Capuítulo 16

101 36 26
                                    

Ángela Brown

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

Ángela Brown

El shot que le tome me ha quedado de maravilla, ya necesitaba relajarme. Tamara también está tomando una bebida rosa y se ríe de los chistes. <<Aleluya>>

—Diego ya viene en camino—anuncia Pamela en cuanto llega a la mesa —¿y Natalia? Salió del baño mucho antes que yo— pregunta la rubia algo preocupada, volteando para todos lados.

—Ahí viene—contesto señalando con la cabeza. Su cabello café oscuro se mueve al caminar, viene echa una furia.

—Dame whisky— demanda exaltada, algo muy impropio de ella.

—Oye, pero si tú estabas tomando cerveza ¿no? —la cuestiona Pamela.

—Cerveza, whisky, tequila, me da igual solo dame algo para que se me pase este pinche coraje que traigo— contesta molesta la pequeña morena mientras se sienta en la mesa.

Natalia parece un tierno perro Chihuahua enojado.

Yo rápidamente le pongo un shot enfrente de ella y como si fuera agua se lo toma a pulso.

—Dame otro— demanda, todavía de pésimo humor.

—Wow, espera ¿Qué tienes? ¿Qué te paso? — le pregunto.

Ella suspira.

—Un tipo en moto que se iba a meter en una pelea— empieza a explicar la chica.

—Esto si es interesante— dice Pamela acercándose más para escuchar toda la historia.

Natalia nos explica a detalle todo lo qué pasó con el misterioso chico en moto, aunque ya está más tranquila, se acuerda y la rabia vuelve a despertar. Aunque estoy segura que mientras paso todo esto no tenían ni un gramo de enojo o agresividad en su cuerpo como lo está demostrando ahora, ella es de efecto retardado.

—Me trato como si fuera una niñita tonta y seguía repitiendo esa palabra "choca" ni siquiera sé que significa, eso me pasa por querer ayudar a las personas— continua Nati molesta.

—La verdad tú sola te lo buscaste, quien te manda a defender a tipos que no conoces— comenta Pamela siendo demasiado directa.

—Solo quería ayudar.

—Siempre es lo único que quieres hacer.

—Ya-ya déjala— tartamudea Tamara y todas la volteamos a ver lo que hace que baje la mirada y se encorve. Sebastián la abraza para calmarla, pero ella se tensa más bajo su brazo.

Natalia le da un codazo a Pamela al ver cómo se puso Tamara.

— Dios, Tamara solo estoy jugando— comenta la rubia encogiéndose de hombros.

—Solo fue un idiota que te topaste, a todas nos ha pasado—continuo yo para que baje la tensión del ambiente.

Sebas se lleva a Tamara de la mano al otro lado del antro sin decirnos nada, y al parecer solo yo lo noto porque Pamela sigue hablando.

Entre besos y engaños. Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora