Capítulo 20

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Les dejo este capítulo, el último de hoy y me voy corriendo.. Hasta mañana!

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Peter me despertó para ver el amanecer, nos sentamos uno al lado del otro, ambos con cara de sueño.
Sentí que por fin estaba teniendo un momento de paz, volteé para mirarlo, le hice una caricia en el pelo y le sonreí.
Más tarde fuimos a desayunar, me serví un poco de todo porque estaba antojado, Peter no podía creerlo.
-¿Tuviste algún antojo raro?-me preguntó con curiosidad, negué con la cabeza y después me retracté.
-Vainillas con jugo de naranja-elevé mis cejas mirándolo divertida, él soltó una carcajada-cuando iba al colegio me daban eso en el desayuno y la merienda
-¡Que asco Lali! Las vainillas se meten en la leche chocolatada-Peter volvió a reírse.
Jugó con un mechón de mi pelo y se acercó aún más, me besó en los labios, sonreí porque me sorprendió ese gesto.
Más al mediodía el barco paró en otra isla y terminamos comiendo sandwiches sentados en la orilla, las olas del mar iban y venían, al terminar nos metimos para refrescarnos.
Nadé hasta donde estaba Peter y lo abracé por el cuello, él me sostuvo.
-Ya no hago pie-me encogí de hombros.
Él me llevó hasta la orilla como si fuera liviana y me dejó en la arena.
-¿Vamos?-estiró sus brazos y sostuve sus manos, le seguí el paso y volvimos al barco.
Por la tarde tomamos jugos, bailamos todo tipo de música y nos sacamos varias fotos con mi cámara.
-¿Que planeas hacer con tantas fotos?-Peter elevó sus cejas curioso.
-Solo son fotos que nuestro bebé va a poder tener por siempre como recuerdo-le respondí como si fuera algo obvio.
Peter le dio la cámara a una persona que pasaba por ahí y nos pidió que nos captara con una imagen.
Sostuvo mi cara entre sus manos y me besó dulcemente, una mezcla de sensaciones me invadieron.
-Gracias-le agradecí al chico, al cabo de un momento la foto se imprimó, nos la quedamos mirando- va a ver la locura que cometieron sus papás..
Me lo quedé mirando porque no había pensado bien en eso, no había dicho nunca esa palabra, Peter se dio cuenta de que algo pasaba por mi cabeza.
-¿Dije algo malo?
Negué.
-No... Solo que nunca pensé realmente en eso.. Aunque sí, es una realidad, estoy embarazada-solté acelerada.
-Shhh Lali, respirá-se rió de mi.
Acto seguido fuimos a nuestra habitación y nos metimos en una bañera con hidromasaje, sumado a eso Peter me hizo masajes en la espalda, cerré mis ojos disfrutándolo, cuando los abrí fue porque sentí sus besos en mi cuello.
Busqué ansiosamente su boca con la mía y jugué a un juego de seducción, le robaba besos, lo mordía, lo acariciaba y él se dejaba, después fue su turno, y no pudimos evitar caer nuevamente en la tentación.
Cuando se hizo de noche nos arreglamos nuevamente para otra velada, esta vez la cena era al aire libre, sonaba buena música, nos sirvieron rica comida y un dulce postre.
-¿Algo que extraño mucho? El vino.. El buen vino-levanté mi copa con gaseosa-¡salud!
Él también levantó su copa con gaseosa.
-¡Salud!
Fuimos a un sector del barco donde pasaban películas y me gustó la idea, fue como ir a una primera cita, y como en toda cita cliché terminamos besándonos en todo lo que duró.
Al llegar a nuestra habitación otra vez recuperamos el tiempo perdido, Peter rozó su nariz con la mía, mi respiración aún estaba acelerada.
-¿Alguna vez sentiste algo por mi Lali?-Peter dudó, esa era la pregunta que alguna vez evadí.
Escondí mi cara en su cuello y me quedé acariciando su brazo.
-Yo... Aprendí a quererte lentamente, sos especial Peter-ahora me escapé de mi escondite para verlo a los ojos- no tenía que... No quería.. Pero vos siempre me trataste bien y bueno... Sé que en fondo sabes la respuesta-cobarde, no me animé a seguir hablando en voz alta, bajé mi tono- me fue inevitable no terminar queriéndote
Solté esa confesión y me sentí más aliviada.
Peter acarició suavemente mi mejilla.
-¿Descansamos?-soltó cambiando de tema- mañana termina el viaje en crucero, llega a su fin y todavía me queda una sorpresa
Asentí con la cabeza y lo abracé cuando apagó la luz.

