Cap.50

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//Al día siguiente//

Rusia había cambiado su hotel a uno cerca de la casa de México, ya que no tenía caso seguir en New York, y justo ahora seguía tumbado en la cama, simplemente pensando, ¿Cuál seria su siguiente movimiento?. Su momento en silencio y desdicha fue interrumpida por el sonar de su celular, lo dejo sin atender un momento, ahora no tenía tiempo para nadie, esta concentrado en su plan de volver a obtener el querer del mexicano. Se quedo ahí hasta que dejo de sonar, cuando al fin se detuvo, soltó un suspiro de fastidio, pero luego de un rato volvió a sonar. Con molestia, se incorporo en su cama, acercándose a la mesita de noche y poder tomar su celular, vio la pantalla y se tenso un poco al percatarse de quien le llamaba con insistencia.

- ¿H-Hola?...

- Rusia, ¿en donde estas?.- escucho la potente voz de su jefe, su enojo era bastante evidente.- Se supone que la junta termino hace dos días...

- Lo siento, pero tengo unos asuntos importantes que resolver.- trago saliva, seguramente el regaño que recibirá será más grande que esta.

- ¿Cómo para no regresar?.- Rusia volvería a excusarse, pero el otro tomo la palabra.- Termina ese asunto y regresa aquí...Para mañana ya te quiero ver haciendo tu trabajo...- Rusia ya no pudo decir más porque termino cortando la llamada.

Es increíble como sus responsabilidades como "country" se le hallan olvidado por completo. Gruño con fastidio, tenía que apresurarse, tal vez esta sea el último intento, al menos por ahora.

Tomo su chaqueta y salió de su habitación, tiene que buscar algo, algo que le ayude a conquistar de nuevo a México. 

Camino por las calles de la cuidad, tratando de pensar, pero no tenía nada, ninguna idea, tal vez no sea necesario que sea original, él sabe perfectamente que lo que hace es por y para México, por querer su perdón, lo que tenga que hacer lo hara con el penar y cariño de su corazón.

Siguiendo una ruta cualquiera, llego a un parque, todo era tan colorido y había bastante gente, incluso unos que otros le llegaron a saludar, miro a su alrededor, varios vendedores ambulantes, niños jugando con cosas típicas, pelotas, cuerdas, algunos con trompos, otros haciendo burbujas, o incluso jugando a las atrapadas, sea cual sea la manera, los pequeños se estaban divirtiendo. Miro a otro lugar, parejas disfrutaban del lugar sentados en bancos mientras platicaban o comían helado. Y a lo lejos podía escuchar música, una hermosa melodía. 

Decidió parar un momento, tomo asiento en una de las bancas desocupadas. Mirando a la nada, justo en ese momento volvió a sentir su soledad, aquella que no volvió a experimentar durante un tiempo, claro, fue cuando aun tenía a México queriéndolo. Saco su teléfono, tenía unos mensajes, de China, Alemania, unos incluso de Kazajistán y Bielorrusia, con algo de amargura en su boca y garganta los ignoro, los borro de su barra de notificaciones. Se fue por su galería, se topo de inmediato con dulces y dolorosos recuerdos, las últimas fotografías que tenía eran de su viaje con México, más específicamente de México; cuando iban en avión camino a su territorio, logro captarlo durmiendo a su lado, de México en su paseo en carruaje, posando con las estatuas del Palacio de Peterhof, algunas del mexicano admirado las pinturas del museo del Hermitage totalmente inconsciente de que lo estaban fotografiando, una más en donde estaban admirando el cielo cubierto de una aurora boreal, otra en donde México se divertía en la nieve, de México degustando su pastel de chocolate, una más México posando para él con una radiante sonrisa y de fondo un hermoso lago congelado, en donde resguardo muchos de sus recuerdos, llevándose uno más con él. 

Rusia acaricio la pantalla, deseando poder tocar a México una última vez, poder tener una más de sus sonrisas, solo quería ser feliz un momento más.

¡Cambio De Planes!Where stories live. Discover now