—Tu pareja de verdad acaba de llegar, ¿No? —preguntó con una sonrisa irónica implantada en su rostro. Apretó mis brazos y me jaló hacia abajo, deshaciendo nuestro toque—. Actúa como una buena chica, vete con Él y déjame de una puta vez en paz.

Me quedé parada en el mismo lugar en que me había dejado por dos segundos, intentando descifrar por qué de un momento a otro actuó tan… Rudo. Bien, siempre era así, pero ahora me sabía diferente. ¿Era que estaba enojado porque lo toqué?, o…  ¿Aquellos eran celos? Digo… ¡Sólo un minuto antes de que se presentase Niall estábamos de lo mejor! Maldito.  

Repentinamente todo comenzó a dar vueltas de nuevo a mí alrededor. Sentía como si sólo al lado de Zayn mi cuerpo volvía a actuar normal… O algo así. Moví mi cabeza un par de veces, respiré profundamente y giré en ciento ochenta grados. Si Él no quería pasar la noche conmigo, no iba a obligarlo; sólo debía buscar a Layla y la pasaría igual de bien. 

Comencé a caminar hacia la barra en que había estado la mayor parte de la noche, y podría jurar que no había dado ni siquiera diez pasos cuando sentí la calidez de un par de manos en mi cintura. Ahí estaba… El idiota había vuelto arrepentido. Sonreí victoriosa, mordí mi labio inferior y me giré nuevamente, llevándome la sorpresa de mi vida. Mi corazón comenzó a latir rápido, mis ojos se abrieron estrepitosamente, mi boca se secó y la ira comenzó a bailar dentro de mi organismo. 

—Niall —susurré.

—Hola, bonita —respondió casi al instante, sonriendo como si nada. Imágenes mentales de Él y otra mujer comenzaron a recrearse en mi mente—. ¿Cómo la pasaste sin mí?

—Hmm… Normal —contesté. De pronto sentí un gran cúmulo de saliva en mi garganta, imposibilitándome tragar con facilidad. 

—¿Normal? —alzó una de sus claras cejas, algo confundido—. ¿Y ni siquiera me extrañaste un poco? Porque, a pesar de que fueron pocos días, yo te eché mucho de menos.

Lo único que podía pensar era: ¡¡¡Hijo de puta!!!

—¿Mucho, eh? —comencé a reír como una estúpida frente a su cara—. ¿Estás seguro?

—Claro, ¿Por qué no habría de estarlo? —quitó lentamente sus manos de mi cintura y removió su cabello.

—No sé, dímelo tú… ¿Tienes algo que compartir? —ladeé mi cabeza, aun sonriendo.

—Melissa, no tengo idea de lo que estás diciendo.

—Uh… ¡No tiene idea! —comencé a aplaudir. Creo que la culpa era de la cerveza y todo lo que bebí antes—. ¡Escuchen todos, Niall no tiene idea! —grité… Pero luego me arrepentí, porque todos comenzaron a poner su atención en nosotros.

—Hey, basta —Horan frunció el ceño, agarrando mi brazo con un poco de fuerza—. No sé qué intentas hacer, pero no es divertido, Melissa.

—Y lo que tú tratas de ocultarme tampoco lo es, Niall —miré mi brazo, el cual estaba tornándose blanco por su agarre—. Y me está doliendo, así que corta la mierda y suéltame.

—No te voy a soltar hasta que me digas qué diablos está ocurriendo.

—¡Deja de aparentar que no sabes nada! —susurré con los dientes apretados. Intenté soltarme de su agarre, pero Él lo hizo más fuerte—. De verdad, está doliendo.

Eᴊᴇʀᴄᴇ ᴇʟ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ sᴏʙʀᴇ ᴍí || Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora