Capítulo 38

165 43 6
                                    

Luego de varios intentos por hacer que Stolas se calme, Fey acaba rindiéndose. La desesperación que comienza a mostrarse en su rostro mientras el fuego se expande por la habitación hasta llegar peligrosamente a la reja de la celda, haciendo que esta se caliente y quemando las manos del chico.

—Mierda... —Dice Fey mientras mira sus manos enrojecidas —¡Stolas tienes que calmarte, por favor! —Aquello es inútil, el niño está demasiado asustado como para hacer algo además de llorar —Tiene que haber una forma de hacer que el fuego se apague...

—Solo las brujas pueden hacer algo con este tipo de magia—Responde Mirilia.

—Solo Vesta puede hacer algo al respecto.

El joven acaba cubriendose la boca y la nariza al percibir el asfixiante humo en el aire que respira.

—¡Mira hay un incendio! —Todos oyen la voz de un sujeto desde fuera —¡¿Hay un niño dentro?!

—¡Ren, sal de ahí! —Otra voz.

—No tengo de otra ... —Dice Fey —¡Ayuda! —Mirilia mira sorprendida al joven que grita para luego toser por causa del humo que cada vez se acumula más y más —¡Aquí!

***

Mientras las brujas siguen al humano junto con los demonios, estos últimos no dejan de pensar en la interesante decisión de Vesta. ¿Por qué poner al humano por sobre del demonio que la crió? ¿No debería ir tras él antes de que la historia de hace tres años se repita? Todos saben que Borja habría ido tras Vesta sin importar qué ¿Por qué ella no lo hace ahora?

—No lo entiendo —Dice Lonch, llamando la atención —¿Por qué escoges al humano en lugar de Borja?

—Yo sé que Borja confía en mí, así como yo confío en él, Lonch —Dice Vesta.

—Pero él...

—De haberlo seguido habría insistido para que no lo hiciera —El recuerdo de aquel susto hace que su corazón duela —Pero estoy segura de que Borja volverá.

—¿Dices que no lo necesitas?

—No digo eso, Lonch. Lo que digo es, que lo que vimos en la premonición de mi padre lo afectó mucho, demasiado. Entiendo que tema hacerme daño o incluso peor; pero sé que estará bien, y que cuando más lo necesite, él volverá.

Aquellas palabras hacen que el demonio dude. La Vesta que conoce se habría echado a llorar sin saber qué hacer realmente por la partida del demonio; pero en este momento parece estar demasiado tranquila, demasiado confiada en que el demonio volverá a su lado como cual perro faldero necesita estar junto a su amo. Definitivamente algo anda mal.

—Entiendo —Dice el demonio antes de convertirse en una sombra que se aleja para ir junto con Lanch —¿Lo notaste?

—Ciertamente mucho antes que tú, hermano.

—¿Por qué  no haces nada? Creí que te preocupabas por ella.

—¿Crees que no? Esa no es Vesta; y estoy casi segura de que te haces una idea de quién o qué es lo que habla y actua por ella. Vamos Lonch, no es difícil. Usa esa cabeza hueca que tienes ahí.

—¿Cuál es el plan?

—Dejar que crea que está pasando desapercivida. Estoy segura de que la bruja ya lo notó.

—A partir de aquí nos separamos para llevar a cabo el plan —Dice Fehu, deteniendose y volteando a ver a todos.

—Yo y Mika iremos con Fehu —Dice la bruja mayor. —Ustedes dos irán con Vesta y buscarán al muchacho. Tengan cuidado y no hagan nada si ven a alguien a menos que sea necesario. ¿Entiendes?

El Bosque De Los demonios (3): La Búsqueda De Vesta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora