Capítulo 25

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Por la mañana los dos desayunamos en silencio, nos hicimos los boludos, Peter solo me dijo buenos días y se fue.
Yo, en cambio sí lo saludé como corresponde y lo besé en la mejilla, la respiración se me aceleró en ese instante al sentir tensión, pero no era la que últimamente venía sintiendo, era otra, tensión sexual, eso me dejó desconcertada y no me dejó trabajar concentrada.
A la tarde fui a merendar con mis amigas a un bar cerca de lo de Peter, pedimos varias cosas y las comí con ansiedad.
-Hace mucho no te alimentabas así-Candela se quedó sorprendida.
-¿Hay algo que no nos estés contando?-Eugenia me atrapó, que obvia era, suspiré.
-Las cosas con Peter están tibias ahora.. No está todo congelado como antes.. Y eso.. Eso me da algo de esperanza, no lo se, al mismo tiempo me poner nerviosa, ansiosa.. No dejé comer en todo el puto día, voy a terminar rodando
Eso hizo que me pusiera a llorar.
-La panza te sienta bien, ¡estas hermosa! A pesar de todo lo malo estas luminosa, Peter sería un tonto si no lo notara-Eugenia elevó sus cejas-¿que le dijiste?
-Que pienso recuperarlo... Y quiero hacerlo, pero tengo miedo... No saben todo el rechazo que sentí en el último tiempo-pensar en eso me puso triste- no lo saben..
-Sí.. Lo sabemos-me respondió Candela, se puso de pie y me dio un abrazo- somos tus amigas, te estuvimos acompañando, vamos a estar siempre y vamos a escuchar lo que sea
Eso me emocionó, las abracé a las dos cerrando mis ojos, ¿que haría sin ellas?
-Y.. ¿Como pensas recuperarlo?-Eugenia me preguntó con curiosidad.
-Él me pidió tiempo pero.. Yo siento que no lo tengo, que puede venir cualquier persona.. Él ahora podría estar con cualquier otra persona porque es libre.. Firmé los papeles del divorcio, me divorcié-solté sin anestesia, mis amigas se sorprendieron- él lo quería y.. Bueno, ese fue mi acto de amor.. Quiero dejar de mandarme cagadas, si él es feliz con eso genial, se lo debo.. Le debo mucho..
Mis amigas me miraron apenadas y otra vez nos unimos en un abrazo.
Más tarde volví nuevamente al departamento, traje pizza, recordé cuando probé la mejor que comí en mi vida, en Italia.
Peter estaba en su oficina concentrado en cosas del trabajo, toqué su puerta y la abrí con cuidado.
-¿Puedo?-le pregunté, asintió con la cabeza- ya está la cena
Él suspiró y dejó de hacer lo que estaba haciendo, noté que tenía la cabeza en otro lado.
-¿Todo bien hoy?-lo miré, él se sirvió una porción.
-Tuve varias reuniones, muchas cosas, tengo mucho trabajo-otra vez me respondió de manera seca-¿él tuyo?
-El mío... Bien, vi a mis amigas, Gastón se volvió a Nueva York, me dijo que piensa volver cuando tenga a mi bebé-tomé un poco de jugo.
-Nuestro-me corrigió, acto seguido me miró a los ojos- es nuestro
-Lo se solo.. Me confundí, perdón-me puse de pie al terminar, cuando estaba poniendo las cosas en el lavavajillas un plato se me cayó al suelo rompiéndose.
-Quedate donde estas que estas descalza-me pidió y rápidamente se puso de pie para buscar una escoba, limpió y me trajo algo para que me ponga en los pies.
-Gracias-le agradecí y me alejé.
-¿No vas a comer chocolates hoy?-elevó sus cejas- tomá-me acercó una caja de bombones, agarré dos-¿pensas irte a dormir ya?
Negué con la cabeza, me sorprendió que me haya dicho más de cinco palabras seguidas, así que aproveché y nos sentamos juntos a mirar una película, intenté concentrarme, pero estar cerca me distraía.
Cuando terminó me puse de pie dispuesta a irme, volví y besé su mejilla.
-Buenas noches Peter- lo saludé,
Al meterme en la cama me quedé con una sensación rara, ¿acaso había avanzado un escalón?
Sentí después de mucho tiempo algo de paz, eso me facilitó el quedarme dormida.

