Capítulo 15

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La noche terminó conmigo hablando estupideces con todos los invitados, riéndome, completamente extrovertida.
Peter estuvo en todo momento conmigo, lo último que recuerdo es que me besó la frente y me tapó con las sábanas.

Cuando el día comenzó tuve una jornada larga de reuniones, revisé las redes y todos estaban hablando del festejo de cumpleaños de Peter Lanzani, agradecí que sea Viernes para poder descansar todo el fin de semana.
Por la tarde recordé que había acordado una cita, me vestí algo arreglada y Peter me vio así.
-¿A donde vas tan linda?-me abrazó por atrás y besó mi mejilla.
-Cena de chicas-mentí- hace tiempo no teníamos una, así que nos vestimos así y pensamos ir a un lugar bien lindo
Volteé y Peter me sonrió.
-¡Disfrutá de la noche!-volvió a besar mi mejilla.
Al salir del edificio pedí un remis y fui hasta donde me había indicado Miguel.
-Hola-lo saludé cuando me abrió la puerta.
-Hola-él sonrió con su sonrisa perfecta-bienvenida Mariana
Besó mi mejilla y fue tan distinto a lo que me había acostumbrado en este último tiempo, du perfume no era suave como el de Peter.
-¿Vino?-me ofreció cuando caminé hasta el living, asentí con la cabeza y me dio una copa-¿que te hizo aceptar mi invitación? ¿También te gusté?-elevó sus cejas- Peter siempre se queda con la chica linda-suspiró algo molesto- así empezaron nuestros problemas.. Pero no quiero aburrirte..
Miguel bebió de su vino y eso me quedó resonando en la cabeza, ¿él y Peter pelando por una chica?
-¿Que pasó realmente entre ustedes?-no pude evitar sentirme curiosa.
-Su nombre era Adela, yo la vi primero, pero Peter se la ganó-suspiró empezando a ponerse molesto- no se.. Cuando te vi a vos algo me recordó a ella...-eso me lo dijo mientras posaba su mirada en mis labios, mierda.
Otra persona más que piensa en el fantasma de mi mamá.
-Debió ser importante para ambos..-fue todo lo que me salió decir.
-Ella me metió en la friendzone, yo me aburrí y me fui-suspiró- igual no quiero aburrirte con cosas del pasado, con mis conflictos con Peter, hoy estamos para brindan y terminar botellas de vino, ¡para celebrar que sos soltera! Y que yo también..
Noté perfectamente a donde quería llegar.
Cenamos, yo otra vez tomé mucho vino para hacer todo más fácil, me sentía rara al estar haciendo este papel, me sentía sucia al estar jugando a las dos puntas.
Miguel me contó de su lujosa y linda vida en España.
-Te estoy aburriendo de nuevo, contame algo de vos..-me sonrió.
-Soy.. Soy una persona común y corriente-hice una pequeña sonrisa.
-Ya voy a ir conociéndote más-elevó sus cejas coqueto.
Brindamos y después todo pasó muy rápido, Miguel besó mi cuello y después mis labios, eso me dejó estática, sabía que eso iba a pasar, pero lo que no sabía era que me iba a causar tremendo rechazo.
Él metió su mano debajo de mi camisa y me acarició besándome, traté de relajarme y no pensar.
Miguel fue salvaje en comparación a Peter que solo era así si yo también lo quería.
Apoyé mi cara sobre la almohada cerrando mis ojos, y me pasó algo insólito, me entraron ganas de llorar, contuve mis lágrimas y empecé a cambiarme.
-Tengo que volver...-empecé a despedirme, Miguel me acompañó a la puerta y me despidió con un beso.
-Nos vemos prontito, te escribo en la semana-me sonrió alegre elevando sus cejas, coqueteó conmigo hasta último momento.
Al volver al departamento lo primero que hice fue entrar a la ducha, quise sacar cada rastro del perfume de Miguel de mi piel, quise sentirme limpia de nuevo, caminé hasta la habitación de Peter que estaba al borde de dormirse.
-¿Lo pasaste lindo?-me lo susurró con la voz baja.
Asentí con la cabeza sintiéndome rara.
Peter me acarició la cara y llegó con sus caricias hasta en mi boca, entonces me acerqué a la suya y lo besé, fue dulce, fue un beso sin otras intenciones, sin la intención de seguir enamorándolo, simplemente fui yo, una chica que quiso besar a un chico como cualquier otro.
Peter me sonrió y me abrazo para dormirse, mi respiración se quedó intranquila, hice todo mi esfuerzo para dormirme sin que me persiga la conciencia.
No lo había realmente engañado a Peter, lo nuestro en definitiva era una farsa.
Cerré mis ojos y quise despejar mis pensamientos, finalmente me dormí.

