El jefe de papá (EJDP1)

Vaya semanita

Después del apoyo que nos dio Marc para el trabajo, los chicos se fueron y yo ordené mis cosas. Hice los deberes y estudié para los próximos exámenes porque el fin de semana no iba a tener tiempo.

Por la noche llega mi madre de su viaje de negocios y por fin puedo contarle todo lo que me ha pasado estos días.

- ¡Mamá! ¿Qué tal?

- Muy bien cariño. ¿Y tú?

- Pues tengo muchas cosas que contarte. La más importante es que tengo novio.

- ¿Quién es?

- El jefe de papá.

- ¿Marc? -asiento-. Me alegro mucho cariño. ¿Hay más cosas?

- Sí. Soy mecánica de Marc y Alex y este fin de semana me voy con los chicos a Argentina para hacer un trabajo de clase.

- Vaya, me he perdido muchas cosas en menos de una semana. Creo que no puedo irme tanto tiempo. ¡A este paso me pierdo tu boda!

- No seas exagerada mamá -dijo riéndome a carcajadas.

- Bueno. Tienes razón. Para tu boda me enteraré por adelantado.

- Para eso falta mucho.

- No creas. Todo es hablar con Marc.

- ¡Mamá que lo asustas!

- No le diré nada. Para eso está tu padre.

- No se os ocurra decir nada.

Nuestra conversación se ve interrumpida por el sonido de mi móvil.

Llamada telefónica

- ¡Marc!

- Hola princesa. ¿Qué tal?

- Muy bien. Ha vuelto mi madre a casa.

- Me alegro mucho mi amor.

- Gracias. Aunque me falta algo.

- ¿Y puedo ayudarte?

- Ven a casa. Me faltas tú.

- Dame 5 minutos.

- Imposible. Cervera no está tan cerca.

- ¿Quién te ha dicho que estoy allí? Estoy en Madrid por trabajo. Si quieres, voy.

- Ven por favor. Pero ni caso a lo que te digan mis padres.

- ¿Por?

- Tú solo hazme caso.

- Vale. Voy para allí.

Cuelgo el teléfono y voy corriendo a donde están mis padres.

- Marc está en Madrid y viene para casa. Comportaos como adultos y no me hagáis pasar vergüenza.

- Marc te conoce desde hace muchos años y, aún así, te ha pedido salir, ¿qué podemos hacer o decir que todavía no sepa? -me pregunta mi padre.

- No lo sé. Pero seguro que algo encontraréis.

- En eso tienes razón -dice riéndose.

Llaman al timbre y damos por finalizada la conversación. Mi padre abre la puerta y no puedo evitar saltar a los brazos de Marc.

- Menuda bienvenida. Me encanta.

- Hola Marc. ¿Qué haces aquí?

- Tenía que grabar un anuncio y reservé habitación en un hotel.

- La próxima vez avisa y te quedas en casa -dice papá.

- No quiero molestar Santi.

- Tú no molestas nunca -digo entre sus brazos.

- Pues claro que no molestas -asegura mi padre.

- Para la próxima vez ya sé que tengo cama aquí.

- Sí. La mía -lo beso.

- Leticia, ¿no deberías dormir ya? Mañana tienes clase.

- Pero yo quiero estar con Marc -pongo la cara más triste que puedo.

- Ahora voy a hacerte compañía, pero ve. Debes descansar.

- Está bien -contesto derrotada.

Pasan los días y Marc sigue en casa. Me acompaña a clase y me viene a buscar. Pablo lo acosa, se nota que es su ídolo, pero también es mi novio. Pero ahora todos en el instituto me preguntan por Marc.

- ¡Qué gente más interesada!

- Lo sé. Antes ni te conocían y, ahora, todos son tus amigos -se queja Laura.

- Tranquila. Solo vosotros sois mis amigos.

- Lo sabemos.

- Oye. Mañana ya es jueves y nos vamos -nos recuerda Alex entusiasmado.

- Sí. Mañana pasarán Marc y mi padre para recogernos.

- ¡Qué bien! Viajaremos con él -dice Pablo.

- Y con el resto del equipo.

- Pero con Marc.

- ¡Qué es mi novio! -le digo dándole una colleja.