Capítulo 32

194 38 12
                                    

Luego de un largo rato, Fey decide acercarse nuevamente a Vesta, que continúa sentada junto a Borja.

—¿Vesta? —Ambos voltean a ver a Fey, quien le ofrece una manzana roja con su mano un poco temblorosa —Debes tener hambre.

—Gracias Fey —Vesta recibe la fruta un tanto sonrojada.

—¿Sabes? Mi nombre no es "Fey", no sé si lo notaste. Yo...

—Te llamas Fehu, como tu padre. Me di cuenta de ello.

—No era mi intención aparentar ser otra persona.

—No lo hiciste. Eres la misma persona de siempre, solo que te conocí con otro nombre.

—Gracias.

Borja no deja de mirar a Fey con seriedad mientras él y Vesta se miran con sonrisas algo avergonzadas. Entonces no lo piensa dos veces antes de levantarse y caminar con Vesta hacia otro lado.

—En algún momento tendrás que dejar de hacer eso ¿Sabes? —Comenta Vesta entre risas. —Borja —El demonio baja la mirada hacia la joven —En algún momento tendrás que dejar de protegerme tanto.

—Pero...

—Yo también te quiero mucho. Pero recuerda que estabas de acuerdo con tía Raksha para que no dependiera tanto de ti. Quizás, con Fey pueda...

—Lo sé.

Vesta mira sorprendida al demonio mientras la baja en silencio. En su expresión hay un poco de tristeza y resignación.

—Es un buen chico... Solo me asusta que no sea lo que aparenta ser y acabe lastimándote. —Acaricia la mejilla de Vesta —Supongo que aunque intento hacer que Borja no te sobre proteja tanto, no puedo evitar verte como mi pequeña —Vesta deja de mirarlo sorprendida y sonríe enternesida.

—Papá...

El demonio va a molestarse por esto; pero aunque no sea yo quien te hable directamente, sabes que siempre estoy ahí, mi pequeña Vesta... Carajo Valko —Nuevamente, Vesta se sorprende; pero acaba riendo ante la situación para luego abrazar al demonio. —Odio que haga eso.

—Te quiero.

—Y yo a ti, niña.

Minutos después, la puerta de la casa se abre para dejar salir a Raksha y a Fehu. Vesta mira a su tía un tanto preocupada; pero la presencia de Borja la alivia en su mayoría.

La bruja y el hombre comienzan a caminar hacias Vesta y Fey respectivamente. Si quieren que todo salga bien, necesitan ponerlos al tanto de la situación.

—¿Qué pasa? —Pregunta Vesta.

—Pon atención, porque si queremos sacar a Stolas y a ese demonio de ese lugar, esto es lo que va a pasar.

—¿Y a ti qué te pasa? —Pregunta Fey en tono seco en cuanto su padre se acerca a él.

—Ayudaremos a las brujas.

—¿Ayudaremos?

—Pero necesito que entiendas cuál es nuestro papel en todo este asunto. —Luego de unos segundos mirando a Vesta por encima de su hombro, Fey decide responder.

—Está bien, te escucho...

...

En algun lugar, el demonio blanco permanece con la mirada fija en el humano sentado del otro lado de la reja mientras el pequeño sujeta temeroso el pelaje de la loba.

—Ya no falta mucho para que todo acabe para ustedes —Dice el hombre —Tarde o temprano conseguiré lo que quiero y acabaré con todo.

—Ren —El hombre sale de sus pensamientos para voltear a mirar al demonio —Lo están haciendo.

—¿Seguro? —El demonio asiente.

—Están invocando.

El hombre sonríe ante la respuesta del demonio y vuelve a mirar a ambos prisioneros.

—Saben que están aquí. A ver si llegan antes que los demás. Vámonos. Que al menos estos tres años de tanto trabajo al fin tengan sus frutos.

Al quedar a solas, Mirilia voltea a ver al pequeño que continúa sujeto a su pelaje.

—No te asustes. Ya verás que saldremos de aquí.

—Quiero a mi mami... —Solloza el pequeño.

—Tranquilo, todo estará bien. Vesta sabrá qué hacer. Ella nos ayudará.

...

—¡¿Te das cuenta de lo me pides?! —Exclama Fey al oír a su padre.

—Ellas no estarán en peligro si no cometemos ningún error. Y nosotros tampoco.

—Fehu —Se acerca Raksha —Estamos listas.

—¿Qué es lo que harán ustedes? —Pregunta Fey con preocupación —Sé lo que debemos hacer; pero ustedes...

—Tranquilo. Concéntrate en cumplir con tu papel. —La expresión de Raksha no hace que Fey se sienta más tranquilo —Solo recuerden esto. No se dejen llevar por la melodía.

—¿Melodía?

—Tía Raksha —Vesta señala la luna llena que comienza a salir.

—Ya es hora. Esto solo podemos hacerlo una vez. Tengan cuidado, y no dejen que el sujeto escape.

Justo antes de que ambas brujas se alejaran, Fey sujeta a Vesta de la mano sin dejar verse preocupado.

—¿Vas a estar bien?

—Tranquilo —Dice sonriendo mientras acaricia su mejilla con la mano libre —Todo saldrá bien.

—¿Lo habías hecho antes?

—No realmente. Pero las he oído hablar de este ritual; y confío en que todo saldrá bien.

—Pero "invocar"... Eso suena...

—Fey, soy una bruja y mi tía también. Borja estará cerca para evitar que todo se salga de control.

—¿Qué podría salirse de control?

—Llamaremos a los demonios cercanos y esperaremos a que el demonio que acompaña al cazador aparezca. Solo debemos...

Al notar que Fey no suelta su mano, Vesta se acerca tímidamente y se para en la punta de sus pies para darle un tierno pero fugaz beso en los labios antes de correr junto a su tía para los últimos preparativos.

—¿Lista? —Pregunta Raksha. Vesta asiente —Empecemos.



Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El Bosque De Los demonios (3): La Búsqueda De Vesta Where stories live. Discover now