Capítulo 21

473 38 15
                                    



Llamé a mis amigas completamente nerviosa.
-¿Qué tal el crucero?-me preguntó Candela divertida.
-Bien, todo bien.. Voy a casarme-solté rápidamente, mis amigas se me quedaron mirando.
-¡¿Qué?!-dijeron las dos al mismo tiempo.
-Esa misma fue mi reacción...-suspiré- miren-giré la cama y les mostré mi look, tenía un vestido blanco sencillo.
-¡¿Te vas a casar ahora?!-Eugenia se rió- ustedes dos no están bien del bocho, vos no lo estas, ¿hablaste con Peter?
-¿Qué se supone que tendría que hablar con Peter?-me hice la desentendida.
-¡La verdad boba! Así pueden volver a empezar, ya que te perdonó tus otras cagadas..-Candela suspiró algo nerviosa- La, tenes la oportunidad de hacerlo
-Yo...-negué con la cabeza- lo decidí, pienso dejar el pasado atrás y por una vez en la vida ser feliz
Mis amigas se me quedaron mirando.
-Lali mi corazón-Eugenia me miró firmemente-¿estas segura de todo?
-Chinita estos días y los días que estuve con Peter fui feliz.. Solamente no lo quería ver y.. La verdad es que lo quiero-asentí con la cabeza, se me escapó una sonrisa.
-Solo no quiero que después termines llorando si se sabe tu verdad-Eugenia suspiró- espero que todo te salga bien esta vez
-Gracias por el apoyo de las dos-les dije irónica.
-Si te decimos esto es porque nos preocupas, nos preocupamos por vos-Candela me hablo con la voz más suave.
-Tengo que irme.. Me voy a casar, frente al castillo de la princesas y en Disney-solté y la cara de mis amigas se transformó.
-¡¿Disney?!-Eugenia se emocionó.
-Disney-repetí, corté la llamada sin dar muchos detalles y todo pasó rápido, caminé por un camino rojo hasta donde estaba Peter esperándome, por todo el parque sonaba una música tranquila, una de una película de Disney obviamente.
Cuando llegué frente al castillo este cambió de color a verde, Peter me miró a los ojos y no pude prestar atención a nada más.
Un señor medio mayor dirigió la ceremonia, menos mal que era alguien que sabía español.
-Mariana Esposito, ¿aceptas a Juan Pedro Lanzani como tu esposo?
Miré firmemente a Peter y asentí con mi cabeza.
-Acepto-me sonreí y él me sonrió dulcemente.
-Juan Pedro Lanzani, ¿acepta a Mariana Esposito?-le preguntaron, él también asintió.
-Acepto-respondió él seguro.
La puse el anillo a Peter y después el señor nos hizo firmar unos papeles , minutos más tarde nos declaró marido y mujer.
Agarré la cara de Peter entre mis manos y nos besamos, no nos podíamos soltar, una serie de emociones contenidas y sentimientos hicieron que al separarnos me ponga a llorar de emoción.
-¿Puedo decirte mis votos ahora?-Peter elevó sus cejas y asentí, sacó un papelito de su bolsillo- Mariana, Lali, mi amor-dijo eso, me sorprendió, le sonreí tímidamente- llegaste a mi vida y dejé de hacer toda clase de cosas cuerdas, me transformaste como ser humano, me hiciste ser mejor, me despertaste sentimientos que creía muertos, en pocas palabras volví a vivir la felicidad-me hizo una caricia en una de mis mejillas, yo mientras lloraba, mis hormonas tampoco ayudaban- sos luz Lali, tal vez no lo veas, pero iluminas cada rincón por el que caminas..yo... Me enamoré
Escuchar eso de su boca hizo que se me aflojaran las piernas.
-Yo..-lo interrumpí-¿puedo seguir yo con los míos?
Él asintió mirándome alegre.
-Peter-lo llamé por su nombre y me atreví a mirar sus ojos-¿que decirte? Me negué a enamorarme, yo.. Por varios motivos no quería pero.. Siento que todo lo que nos pasó por fin fue un regalo del destino para mi, fue como una caricia, es como una caricia... Y me pasó, y no pude negarlo más, tuve que asumirlo porque las emociones y los sentimientos se me desbordaron... Quiero que siempre estemos juntitos, acompañándonos, queriéndonos, haciendo mil locuras más-me reí, Peter elevó sus cejas riéndose-¿vas a quererme?-le pregunté mirándolo firmemente.
-Obvio-me respondió y nos acercamos nuevamente para besarnos, lo abracé por el cuello- estas hermosa..-me susurró en el oído mientras lo abrazaba, una sonrisa se me dibujo y no se me iba a ir, nunca más, había encontrado a mi persona, la persona que me iba a cuidar y querer para siempre.