A la mañana siguiente desayuné ansiosa porque Peter no quería decirme nada, cuando bajamos del crucero un auto alquilado nos esperaba, el manejó tranquilo como si nada cuando yo estaba hecho un nervio andante.
De pronto lo vi, vi el cartel.
-¡¿Disney?!-elevé mis cejas y sonreí ampliamente- ¡¿es joda?! Estas loco..-me reí.
Él también sonrió, cuando bajamos del auto terminamos registrándonos en uno de los hoteles del parque.
-¡Vamos a divertirnos!-me ofreció su mano y la tomé con la mía sonriente.
Al llegar a un carrito nos sentamos y terminó llevándonos hacia Magic Kingdom, el parque donde estaba el palacio de las princesas.
Música alegre sonaba mientras enfrente nuestro pasaba una caravana con personajes bailando, me sentí por otra vez como una nena de seis años, estaba cumpliendo uno de mis sueños.
Peter era otro nene más, ambos éramos fans de los personajes, corrimos por todos lados para sacarnos fotos con ellos.
Me subí a los juegos que podía, por mi estado obviamente.
Y cuando oscureció empezó el famoso show de luces y fuegos artificiales, me puse a llorar de la emoción, mis hormonas tampoco ayudaron, cuando volteé a mirarlo a Peter él estaba de rodillas.
¡¿Qué?!
Me lo quedé mirando sin entender nada.
-Es medio anticuado esto.. Mejor me pongo de pie..-lo hizo riéndose nervioso- lo que me dijiste anoche me dejó pensando mucho.. Me sentí aliviado de saber que también tenes sentimientos por mi y.. Decidí retomar mi plan inicial, lo que primero había planeado cuando pensé el viaje es darte este final, hacer realidad nuestra enorme mentira-agarró mi mano con una de las suyas-Mariana lo quiero... Quiero que te conviertas en mi esposa, no llegamos ni a novios pero.. Siento que en vos encontré a mi compañera de vida, una que me despierta sentimientos nuevos.. Yo... ¿Te queres casar conmigo?
Me quedé estática, los minutos pasaron y los fuegos artificiales tampoco dejaban de sonar.
No estaba para nada preparara para algo así, jamás se me vino a la cabeza que pudiera pasar esto.
Lo noté a Peter nervioso y pensé en que una locura más no iba a dañar a nadie.
Asentí con la cabeza sabiendo que todo iba a cambiar más aún, mi vida había cambiado desde que lo conocí, todo me salió mal pero al mismo tiempo terminé ganando.
-Sí-solté eso y Peter llenó mi cara de besos, estiré mi mano y me lo puso, otra vez, el anillo valioso para él, el de su mamá.
Sentí emoción al tenerlo en mi dedo, volví a besarlo abrazándolo por el cuello.
-Cuando cierre el parque nos casamos-me tiró  sin anestesia.
-¡¿Qué?!
-Sorpresa.. No imaginaste nunca algo así, ¿no?-elevó sus cejas mirándome con alegría-¿estas lista para esto Lali?
Un silencio se hizo, no supe que decir, todo era demasiado.
Pero todo fue loco en nuestra historia.
¿Debería hacer esta locura?

En mi esenciaWhere stories live. Discover now