Capítulo 5- Los hermanos siempre se apoyan

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Carter

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Carter

Enciendo un cigarro y me recargo en la pared del moderno edificio. Es un lindo lugar no muy lejos del campus. A mis papás les debió costar una fortuna, pero podemos permitírnoslo. El exterior el gris y café claro con muchos balcones y a lo largo arboles bien distribuidos. Se ve como un lindo lugar para vivir, eso si es que llego a vivir en esta ciudad. Veo como un taxi se detiene a escasos metros de mí, de este se baja mi hermano con su cabello anaranjado idéntico al mío revuelto. Leva su mochila, una maleta y unos papeles de no sé de qué cosas a punto de caerles. Lanzo mi cigarrillo al piso y lo aplasto con una de mis botas.

— Perdón por la tardanza la secretaria de papá no encontrara la llave del departamento— dice el recién llegado. Me apresuro a ayudarlo con los papeles, lo más probable es que las tire si no lo hago.

Entramos a la recepción del edificio que es amplio e iluminado con unas cuantas plantas como decoración y en el lado derecho se encuentra una rubia muy bonita de unos veintitantos atrás de un mostrador. Nos sonríe al vernos entrar, yo le devuelvo la sonrisa y pretendo ir a saludar por "por cortesía" pero mi hermano me da un empujón haciéndome avanzar al ascensor.

— Como te fue en el examen de admisión? — pregunto al oprimir el botón y esperamos a que la puerta se abra para nosotros.

— Me fue bien, no fue tan fácil como pensé que sería, pero seguro que quedo. Debería haber lo echo conmigo, será extraño no estar en la misma escuela— contesta mi hermano mientras el ascensor se abre y el oprime el botón para el tercer piso en el momento que entramos.

—Awww mi hermanito se puso sensible, ya te dije que a lo mejor entró el semestre que sigue. Alguien tiene que cuidar tu trasero — le doy un leve empujón a modo de juego.

— Muy gracioso, ¿Y a ti como te fue con Sebas? Me hubiera gustado haber tenido tiempo para verlo.

—Sigue igual que siempre, pero no tuvimos mucho tiempo de hablar— le contesto y mi hermano arquea las cejas con desconcierto— Estuvo muy ocupado comportándose como un caballero. — aclaro y salimos de la gran caja metálica hacia nuestro nuevo hogar.

— Tratando de impresionar alguna chica supongo. — mi hermano saca la llave de su pantalón y abre el departamento.

El departamento es amplio y moderno. Lo primeo se ve es una acogedora sala en tonos grises y detrás una increíble vista del campus a pesar de estar solamente en el tercer piso.

— El muy idiota nos arrastró a un compañero de su equipo y a mí a una especie de cita grupal. Aunque no todo fue malo, me divertí bastante. — contesto adentrándome en el departamento. Me dejo caer en el mullido sillón y estiro mis piernas sobre la mesita del centro.

—Conozco esa mira y ese tono, quien es tu víctima? — dice mi hermano entrando a nuestra nueva residencia y dejando sus cosas en la entrada.

— No hay ninguna víctima, pero si conocí a una chica — sonrió al recordar a la pequeña campanita de ojos verdes y labios deseables.

— Contigo es lo mismo — anuncia mi acompañante tumbando mis piernas del mueble. — ¿Vienes a ver tu cuarto, galán?

—Cállate, ella es diferente además no creo que sea tan fácil, tiene novio— aclaro levantándome de mala gana y siguiéndolo a que al parecer seria mi cuarto.

— Eso es nuevo, alguien que no cae ante tus encantos —indica burlón parado en el umbral, dejándome pasar al cuarto.

Mi habitación, si es que vivo aquí, tiene un escritorio y una cama bastante amplia, suficiente para que me guste.

—Debe ser muy bonita para que te tenga así de estúpido— dice el pelirrojo todavía parado en la entrada.

