Semana de descanso

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(Narra Marc)

Después de salir del hospital, llevamos a Leticia a la habitación del hotel que había reservado.

- ¿Un hotel?

- No quiero que viajes sin descansar amor.

- Mañana por la mañana sale nuestro vuelo -le dice Santi.

- Santi, tengo que ir un momento al circuito a buscar una cosa. ¿Te puedes quedar con Leticia?

- Por supuesto. No dejaré sola a mi pequeña.

- ¡Papá!

Salgo de la habitación en dirección al hospital. Necesito hablar con el doctor y saber que es lo que le pasa a mi princesa. En todo este tiempo, he aprendido que no suele decir la verdad para no asustar a los demás.

Al llegar al hospital, me dirijo a la recepción.

- Perdone, quería hablar con el doctor Laporte.

- Enseguida lo aviso. Puede sentarse en la sala de espera hasta que pueda atenderlo.

- Muchas gracias.

Tras cinco minutos de espera, llega la chica de recepción acompañada por el doctor.

- Hola señor Márquez. ¿Ha ocurrido algo?

- Hola doctor. No. Leticia está bien, descansando. Solo quería preguntarle que es lo que le ha pasado.

- ¿No os lo ha contado?

- Algo. Pero no estoy seguro de que lo haya dicho todo.

- Bien. Pues acompáñeme a mi despacho y le mostraré el historial de su mujer.

- ¿Mujer? -pregunto riendo-. No. Solo es mi novia.

- Lo siento -se disculpa entrando en el despacho-. Tome asiento.

- Gracias doctor.

Empiezo a leer el historial de mi princesa y me quedo con la boca abierta.

- ¿Lo último es grave? -pregunto con la voz entrecortada.

- No. Solo es un pequeño traumatismo que, con unas visitas a un fisioterapeuta estará perfecta.

- El golpe ha sido en una zona... -no soy capaz de acabar la frase.

- Tranquilo. Podrán tener hijos.

- Bien...

Salgo de la clínica y me dirijo al hotel sin explicarme por qué Leticia nos ha ocultado eso y, sobre todo, cuando se ha dado el golpe.

Tengo que preguntárselo. Voy diciéndome mientras llego al hotel.

Llego a la habitación y me tumbo al lado de Leli que está durmiendo y no puedo evitar acariciarle el vientre.

Después de un rato, Leticia se despierta mientras yo sigo con mi mano sobre su vientre.

- ¿Por qué...?

- Fui al hospital y me dijeron lo del golpe -no la dejo acabar la pregunta.

- Yo no...

- Tranquila. Podremos tener hijos -digo sin pensar.

- ¿De verdad?

- Sí. Solo tienes que ir al fisioterapeuta.

- Pero...

- Llamaré al mío. Yo me ocupo de todo.

Leticia, sin contestarme, se va al baño para cerrar la puerta tras ella. Seguidamente, escucho el sonido de unos sollozos y corro hacia el baño.

- Princesa. ¿Qué pasa?

- No sé... -no es capaz de hablar.

- Respira y cuéntame que es lo que te tiene así princesa.

- Es todo Marc. El hospital, los viajes, el golpe...

- Hablando del golpe... -no sabía como iniciar el tema, pero no me hizo falta preguntarle.

- Fue en Jerez. Estaba en el paddock cuando Jorge me dio con su scooter.

- ¿Por qué no lo dijiste antes? -ninguno de los dos nos dimos cuenta de que Santi había entrado en la habitación.

- No lo sé. Los dos íbamos despistados.

- ¿Qué tiene contra mí? -ya tenía los puños apretados.

- Marc cielo -me dice cogiéndome la cara-, no era Lorenzo. Fue Jorge Navarro y, cuando pasó, me llevó a la clínica móvil y no vieron nada.

- Está bien cariño.

- ¿Bien? ¡Qué la han atropellado Santi!

- Pero hizo lo correcto. Es un buen chico.

- Papá, ¿me dejas hablar a solas con Marc? -no sé que me quería decir, pero estaba algo asustado.

- Claro cariño.

- Gracias papá -Santi sale y Leticia no pierde ni un segundo-. ¿Quieres que tengamos un bebé?

- ¿Qué? -me ha dejado en shock con la pregunta.

- Antes has dicho "tranquila, podremos tener bebés".

- Bueno sí. Me gustaría. Aunque ya...

- ¿Ya que?

- Estás embarazada mi amor. Lo he visto en tu historial.

- ¿Dónde ponía eso? -pregunta nerviosa.

- En el último párrafo.

En el momento en el que digo eso, Leticia se cae al suelo. La tumbo en la cama corriendo y llamo a Santi en el momento en el que mi familia entra por la puerta.

- Leli, Leli -Alex no deja de intentar despertarla.

- Alex... -susurra mi princesa.

- Princesa, era una broma. Lo siento.

- Lo sé tontito. Ha sido una bajada de tensión -me dice sonriendo.

- Entonces, ¿lo sabías?

- Claro. Me bajó la regla hace dos días -dice con susurros para que solo la escuche yo.

- Me hubiese gustado que fuera verdad.

- ¿De qué habláis? -pregunta mi padre ante la mirada de todos.

- De nada -contestamos nosotros al unísono.

El jefe de papá (EJDP1)Where stories live. Discover now