatos reales —Vesta niega con la cabeza —Y él no es tu padre, es demonio ¿no?

—Bueno... El alma de mi padre está en el interior de Borja. Así que en cierto modo lo es. Además, Borja me crió desde que era una niña y...

—Perdón —Aquello hace que todos miren a Fey —Pero no sé como digerir todo esto. Durante todo este tiempo pensé que eras "normal" y ahora tengo que creer en cuentos y en criaturas como éstas.

—Bueno, al menos lo entiendes...

—Silencio, Lonch —Dice Vesta —Fey...

—Solo necesito... Necesito un momento para pensar sobre todo esto.

—Pero...

—Vesta, por favor —Marca distancia entre él y la chica —Solo te pido unos minutos para... Lo que sea.

Vesta ve cómo el joven camina a duras penas entre los árboles hasta perderlo de vista.

—¿Ahora qué hacemos? —Pregunta Lonch.

—Tía Raksha debe haber visto todo esto. En cualquier momento...

—Genial —Dice Lanch —Adiós a la libertad, y todo por un humano que...

—Vesta —Interrumpe Borja —No es seguro dejar que el humano se vaya así. —Vesta se da cuenta de a qué se refiere el demonio.

—Yo... Sé que podemos confiar en él. Solo dejemos que se calme.

Dicho eso, Borja posa la mirada en la loba blanca que permanece apartada de todos.

—¿Por qué no la ayudaste? —Pregunta con voz grave y seria. —Dices que se parece a Rynna y no eres capaz de protegerla.

—Yo...

—¡De qué sirve ser un demonio si no eres capaz de proteger a Vesta! —Mirilia baja la cabeza sin decir una sola palabra. —No sé qué carajo eres. Pero no eres un demonio.

Al oírlo, Los ojos de Mirilia se tornan cristalinos, llamando la atención de Vesta y los demás demonios. Las palabras de Borja le provocan algo extraño en su interior, algo que duele y que la obliga a levantarse para correr lejos de todos hasta perderse de vista.

—Eso fue cruel —Dice Lonch.

—Es lo que es. Y ella no es como nosotros. No es un demonio de verdad.

Así como los otros, Borja decide caminar en una dirección para alejarse de todos; pero una extraña sensación se lo impide. Su pelaje se eriza y sus orejas se mueven siguiendo un sonido casi imperceptible. Va en dirección a ellos. No.

—¡Vesta, cuidado!

El demonio logra alcanzar a la chica para hacerla retroceder unos cuantos pasos hacia atrás. Lo suficiente como para que aquel objeto que se acerca a toda velocidad alcance al demonio en su lugar.

—¡Borja! —Exclama Vesta al ver aquel objeto atravesar el brazo del demonio.

—Tenemos que salir de aquí —Algo anda mal —Vesta...

—¿Qué pasa? ¡¿Qué tienes?! —Dice la chica al notar la expresión somnolienta del demonio —¡Borja! ¡Borja!

Poco a poco, el enorme demonio parece comenzar a caer en un extraño sueño. Es consciente de las palabras de la joven y su expresión asustada; pero su cuerpo no responde. Está cansado.

—¡Borja!

—Vete de aquí... —La chica se niega —Vete, busca a Fey para que te proteja... Vete Vesta... Vete...

—¡Por aquí! —Todos oyen la voz del extraño.

—Vesta...

Al sentirse atrapada por el extraño, y el no querer abandonar a Borja, hacen que Vesta se bloquee. No sabe qué hacer ante la situación.

—Vamos por el humano —Dicen los demonios mellizos.

"No lo niegues...", escucha una voz proveniente de algún lugar. "Me necesitas y lo sabes..." .

—¡¿Quién es?! —No ve a nadie.

"Decide rápido o los encontrarán...". La voz tiene razón, y Vesta lo sabe. Sabe que ya no hay tiempo y que debe decidir rápido para salvar al demonio dormido en sus brazos.

—Está bien, solo ayudanos. Ayúdame a protegerlo...

El Bosque De Los demonios (3): La Búsqueda De Vesta Where stories live. Discover now