Capítulo 32

50 13 2
                                    

Ángela Brown

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ángela Brown

Es lunes por la tarde y como el decano tenía una conferencia y su asistente de tiempo completo se enfermó, me llamo a mí para suplirla. Falte a todas mis clases y para mi desgracia Natalia y Alessandro acordaron hacer el trabajo en casa de él.

Tampoco vi a Carter, aunque estuvimos mensajeándonos todo el fin de semana, dijo que estaba preparando una sorpresa para mí. Que me llevaría a un lugar especial. Admito que esté nuevo y mejorado Carter que me quiere conquistar me agradas bastante, pero, así como puede ser bueno y atento puede darle un ataque de bipolaridad.

Según Natalia él es géminis y ese signo tiende a ser muy cambiante e inestable. Si a eso le sumamos el accidente que tuvo capaz y hasta tiene doble personalidad, en una teoría en la que estoy trabajando.

Lo único bueno de acompañar al decano es que no vi a Gil en todo el día de hoy, después del mensaje que le mande estuvimos mensajeándonos, mentiría si digo que no me agrada hablar con él otra vez, solo en plan de amigos, pero me da un poco de ansiedad verlo en persona. Le dije que intentaría no distraerlo, pero definitivamente la distraída voy a ser yo.

Hay algo entre nosotros que no sé cómo definirlo, pero si quiero tener una especie de relación con Carter tengo que hablar con Gil, poner las cartas sobre la mesa y decirle que no puede volver a pasar nada entre nosotros.

El ruido de un motor me saca de mis pensamientos, pero lo que me veo ante mí no es lo que esperaba.

—¿Por qué vamos a ir en el auto de Diego? — pregunto cuando tengo el vehículo enfrente y no es el del chofer.

—Él está con Pamela así que me lo presto— me contesta una Natalia muy emocionada, supongo que por el hecho de manejar.

—Se supone que Tamara nos iba a llevar, necesitaba recoger unas cosas de la casa— odio que me cambien los planes.

—Ella se va a ver con Sebastián en el cine, y por las cosas no te preocupes yo te puedo llegar a su casa.

Todavía no hablo con mi mejor amiga, se ha de estar muriendo de la vergüenza por haberlos encontrado en esa situación a Sebastian y a ella. Le daré su tiempo para que tranquilice y después le pediré que me cuente todo con lujo de detalle.

Mi fin de semana se fue en ayudarle a estudiar a Natalia, jugar tenis con Pamela, visitar a mi papá en hospital y ver una de sus operaciones. Mensajear con Gil y con Carter que ha estado de lo más atento con mensajes de buenos días y buenas noches, pregunto si ya comí y que estoy haciendo.

—Está bien—accedo no muy convencida. —¿Tienes la dirección del animal que tenemos por compañero? — pregunto subiendo al modesto auto.

Todavía no sé por qué razón vamos a juntarnos a organizar el trabajo en casa del italiano, si podemos vernos en el campus.

Entre besos y engaños. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora