El jefe de papá (EJDP1)

Sin ti no es lo mismo

Llega el lunes y vuelvo a clase para encontrarme con mis amigos deseando que les cuente lo que ha pasado estos días.

- Cuéntalo todo. No olvides ningún detalle.

- Hablando de detalles -digo sacando de mi mochila todos los autógrafos, gorras y demás que Alex y Fabio me ayudaron a conseguir y los reparto entre todos.

- ¿No hay nada de Marc? -pregunta Pablo, mi mejor amigo, algo decepcionado.

- Tampoco de Alex -apunta Valeria.

- De ellos no hay nada porque -hago una pausa-, mi novio Marc y mi cuñado Alex nos invitan a todos a ir a Cervera.

Dicho esto, las chicas chillan y saltan de alegría por mi nuevo novio y los chicos no dicen nada hasta que Pablo rompe ese silencio.

- No lo dejes o te pego.

- Tranquiló. Aunque lo dejase, sigo trabajando para él -niñato entendía lo que decía-. Soy su mecánica.

- Qué suerte tienes amiga -dice Laura y los demás asienten.

Suena el timbre de clase y nos sentamos a balar mientras esperamos al profesor. De repente, mi móvil vibra y veo que me ha llegado un mensaje.

Mensaje de Marc

Que tengas un buen día princesa. No te aburras mucho en clase.

Mensaje de Leli

Sin ti nada es lo mismo 😔

Mensaje de Marc

Yo también te echo de menos

Mensaje de Leli

Hablamos luego cielo. Que acaba de llegar el profesor.

Mensaje de Marc

Vale. Te quiero

Mensaje de Leli

No más que yo a ti

Guardo el móvil y los chicos me miran preguntando con quién hablaba. Les ignoro y atiendo a todas las clases. Pero, a la hora del recreo, nos reunimos todos y no esperan a que nos sentemos para preguntar si era Marc el de los mensajes.

- Sí. Era él. Solo me deseaba que pasase un buen día. No es nada raro.

- No. Es súpermono -dice Valeria.

- Lo que digáis. ¿Sabéis? Andrea me ha dicho que la de economía les ha mandado un trabajo en grupo.

- ¿Y qué?

- Que si a nosotros nos dice lo mismo, podríamos hacerlo juntos.

- Eso no se duda -contesta Pablo.

Vuelve a tocar el timbre y vamos a clase de economía. No me equivoqué y la profesora nos mandó un trabajo en grupo en el que debía hacer un balance sobre una empresa.

Se acabaron las clases y los chicos y yo nos fuimos a casa. Se me había ocurrido una idea para el trabajo y necesitaba a mi padre.

- Tengo una idea para el trabajo. Pero vayamos a mi casa y os lo cuento.

- Que misteriosa estás desde que volviste -me dice Pablo colocando su brazo sobre mis hombros.

- Es que, a lo mejor, no lo podemos hacer y no quiero que os hagáis ilusiones.

- Pues vamos rápido -dice Laura impaciente.

Llegamos a casa y le comento a mi padre la idea que había tenido y me dijo que era posible siempre y cuando Marc estuviese de acuerdo.

- Chicos, mi idea se puede hacer, pero necesitamos un permiso.

- Entonces pensemos en otra cosa -contesta Valeria decepcionada.

- ¡No! El permiso nos lo tiene que dar Marc, y bueno, a mí no me dirá que no y menos sabiendo que es un trabajo para clase.

- ¿Sabes cuánto te queremos?

- No lo sé. Dímelo Pablo -las bromas entre nosotros eran lo normal.

- Llama a tu novio y pon el manos libres.

Llamada telefónica

- Hola princesa. ¿Tanto me echas de menos?

- Marc, tengo el manos libres puesto y estoy con todos mis amigos -digo roja como un tomate.

- ¡Ups! Hola chicos.

- Hola Marc -contesta Pablo.

- Este es Pablo. Es un fan.

- Bueno. Pues cuando vengáis a Cervera te daré algo de la colección.

- Ídolo y fan, callaos ya -necesitaba saber cuanto antes si teníamos su permiso-. Marc tengo que pedirte un favor, es para un trabajo.

- Dime lo que necesitas.

- Necesitamos hacer un balance económico de una empresa y había pensado en el equipo Honda. Y que Dani y tú vengáis con nosotros a la presentación del trabajo.

- ...

- ¿Marc?

- Estaba pensando que os podríamos mandar todos los datos y papeles, pero creo que lo mejor es que vengáis a Argentina esta semana y veis las piezas y hacéis fotos, entrevistáis a gente o lo que necesitéis.

- Marc, te queremos mucho -dijo Laura feliz.

- Os veo el viernes. Lo prepararé todo.

- Gracias cielo. Hablamos por la noche.

- Hasta luego princesa.

Cuelgo y todos nos miramos entusiasmados. ¡Nos vamos a Argentina!