Volvimos hasta el hotel en una carroza.
-¿No es esto loco?-me reí.
-No.. ¿Acaso lo es?-Peter se rió.
Bajamos de la carroza de Cenicienta y le hice una caricia a los caballos, entramos al hotel y como era tarde éramos las dos únicas personas en el restaurante.
Cuando sonó la música del vals Peter me sacó a bailar.
Nunca me imaginé casarme en Disney, sin mis amigas y menos con Peter Lanzani, me apoyé sobre su pecho y él rodeó mi cuerpo con sus brazos.
Al llegar a nuestra suit sonreí sabiendo que iba a pasar, nos costó desvestirnos pero terminamos haciéndolo, ambos estábamos desesperados, nos reímos por eso eso.
Nos tiramos sobre la cómoda cama y todo volvió a empezar, pero en un capítulo nuevo de nuestra historia.
Peter se me quedó acariciando dulcemente la cara y yo lo provoqué nuevamente dándole una palmadita sobre el trasero, me miró sorprendido y ambos nos reímos.
Sentí que esta vez todo cambió porque ya nos habíamos confesado directamente nuestros sentimientos, en cada momento de deseo, de placer hubo mucha delicadeza y besos.
Esta vez no fue algo incierto, esta vez hicimos el amor y no pude evitar que se me pongan los pelos de punta.
-Sos mi amor Lali, de ahora en más sos mi amor-dijo mirándome a los ojos, achiné los míos al sonreírle y le dije un último besito más antes de dormirnos.

Cuando salió el sol nos trajeron el desayuno a nuestra habitación junto a una canasta felicitándonos, nos trajeron también muñecos de Minnie y Mickey, muñecos que decidí que guardaríamos para nuestro bebé.
Comimos rápidamente porque no queríamos perder tiempo del día, fuimos al parque y Peter me captó en todo momento con mi cámara o con la de su celular.
-¡Basta de fotos! Son todas iguales Pit-me reí divertida- en todas salgo yo sola
Le di la cámara a los turistas y ambos posamos con el castillo de Disney de día, después mostramos nuestros anillos, agradecimos al chico que nos tomó las fotos y aceleramos el paso para ir a ver una obra de teatro, el de La sirenita.
Otra vez volví a ser chiquita.
Cuando vi a Ariel cantar Part of your world me emocioné, más tarde me reí con Under the sea, bailé esas canciones animadamente y aplaudí fuertemente cuando terminó la función.
Almorzamos y fui feliz comiendo una hamburguesa con papas, mi nuevo antojo poco sano.
Recorrimos varios juegos más y después descansamos porque ahora yo me casaba más fácil.
Cuando anocheció empezó otro show de luces y sonido, esta vez en Epcot, uno de los muchos parques.
Vivir un momento así frente a una persona especial me llenó lentamente el alma y el corazón de amor, estaba sanando mi pasado, para así empezar a vivir un lindo y inesperado presente.
Peter me miró de reojo y le sonreí, tomé su mano con la mía y se la apreté con suavidad, él besó mi frente abrazándome y sintiéndome al fin bien suspiré.

En mi esenciaWhere stories live. Discover now