A la mañana siguiente Peter no estaba, se había ido a su hotel, se me ocurrió sorprenderlo por el mediodía, medio que me disfracé para entrar por si había alguien de la prensa, me dejaron pasar.
Olvidé tocar la puerta y entré directamente.
Una chica bonita estaba peligrosamente cerca de Peter y eso encendió todas mis alarmas.
-¿Tenías una reunión? Aún no terminamos-la chica me dijo mirándome mal.
Eso me enfureció, estaba ardida en celos.
-Vine a traerle algo a mi marido-dije esas palabras sabiendo que ya no lo era, que estábamos divorciados.
Peter se me quedó mirando firmemente sin expresión alguna.
-Mejor seguimos la reunión en otro día-le dijo a la chica que besó pausadamente su mejilla-Mariana-me llamó cuando finalmente ella se fue.
-Te traje el almuerzo, solo eso..-le respondí cortante, me arrepentí de haber venido, dejé la bolsa en su escritorio dispuesta a irme pero Peter me agarró del brazo.
-Trajiste dos bolsas...-me señaló la mía- viniste para almorzar conmigo, no para traerme algo solo a mi
Suspiré.
-Esta bien, sí-asentí con la cabeza- perdón por haber interrumpido tu reunión-en realidad no estaba arrepentida de eso.
-Así que sos mi esposa...-él elevó sus cejas, me atrapó.
-Perdón por esa mentira... Te dije que no iba a mentir más, empezando por ahora-dejé de mirarlo a los ojos por la vergüenza.
-¿Almorzamos?-Peter cambió de tema, asentí con la cabeza sorprendida.
Nos sentamos en una mesa y lo miré desde a lo lejos.
-Hice sandwiches.. Es lo único en lo que podría decir que soy buena
Él elevó sus cejas.
-Tenes cosas buenas.. Bueno, todos lo tenemos-agregó eso a último momento.
-Te dije que te iba a dar espacio y tiempo...-lo miré nuevamente- perdón por haber venido hasta tu trabajo, no lo voy a hacer más, Peter yo..
Él se puso de pie, corrió la bolsa de la mesa y se sentó cerca de mi sin dejar de mirarme.
-¿Qué?-le pregunté.
-Sos tan parecida a tú mamá... No se como no lo vi antes...-corrió el mechón de pelo que tenía sobre la cara- pero al mismo tiempo distinta... Sabes, tengo varios pensamientos en mi cabeza.. Varios recueros que no se si fueron verdaderos, si hubieron sentimientos reales..
Escuchar eso me partió el alma, sus ojos se pusieron brillosos.
-Ya te dije...-la voz se me quebró.
-Me confundís mucho Mariana-soltó finalmente.
-Peter..-lo llamé- todo lo que vivimos en el último momento que fuimos felices fue real, todo.. Cada cosa.. Cada caricia que te hice fue porque.. Fue porque te quiero..-lo miré a los ojos.
-¿Vos no podes entenderme a mi? Estoy confundido con todos mis pensamientos-suspiró- por eso te pedí tiempo..
Me puse de pie asintiendo con la cabeza.
-No interrumpo más tus reuniones, podes decirle a tu clienta que puede volver-cuando solté eso me arrepentí, me escapé rápidamente, me desaparecí de su vista.
La charla me dejó pensando mucho, si lo confundía.. ¿Todavía tenía que tener esperanza de recuperarlo?
Se me estaba acabando el tiempo, el ver a esa clienta tan cerca de él hizo que me diera cuenta de eso, me hirvió la sangre, dije otra mentira más para seguir peleándola, para recuperar al hombre del cual estoy enamorada.
-Lali, La... No tenes que castigarte más mi corazón-Candela suspiró, me había recibido en su casa, había acudido a ella.
-Siento que.. Siento que estamos tan lejos y al mismo tiempo cerca.. Que nos estamos acercando, pero cuando pasa eso él retrocede..-suspiré ya mareada.
-Es obvio porque retrocede La.. Tiene miedo a ser nuevamente lastimado..
-Pero yo ya no quiero hacerle mal-miré a mi amiga- solo quiero.. Solo quiero un comienzo feliz..-me agarró tristeza- ¿porque es tan difícil todo?
-Los seres humanos sí que somos jodidos eh... Tiempo al tiempo, día por día, minuto por minuto, tal vez el tiempo no es tan malo.. Pensá en que el tiempo sana-Candela esbozó una pequeña sonrisa para darme ánimos.
Besé su mejilla y después me fui, cuando abrí la puerta del departamento y fui a la oficina de Peter me encontré con que nuevamente estaba con la chica del mediodía.
-Estábamos terminando de hablar lo que vos interrumpiste esta mañana-soltó ella en mi cara, noté su mala energía, la mala vibra.
Otra vez besó la mejilla de Peter, me saludó con la mano y él fue atrás de ella para abrirle la puerta.
Cuando nos quedamos los dos nuevamente solos me quebré en llanto, todo era mucho para mi, mis hormonas no colaboraron, me encerré en la habitación de huéspedes.

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