Capítulo Dieciocho

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—Se supone todo iba bien, que era feliz. Entonces durante unos meses solo nos comunicamos por mensajes breves y de repente me dice que piensa regresar, que no habrá boda y que planeaba decírmelo bien al volver.

— ¿Y lo hizo? ¿Te lo dijo?—pregunta Alana con angustia, sacudo mi cabeza en negación.

—Lo redujo a que ambos habían tomado la decisión luego de mucho tiempo, que se habían dado cuenta de que la relación no era la misma y lo mejor sería separarse. Que seguían siendo buenos amigos y se deseaban lo mejor. Estaban encargándose de los trámites de la casa que habían comprado juntos en Irlanda.

—Lo mismo que nos dijo —Andrew se ríe de una manera seca—, lo que suena igual que una declaración de prensa, podemos comprobar lo buena que era cómo relacionista pública, tiene sentido que terminara guiándole la carrera a Ashton.

—No la cuestioné, sonó convincente y para ese entonces nuestra amistad estaba algo aislada, pero poco a poco la recuperamos y de hecho nos hicimos más cercanos. Cuando la sugerí para manejar la carrera artística de Ashton, volvimos a recuperar nuestra amistad. Sabía que planeaba quedarse, que buscaba trabajo y que haría un trabajo impecable pese a ser una novata, me comprometí a guiarla.

»Todos pensaban que tenía un enamoramiento o algo cómo eso, pero éramos dos amigos compartiendo tiempo y era yo ayudándola a restablecer su vida —Hago una pausa para tomar un profundo respiro—. Ally lo estaba haciendo estupendo e incluso se veía feliz, pero había días que parecía aislada o preocupada. Oportunidades en donde se alejaba para hablar por teléfono y regresaba en silencio, tenía la impresión de que a veces tenía problemas para dormir, pero preguntarle era obtener una respuesta increíblemente elaborada.

—Sabía que no podía dormir y me decía que eran por pensamientos —murmura Alana—. Busqué muchas técnicas para ayudarla, técnicas que no incluyeran medicamento e incluso recomendé un terapeuta, pero ella insistía que estaba bien. Atribuí todo a la ruptura y pensé que las cosas que no decía, era porque se trataban de su dolor sobre un amor que no resultó. Me siento tan estúpida.

—Nada es tu culpa, mamá, no te castigues de esa manera.

—Andrew tiene razón, Alana. No es tu culpa.

—Pero se siente cómo si lo fuese —Estruja en su mano un pañuelo con el que luego se limpia las lágrimas—. Debí insistir más en que hablara, ser una mejor oyente, debí hacer más.

Por mucho que diga que no es su culpa y le haga saber que dudo que las cosas hubiesen sido diferentes porque Ally estaba cerrada a hablar del tema, sé que ella no va a creerme. Siento el peso de las mismas culpas porque muchas veces me pregunto si pude haber sido más que un simple oyente, confidente y amigo, si pude haber hecho más.

—Ella se mantuvo firme hasta una semana particularmente estresante sobre los contratos de Ashton en donde me ofrecí a orientarla en cuanto a cómo debía abordar al equipo de trabajo. Bebió y había más sucediendo en su vida personal, finalmente se quebró y fue cuando se sinceró conmigo sobre algunas cosas —Los miro a los tres.

»Fue la primera vez que lo dijo en voz alta, que se lo dijo a alguien que la conociera aquí, que lo admitió para alguno de nosotros —Suspiro—. Le gustaban las mujeres.

Evan, quien no ha dicho ni una sola palabra, deja ir una lenta respiración y hay un tic nervioso en su mandíbula mientras me mira.

—Pero su prometido... —dice Alana, pese a que posiblemente el detective ya se lo ha dicho.

—Pensó que lo amaba, tal vez lo hizo, pero toda su vida Ally luchó contra esa parte de sí misma, siempre vivió asustada de admitirlo, de reconocerlo, no quería ser esa persona —Y me duele decirlo, me dolió escucharla pronunciarlo de esa forma—. Lo intentó de muchas maneras, se resintió, se odió, tuvo conflictos consigo misma e hizo las cosas que creía correctas.

Una Novia Para Max (BG.5 libro #5.5)Where stories live. Discover now