El Sábado me paseé por la cocina con una de las camisas largas de Peter, me quedaban de vestido, sabía que él amaba verme así.
-Buen día-besó mi mejilla, esbocé una pequeña sonrisa- desayuno para dos-me señaló la mesa.
Ambos nos sentamos y no tenía mucho hambre, hice un esfuerzo y comí algo.
-¿Estas bien? Estas algo ida..-lo notó, negué con la cabeza.
-Estoy bien Peter-suspiré-mejor que nunca
Agarré los platos para ponerlos en el lavavajillas, para escapar.
Lo escuché a Peter hablar en voz alta desde la otra punta, me acerqué y supe que estaba hablando con Miguel, entré en pánico.
-Mi estúpido hermano diciéndome que esta vez va a ganar él, no entendí a que se refirió, pero cualquier cosa que venga de esa persona me molesta-suspiró, después cambió su cara al mirarme a los ojos- no me importa eso... No me importa porque estoy aquí y ahora con vos La
Ese "La" me resonó en la cabeza, era la primera vez que me decía, me senté sobre sus piernas.
-¿Que te gustaría hacer hoy?-le pregunté- así nos olvidamos de nuestros trabajos, los problemas..
Peter me sonrió.
-Siempre me salís con cosas que me hacen olvidarme de todo-besó mi frente estando alegre- podemos ir... Podemos ir a un día de campo, en realidad a una estancia hermosa, donde se casaron Lopilato y Buble, donde grabaron la novela esa Los ricos no piden permiso, la estancia Villa María-se rió-vamos para allá
Nos pusimos de pie y nos cambiamos.
Peter manejó hasta la estancia y me quedé maravillada por el tamaño que tenía, nos dieron la bienvenida y nos dijeron las cosas que podíamos hacer.
-¿Te gustaría andar en caballo?-Peter elevó sus cejas mirándome.
-Sí, pero no lo hice antes-me puse algo nerviosa.
-Es fácil, solamente no le tengas miedo al caballo, ellos se dan cuenta y se vuelven algo rebeldes-Peter asintió con su cabeza.
Fuimos hasta el establo y un hombre grande nos recibió, me ayudó a montar, me contó que tenía que hacer.
Imité a Peter en todo momento, al cabo de un rato no pude evitar sonreír, era lindo el lugar, estaba lleno de vegetación, bordeamos el lago y más tarde volvimos.
Peter me sostuvo de la mano y caminamos bastante, recorrimos el lugar y terminamos sentándonos en el pasto.
-Hoy me siento una princesa, es hermoso este lugar, parece un palacio-le sonreí y Peter me sonrió como un nene, me besó y no quise soltarlo, agarré su cara entre sus manos.
-Lali-me susurró rozando su boca con la mía- me da.. Me da miedo decírtelo pero..-su respiración se aceleró- me están pasando cosas..
-¿Que clase de cosas?-me hice la tonta, no quería que afirme mi teoría.
-Cosas lindas...-me sonrió hablándome cerca- no te asustes eh-besó mis labios nuevamente-¿lo sentís? Esto.. Algo me dice que vos también lo sentís, tengo miedo de equivocarme..
Lo besé para silenciarlo, mientras lo hice solté las lágrimas que había contenido la noche anterior, cuando nos apartamos Peter se dio cuenta de que algo me pasaba.
-Ey-levantó mi cara con una de sus manos-¿no lo sentís?
Se me formó un nudo horrible en la garganta, no podía hablar, me odiaba, en este momento me odiaba.
-Peter yo...-suspiré resignada- me pasan cosas..
Terrible error, esta vez hablé con la sinceridad, me saldría muy caro todo.
Acepté lo que me había atormentado casi todas las noches, acepté la verdad, lo que me estaba pasando y no me tenía que pasar.
Peter me sonrió dulcemente y sostuvo mi mano nuevamente con la mía, se la apreté suavemente, sintiéndome mal.

En mi esenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora