Un punto de inflexión

260 15 5
                                    

(Marc)

Está bajando las escaleras y yo no puedo dejar de mirarla. Se ve increíble con su vestido. Una vez que llega a mi altura beso la comisura de sus labios y respiro su olor. Huele deliciosa.

- Estás radiante.

- Gracias. Tú te ves increíble con traje.

- Vamos. La limusina nos espera.

- ¿Has dicho limusina? -me pregunta sin creerlo.

- Eres mi princesa y la estrella de esta noche. Debes llegar como tal.

Salimos de casa y nos encontramos con una limusina negra. Mi mujer está impresionada.

- Entra mi amor.

Entramos y el vehículo se adentra en la carretera para llevarnos al jardín donde se celebrará el acto.

- Estoy nerviosa. Nunca me han hecho nada parecido.

- Te lo mereces princesa. Seguro que ahora lo harán más seguido.

- ¡No! -dice tapándose la cara vergonzosa.

- Ven aquí vergonzosa mía.

La abrazo y noto como está temblando. No está acostumbrada a esto. Tengo que hacer algo para calmarla.

- Brindemos por esta noche tan especial.

- Brindemos, pero por nosotros.

La copa de champán que se bebe parece que la relaja. El alcohol hace efecto sobre ella.

- Ya hemos llegado. Bajo yo primero y te abro la puerta.

- Anda. No seas bobo y vamos.

Bajo de la limusina y, luego, la ayudo a bajar a ella. Hay una nube de fotógrafos con los flashes apuntando hacia nosotros. Estamos posando para los medios hasta que requieren la presencia de Leticia en la carpa que han instalado en el jardín. Posamos para una última foto y nos adentramos en aquel majestuoso jardín.

En cuanto entramos allí, todos comienzan a saludarnos y a felicitar a la homenajeada de la noche. Mi precioso esposa.

- Felicidades cariño.

- Papá, mamá -saludamos a mis suegros y los cuatro nos fuimos a sentar.

Como no, en la mesa central desde la que nos puede ver todo el mundo. Una vez que empezamos a cenar nos ponemos a hablar de la carrera de Leticia como piloto. Prometía mucho y ofertas no le faltarían.

- ¿Has preparado el discurso cielo?

- No mamá. No he preparado nada. Prefiero decir lo que sienta en ese momento. Será lo más sincero por mi parte.

- El mismo consejo me dio mi padre el día de nuestra boda para los votos.

- Te dio un buen consejo -me contesta Santi.

Seguimos hablando, esta vez, manteniendo conversaciones superfluas que amenizan la cena y relajan los nervios de Leli.

- Damas, caballeros, es un honor para mí presentar a una mujer que con su fuerza y también delicadeza, ha irrumpido en el mundo que tanto amamos: el mundo del motor, para revolucionarlo de tal manera que parece otro. Recibamos con un fuerte aplauso para que suba al escenario a Leticia.

Todos comenzamos a aplaudir mientras a mi mujer se le suben los colores y camina, más que vergonzosa, al improvisado escenario.

- Gracias a todos por asistir esta noche. Sigo pensando que no merezco este reconocimiento al ser consciente de que hay muchos más pilotos y mejores que yo. Dicho esto, agradezco que piensen esto de mí, pero no he conseguido todo esto sola. Sino con la ayuda de un equipo que jamás me ha dejado sola. Con el apoyo de la gente que me ha acompañado en este camino: mis padres, mis amigos y, ahora, mi marido Marc. Espero que, en un futuro, mis hijos completen la lista y que se sientan orgullosos de mí. Par acabar, quisiera decir que, aunque esta noche todo está siendo magnífico, siento que me falta algo. Sin mis hijos ya nada es lo mismo. Espero que me disculpen, pero me siento vacía sin ellos y me gustaría compartir con ellos este momento.

Nada más acabar se discurso, nuestros amigos entran y nos vamos acercando al escenario. Es nuestro turno para hablar.

- Cuñadita, nos conocemos desde pequeños y puedo decir que, como persona, eres de las pocas que da alegría encontrar, pero como piloto, te has convertido en un ídolo de masas. Espero que mi pequeña saque tu fuerza.

- Enana, no sabes lo mucho que me alegra que hoy te estén homenajeando. Te mereces esto y más. Eres mi mejor amiga y la mejor piloto que conozco. No cambies nada porque así eres perfecta. Te quiero.

Así van hablando uno a uno hasta que me toca hablar a mí. Me dejan solo en el escenario con mi mujer y mis hijos.

- Mi amor, espero que te haya gustado la sorpresa que te teníamos preparada. Quiero decirte que eres la mejor persona que he conocido en mi vida y que me encanta saber que voy a pasar contigo el resto de mi vida. Como piloto he de decir que debo aprender muchas cosas de ti y que lo haré la temporada que viene ya que serás piloto de Moto3. ¿De verdad creías que no me iba a enterar? Me siento muy orgulloso de como eres y sé que nuestros hijos también. Te amo princesa.

Acabado mi discurso la beso mientras ella sostiene a Joel y yo a Isel. Todos los que están presentes nos aplauden. Esta noche es el momento perfecto para que mi mujer comience a escribir una nueva historia en su vida.

FIN

El jefe de papá (EJDP1)Where stories live. Discover now