Me volteo y observo su burlona sonrisa parecida a la mía para luego perderse hacia la cocina —Si es hermosa pero no solo es eso fue su forma de ser como... — informo yendo traes el pero el muy idiota me interrumpe.

—Adivinó, te reto o te mando a la mierda— se burla mientras desempaca las cajas de la cocina.

—Carajo déjame terminar de contarte— exijo algo molesto y mi querido hermano deja lo que está haciendo para fijar su vista en mi— ni una ni otra— explico— se portó amable incluso indiferente a mis encantos, pero su manera de decirme las cosas, como si quisiera mandarme a la mierda, pero algo se lo impedía.

— Ahora quieres saber por qué— se aventura a decir mi hermano. Como me conoce el cabron.

— Me comporté como un verdadero idiota y ella no reaccionaba— sonrió al recordar todas las sandeces que le dije para hacerla enojar— hasta que nos besamos y ella me dio una cachetada.

— ¿La besaste? — típico siempre juzgándome—¿No dijiste que tiene novio?

—¿Y? Le dije que no soy celoso y no me importa combatir. — contesto y mi hermano al escuchar eso vuelve a dejar las cajas para verme y alzar su ceja pelirroja.

—Pero si lo eres— informa sin dejar de verme.

—Pero ella no tiene que saberlo, al menos no todavía. — digo y por falta de cosas interesantes vuelvo a la sala para tirarme de nuevo en el sillón.

—Te debió de gustar mucho para que la besaras sabiendo que tiene novio— dice mi hermano siguiéndome a la sala— no pensé que harías algo así después de lo de Clary.

—¡¿Por qué mierda la tienes que mencionar?! —que no recuerda que es la nueva Voldemort — si ella quiere revolcarse con quien quiera es su problema que a mí me deje tranquilo y no me busque para volver— me enderezo por que con este tipo de pláticas es imposible estar cómodo.

—Siempre dices eso y siempre terminar volviendo— dice mi hermano buscando no sé qué se su mochila.

—Lo sé, en un punto pensé que nos amábamos— menciono un tanto desilusionado y creo que mi hermano lo nota porque detiene lo que está haciendo para mirarme — pero ya es más una jodida relación tóxica que otra cosa— le restó importancia al asunto, ya es lo único que me queda.

—Tú también la engañaste y no tienes pruebas de que ella hizo lo mismo — me sermonea como es típico.

—¿Por qué siempre la defiendes? — pregunto molesto— No necesito pruebas, sé que me estuvo poniendo los cuernos que no sepa con quien se revolcó es lo de menos, la conozco lo suficiente para saber que lo hace.

—Yo creo que estás malinterpretando todo como siempre— menciona mi querido hermano sacando cosas y poniéndolas de aquí allá. —La conozco tanto como tú y sé que no es así. — ¿Por qué no la baja del mandito pedestal de una buena vez?

—Eso mismo pensaba yo— es inútil hablar mal de ella frente a él, siempre la defiende —pero de todos modos ya es hora de avanzar, no es sano para ninguno— informo tratando de verme maduro y cerrar el tema.

— Tienes razón— milagro, está de acuerdo conmigo— mejor concéntrate en tu nueva víctima— me dice burlón.

— Que no es una víctima y se llama Ángela — aclaro. El ríe, pero no yo le encuentro la gracia por ningún lado.

— Apropiado— me explica— un ángel para domar al demonio que tienes dentro — yo ruedo los ojos por su comentario. Mi pobre hermano todavía piensa que tengo esperanza, pero no me gusta quitarle las ilusiones. — Ahora levanta tu culo del sillón y ayúdame sacar las cosas de las cajas para poder ir a la fiesta de Sebas— me manda el pelirrojo y yo obedezco porque al final de cuentas, es al único que le hago caso.

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Hola todos y todas. Ya vimos un poco de Carter.

¿Qué opinan de él?

¿Qué creen que pase en la fiesta de Sebastian?

Espero que estén disfrutando la historia. ¡Feliz Viernes!

Entre besos y engaños. Where stories live. Discover now